Dreaming Place » l.s

08

08. Ania.

El jueves había llegado más rápido de lo que alguna vez había planeado, sus padres habían tocado la puerta de su departamento avisando que estarían desde temprano en el hotel para preparar la bienvenida de la hija mayor de la pareja Acker. Blossom lo había visitado por unos minutos para desearle buena suerte para esa misma tarde.

Sus manos picaban y había pasado el día practicando lo que diría para recibir a la joven muchacha que aparecería ese día en la puerta del hotel en el que hace no mucho había comenzado a trabajar.

Liam le sugirió tomar un par de tragos para disipar los nervios y el miedo de un fatal error por su parte, así que tenía un par de tragos junto a uno de sus trajes más costosos encima a la vez que caminaba en círculos en el patio de Dreaming Place mientras recitaba de memoria la línea de presentación que usaría.

Escuchó el murmuro de un arbusto a su lado y detuvo todos sus movimientos de inmediato para mirar el lugar de donde provenía el ruido, agudizó el oído buscando algún otro ruido que pudiera identificar. Nada.

Una cabellera castaña surgió de entre las hojas de los arbustos floreados dirigiéndole la espalda, permanecía encorvado mientras daba pasos entre las ramas que aruñaban su atuendo, sin embargo, eso no lo detuvo.

Un ruido de metal golpeando con otro resonó y el chico finalmente se dio vuelta sobre sus propios talones, dirigiéndole ahora el rostro y frente de todo su cuerpo.

Era Louis, con un cigarro entre sus labios sonrientes y un encendedor en la mano, sus dedos bailando en el metal plateado mientras tarareaba una canción que Harry no reconoció. Él abrió la boca con impresión al verlo, deteniendo su andar de inmediato.

Harry no perdió más tiempo, ver su rostro, aunque sea sorprendido, movía algo dentro de él que provocaba que sus acciones fueran más espontaneas, y las obedecía al pie de la letra.

Pasó sus brazos bajo los de su empleado y lo acercó a él, estrechándolo en su pecho en busca de esa comodidad que no encontraba en ningún otro lugar, Louis parpadeó; sorprendido por las acciones de su superior volvió a sonreír saliendo de su estado incrédulo por lo inoportuno que había sido aquello, pero lo ignoró decidiendo apretar sus brazos alrededor de los hombros de Harry.

Un reconfortante abrazo más en aquellas acciones que tomaban ambos cada vez que se encontraban, de algún modo siendo tan tierno e increíble al mismo tiempo.

—Tal vez deberíamos dejar de encontrarnos así—sugirió Louis con las mejillas aplastadas entre su propio bícep y el costado de la cabeza de Harry.

Una risita afloró de la garganta del mayor, haciendo vibrar su pecho y provocándole pocas cosquillas al ojiazul que se dejaba abrazar.

—Tengo una reunión que me agobia—comenzó el mayor sin intenciones de separarse—. Y en realidad usted es una persona que logra ser cálida para mí, así que esto de algún modo me reconforta—Louis sonrió en el hombro de Harry, alejando el cigarrillo de sus labios con sus dedos.

—Es bueno escucharlo—respondió dando un par de pequeñas caricias en la parte alta de la espalda del mayor, reconfortándolo.

Continuaron así por un par de minutos, hasta que Harry tomó una respiración profunda y se alejó de Louis, este no se quejó al alejarse del contacto repentino que tuvo su superior con al verlo, sonrió amplio a la espera de una conversación.

—Buenos días a usted también, joven Styles—saludó con burla disfrazada de cordialidad, inclinándose en una reverencia exagerada que hizo a Harry reír nervioso.