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POV Jennie
Extrañamente, la mañana del lunes fue tranquila. Incluso Lisa me sonrió a lo lejos y me sentí incómoda, la gente de los pasillos aún me miraba mal. Ya no me importaba tanto, lo que si, era que Chaeyoung y sus dos secuaces me maltrataban, y para ser sincera, a eso no le dejaría de restar importancia.

Chaeyoung no me miraba. Antes lo hacia, y entre sus labios salían palabras que me restaban la existencia. Esta vez solo, paso a un lado. Me estremecí y me sentí idiota.

Era extraño. ¿Por qué dejó de hacerlo?

Pero que cosas piensas Jennie, deja de pensar en ella. ¡Debes estar feliz! Ya no arremete con tu integridad física. Chaeyoung te dejo libre.

Supongo que se habrá aburrido.

— Hola Jennie, espero sigas siendo las misma perdedora de siempre si no yo seria la numero uno — Nayeon se dejó caer sobre la mesa — Vi que la rubia no te molestó, ¿pelearon? — Dijo con sorna, agradecí estar de buen humor.

— Déjame en paz.

— ¿Por qué debería?

— Nayeon solo... déjame. No voy a dejarme de ti.

— Lástima, déjame decirte que... — Vio mis apuntes y me los arrebato, no, no. ¡Por favor no! — Esto será mío, si no se irá a la papelera echo pedazos.

— Mald-

— Shh, Jennie, si creíste que sería buena contigo, te equivocaste.

— Nunca pensé eso — Sisee. Nunca espere nada de nadie, menos de esta gente.

— Bueno, supongo que la impresión que te di fue la correcta — Sonrió — Odio ser tan cliché, pero por favor, hazme la tarea y tú linda cara no será maltratada.

Sentí su dedo acariciar mi mejilla, no podía suceder esto.

— ¿Mhm? ¿Podrías hacerlo? No quiero ocuparme en cosas que no me darán frutos después...

— No...

El estruendo de mi mesa caer hizo voltear a todos, incluso a Chaeyoung y a esas dos. Chaeyoung volvió a lo suyo sin importarle, Lisa y Jisoo rieron y siguieron con hablando entre sí.

Nayeon me miraba, expectante, esperando a cualquier cosa que me dignara a decir y hacer.

— Si. Lo haré. — Trague duro.

— Bien — Sonrió, dejando atrás esa aterradora cara de conejo rabioso.

La clase empezó, y mi tarea... bueno, me quedé sin ella. Otra vez, tendría otra falta. Por culpa de Nayeon, por culpa de no saber defenderme. Por ser una idiota.

Por mi culpa.

Debi parar sus intenciones.

No debí ser débil frente a Chaeyoung.

Salí del salón, y como siempre, esperaba que aquella rubia me estampara contra los casilleros. No sucedió. Paso de largo, dejándome oler su perfume con tranquilidad.

Era extraña la manera en la que me sentía. La presión de Nayeon me agobiaba más, al menos Chaeyoung no me quitaba mi tiempo, pero esa idiota... No puede ser.

Tendría que esforzarme más. Golpee mi frente contra mi casillero y me lamenté mil veces más.

Mierda.

Necesito respirar.

— Jin — Salude una vez salí.

— Jenn, pensé que...

— Perdón, se que es tarde.

— Esta bien, oye... Esas chicas, las que fueron el domingo son tus...

— ¡No! Ni loca, ellas son solo... personas que, odian mi existencia — Fui clara, no ocultar lo imbeciles que pueden ser.

— ¿No crees que deberías ponerles un alto? Digo...

— Jin, no quiero hablar sobre ellas. Mi vida esta tan atrofiada por su existencia, el momento libre que tengo es ahora y...

— Esta bien, esta bien. No digo nada más.

Llegamos a la cafetería. Jeon afortunadamente no estaba, eso quería decir que tendríamos un momento de paz. Y suspire, por que hace unas horas, pensaba lo mismo. Pero Nayeon vino a alertar todos mi sentidos, y fue cuando me hizo ver que nunca habrá paz en mi vida, y que tampoco debo tener la guardia baja.

Fue extraño.

De alguna manera quería que Chaeyoung se entrometiera en mi camino. No Nayeon.

Me golpee internamente, por que querría eso.

— ¡Jennie! — El grito de Jin me saco de mi onda, Jeon me miraba enojado.

— Es increíble como desperdicias el tiempo.

— Perdón — No se por que me disculpaba, sentía la necesidad.

— Me enteré que estudias en la escuela de Manoban... — Me tomo por sorpresa.

— ¿Quién? — Sabía perfectamente quien.

— El señor Manoban, el viejo que vino hace días...

Busque la mirada de Jin, pedía auxilio.

— ¡Yo también estudió allí, señor Jeon!

— ¿Le dijiste algo? — Negué — Eres una... ¡Mentirosa! Sabes perfectamente, no, saben perfectamente que el me odia... ¡son una mierda! ¡Dos idiotas! ¿POR QUÉ LE DIJERON?

— Jeon, no...

— ¿Saben en el problema que me metieron? Recibí una puta cita con un juez, una multa... ¡Por su puta culpa! — Lo siguiente fue ver cómo Jeon volteaba el local patas arriba, Jin y yo suspiramos.

— No dijimos nada — Terminó Jin de decir — Si así fuera, realmente no tendría sentido. Necesitamos el trabajo, en ninguna otra parte nos dejan facilidades como usted señor Jeon — El quería domar a la bestia, en su interior sabía que esta era su última semana. — No hicimos tal cosa...

— ¡TE VI HABLANDO CON SU HIJA! — Me grito, ignorando todo lo que Jin le había dicho. — Ese día, le dijiste algo cierto...

— No Jeon. Ella siquiera es mi amiga.

— ¡Si es tu amiga! Conversaban como unas, ¿por qué a fuerza quería que la atendieras a tú? No seas idiota — Ella quería molestarme...

— No lo es Jeon, vio mal... — Nunca seria amiga de una persona como Lisa. Nunca.

La furia no se vio reprimida, pues terminó de romper lo que había a su camino. Y en conclusión, no hubo trabajo, pues nos encargamos de recoger todas y cada una de las cosas que estaban rotas en el piso. A este paso, este tipo se quedaría sin cafetería y sin algún sustento económico "legal", si no es que este lugar ya esté involucrado en sus mañas.

Salimos temprano, sin ver a Jeon a la cara. Con escalofríos y con un nudo en la garganta. Cuando por fin, decidía tener una mente positiva, venía una pequeña llovizna que me hacía resbalar a lo más bajo. Y lo odiaba, ser tan susceptible a las cosas. Quisiera poder tener el carácter, para parar todo lo que me hacía daño y me hacía sentir la peor persona.

Y sin querer, Lisa una vez más arruinaba mis días sin siquiera dirigirme la palabra.

Chaeyoung lo arruinó desde que me vio con Nayeon, y solo marcó su indiferencia haciéndome sentir vacía.

Todo el día me reprimí por esos pensamientos, pero mi cuerpo reaccionaba de otra forma.

¡ME QUIERO MATAR!

BULLIE - CHAENNIE G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora