❝𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬/𝐒𝐚𝐬𝐮𝐬𝐚𝐤𝐮❞

02 ➹Pequeña casualidad.

Dos hombres se encontraban peleando con sus katanas en lo que parecía ser un campo de entrenamiento, el mayor de ellos que portaba una larga cabellera negra, se movia elegantemente y era muy habilidoso. El menor de ojos negros como la noche no se quedaba atrás, movía su katana como el viento movía las hojas, sus movimientos parecía una bella danza muy calculada.

Al terminar el menor cayó en el césped cansado, llevaban todo el día entrenado, el sudor caía de su frente lentamente. Su respiración estaba acelerada y sacaba pequeños jadeos.

-Casi me vences, pequeño Sasuke- Comento el mayor con una pequeña sonrisa.

-Pues ya verás, algún día, te vencere- Respondió el menor orgulloso.

El mayor solo hizo una sonrisa y quitó todo rastro de polvo de su kimono, el no podría entrar al recinto Uchiha en tal estado. Ciertamente le tenía miedo a su esposa, Izumi.

-Itachi, padre, el de verdad está loco- Dijo Sasuke mirando su mano. Su rostro no mostraba ninguna expresión.

-Sabes como es el, Sasuke tienes veinte años, estoy seguro que padre encontró una chica que se adapte a tus gustos.- Claro Fugaku Uchiha al ver la soltería de su hijo menor emprendió manos a la obra y buscó esposa para Sasuke, la cual debería de llegar hoy mismo.

-¡Es una perdida de tiempo!- Exclamó Sasuke levantándose bruscamente.

Se iba a marchar cuando de repente escucho una voz dulce y aguda.

-Kakashi Hatake me pidió esas yerbas medicinales, no puede solamente no vendermelas--Replicó la chica enojada, había estado perdida buscando el mercado en ese lejano lugar para poder buscar las yerbas que su maestro le había ordenado traer.

-Entienda mujer, sin marido o padre presente no le vendere nada-contesto el hombre despectivamente-además, ¿Para que las quiere?

-Pues, estoy en entrenamiento,seré una doctora muy pronto-Hablo la chica con las mejillas rojas y ojos brillantes. Los demás al escucharla solo pudieron reírse en su cara.

Sasuke e Itachi que habían estado escuchando la conversación no pudieron soltar una pequeña risa. Pues ver a una pequeña jovencita con un sueño tan lejano era sumamente chistoso.

-Niña, no te lo vendere, vuelve cuando tengas a un hombre a tu lado- Hablo por fin el hombre con una expresión seria en el rostro.

-Necesito a un hombre, ¿no?-respondió ella con la mirada baja- ¡Pues yo seré ese hombre!-Gritó para tomar un pedazo de vidrio y cortar sus largos cabellos rosas. Todos quedaron sorprendidos a tal acción, sobretodo Sasuke que la miraba embobado.

La joven ya con sus cabellos cortos tomó su dinero y lo dejo en la mesa del vendedor par luego tomar las yerbas y salir corriendo del lugar.

-¡Oye chica!- Grito el hombre.

Sasuke e Itachi simplemente se encaminaron al recinto Uchiha. Aunque en la mente del menor estaba presente la imagen de la pelirosa, ¿Hatake Kakashi había dicho? Ese hombre era un gran ninja, pero su aprendiz es esa mujer.

Al llegar se fueron a cambiar. Fugaku los espero en la mesa, a su lado estaba Mikoto, su esposa. Sasuke e Itachi se sentaron.

-Ya han de haber llegado, Sasuke, comportate con ella-Avisó Fugaku.

Las puertas fueron abiertas para dar paso a un hombre con cabello gris y una máscara que cubría su rostro. A su lado estaba un rubio de ojos azules que no paraba de mirar la residencia con ojos brillosos. Patético, pensó Sasuke.

-Hatake.

-Uchiha-saludo esté con una mirada desinteresada. El rubio iba a tocar la figura de un alcon cuando Kakashi le pegó en la mano. Causando una sonrisa burlona en el Uchiha mayor.

-He escuchado rumores raros de tí, Kakashi, ¿Ahora adoptas como discípulos a huérfanos?-Comento con sorna Fugaku.

-JaJaJa, este es Naruto, mi primer discípulo, disculpa su actitud es un poco- No pudo terminar la frase porque Naruto había dejado caer la figura al suelo- Hiperactivo.

-Ya lo veo-Respondío Sasuke volteando sus ojos con fastidio, ocasionado el enojo del rubio.

-¡Te crees mejor que yo!- Esclamo Naruto dispuesto a pelear si no fuera por una pequeña interrupción.

-¡Kakashi-Sensei! ¡Kakashi-Sensei!- Exclamaba una joven pelirosa corriendo directamente hacia el de cabellos grises. Está llegó con la bolsa en la mano y jadeando.

-¡Sakura chan llegas tarde!- Exclamó Naruto divertido.

Así que Sakura, ese nombre te queda. Pensaba Sasuke al verla de nuevo.

-Sakura, ¿Que sucedió con tu cabello?- preguntó el peliplata preocupado.

Sakura dió una vuelta y mencionó que se sentía más libre. Fugaku al ver a la chica supo que era la adecuada para su hijo.

-Sakura, este es mi hijo Sasuke, Sasuke está es Sakura la chica que elegí para tí.

Sasuke y Sakura se miraron a los ojos, perdiéndose en los del otro. El miraba cada rastro fino en su rostro, como sus cabellos ahora cortos la hacían ver más encantadora. Ella no podía apartar su vista de esos ojos tan oscuros como la noche, esos labios tan finos, su piel blanca, totalmente hermoso.

Cómo amaban esta pequeña casualidad.