El cumpleaños de mi vida.

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Mi cumpleaños, ¿y no se acuerda?

Me levanté dirigiéndome al baño molesta a lavarme la cara, al rato bajé abajo sentándome en el sofá y este bajó a la media hora duchado y bien guapo, tenía el pelo mojado, y esa ropa negra olorosa que tanto me gusta, pero lo miré y le ignoré. Estaba enfadada.

Ryan: Cariño, ahora vengo -dijo acomodándose aquella chaqueta negra.

Clara: Va. -ni lo miré, este se rió y salió de casa.

Estúpido, ni me pregunta que me pasa y encima se va y me deja sola. Bueno, almenos tengo la sorpresa de Betty, no necesito que se acuerde.

-dije para mí haciéndome la dura.

-Llamada entrante de Marta.

-¡¡Claraaaa!!
-Hey Marta.
-Felicidades bonita.
-Gracias -sonreí para mí.
-En cinco minutos me paso por tu casa, te pones guapisima y vamos a la sorpresa.
-Bien -dije sin ánimos y colgué.

Y ahí llegó, justo a los cinco minutos, sonriente se abalanzó a mi estrechándome contra sus brazos. Ella realmente iba muy linda. Llevaba un traje largo pegado al cuerpo rosa pastel, y el pelo recogido con dos trenzas de espiga muy bien formadas, llena de accesorios.

Marta: ¡¡Vamos vamos vamos!! hay que estar ready.

Clara: Sí. -sonreí.

Marta: ¿Te pasa algo?

Clara: Nada solo qué.. Ryan ni se acordó de mi cumpleaños. -sonreí algo apenada.

Marta: Ush que tarado, pero no te preocupes por eso, quizá se de cuenta. !Vamos!

Subimos las dos de la mano, Marta iba como si le hubiesen metido un petardo en el culo.

Entré en mi vestidor con ella, y escogí un traje pegado también al cuerpo, de color verde brillante, con la espalda completamente descubierta muy elegante, unos tacones negros finos y varios accesorios.

Me vestí, ella me ayudó con el maquillaje, poniendo música de fondo y me planché mi pelo negro largo ondulandolo en varias partes.

Terminamos.

Marta: Por dios, mírate, ¡estás preciosa! te favorece mucho el verde. -dijo mirandome desde el espejo.

Clara: ¿Tu crees? -sonreí mirándome.

Marta: Claro que lo creo, estoy cien por cien segura, ¡vamos!

Salimos las dos juntas con destino a casa de Betty, donde estaría mi supuesta sorpresa, cuando entramos en su casa, estaba todo apagado, yo no entendía nada y Marta solo reía, derrepente se encendieron las luces.

Todos: ¡¡Felicidades!!

Me emocioné ante la sorpresa, ahí estaba Ryan luciendo radiante como de costumbre, para mi sorpresa y sonriéndome de lejos.

Betty: Antes de comenzar la fiesta, vamos a darte los regalos.

Clara: Sabéis que no me gustan los regalos.. -sonreí

Betty: Anda, no seas boba, te van a gustar.

Todos me dieron sus regalos, ropa, perfume, dinero.. me encanta todo, pero, aún faltaba el regalo de Ryan.

Betty: ¡Vamos Ryan! eres el último.

Marta: Lo mejor para el final -susurró emocionada.

Cada vez me sentía mas ansiosa, ya que todos lo estaban.

Ryan: Bueno Clara, mi regalo, es un tanto peculiar.

-Me dió un sobre con un papel dentro el cual decía-

Este regalo probablemente es lo último que te esperarías, pero ten por seguro que te gustará, te lo mereces Clara, una nueva vida se adentra para los dos.

Clara: ¡Dámelo ya! -dije emocionada.

Y en ese instante, en ese momento, sacó unas llaves.

Ryan: Esas llaves, son tuyas -las dejó sobre mis manos.

Estas llaves es de una casa, una casa que ahora es nuestra casa, porque viviremos juntos.

Y ahí, ahí es cuando mi corazón se paró de un momento a otro.. como decía la carta era de lo que menos esperaba pero la idea era de lo mejor. Me sentía muy emocionada, muy adulta..

Ryan: Y sí, me gustas y quiero estar contigo.

Después de aquellas palabras me sentía el doble de emocionada, quizás no me respondió en su momento lo que sentía por mí ya que quería hacerlo justo el día de mi cumpleaños, abrace a Ryan como nunca mientras que todos aplaudían sin parar, junto con Betty emocionada.

Y así lo más inesperado,que acabase con el acosador el cual consiguió su propósito, construimos una vida juntos, lo cual me hizo muy feliz.

-Ju.

Acosador con objetivos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora