𝕱𝖎𝖓𝖆𝖑 𝖆𝖑𝖙𝖊𝖗𝖓𝖆𝖙𝖎𝖛𝖔

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𝒑𝒐𝒍𝒗𝒐

— ¡Soobin, por favor apúrate! ¡esos idiotas nos tomarán si no nos damos prisa! — gritaba Taehyun, mientras corría casándose aún más y mirando como su acompañante intentaba hacer un esfuerzo por seguirle el ritmo, pues ya había sido demasiado para su gusto.

Habían pasado unos diez minutos desde que esas patrullas intentaban atraparlos, después de que el chico de los cabellos rojos hubiera encontrado un atajo. Soobin no sabía que planeaba, pero simplemente le seguía el juego.

Aún tomaban sus manos, aún estaban corriendo a la par, huyendo juntos como se habían prometido.

Soobin podía sentir el sudor que compartía con la mano de Taehyun, eso no le molestaba, le hacía sentir una enorme felicidad, pues sabía que él al final de cuentas no lo había abandonado.

Entonces ninguno de los dos se rindió, al cabo de un rato las sirenas inquietantes ya no se escuchaban y entonces al fin se  detuvieron, mirándose con una sonrisa triste y con alivio.

Se soltaron, y en el sucio pasto seco de los alrededores, se sentaron y se lamentaron por el dolor de sus pies y piernas. Taehyun no le dirigió la mirada a Soobin en ese rato, como si hubiera hecho algo malo.

Nadie dijo nada por un largo momento, pero entonces Taehyun sacó algo de la mochila que él había traído, Soobin lo observó con curiosidad y miró como el chico le ofrecía una botella de agua.

— Toma, el agua es buena — le dijo con una sonrisa débil, extendiéndo su brazo. Al azabache no le quedó de otra más que asentir con timidez.

Tomó unos sorbos y continuó mirando el rostro contrario, se preguntaba  en que estaría pensando el pelirrojo.

A pesar de las circunstancias, no sabía que sentir al respecto. No sabía si estar confiando de Kang Taehyun fuera buena idea.

Y después de unos cuantos minutos después, él se levantó y volvió a parecer bastante decidido.

— Continuemos, Soobin. — le dijo, ofreciéndole su mano para que pudiera tomarla y levantarse.

Pero los pies del azabache estaban tan ensangrentados y heridos que no podía levantarse. Entonces Taehyun le ayudó y sacando algo de su bolsillo, se lo cedió a Soobin cerrando el puño, sin enseñarle bien que era.

— Toma esto, te sentirás mejor.

Era una pastilla morada. Soobin no tenía la certeza si era un truco para hacerle daño con eso o no, pero de todos modos la tomó, pues el dolor de sus pies se estaba volviendo complemente insoportable.

Tenía un sabor extraño, como un limón no tan agrio, combinado con un yogurt natural.

Así que después de que se hubiera pasado aquello por la garganta, sin decir nada Taehyun tomó su mano y reanudó su caminata.  En cuestión de mágicos segundos el más alto se dió cuenta que el dolor de sus pies había desaparecido.

Entonces continuaron, Soobin se sintió como si hubiera dormido durante veinte horas, por algún motivo.

Después de al menos dos horas, llegaron a una especie de barranco, en donde había mucha agua por debajo.

Se detuvieron ahí, no había otra manera de huir porque eso se los impedía. Soobin estaba asustado, pero en su lugar, Taehyun miraba aquella superficie con fascinación, con una mirada que Soobin nunca le había visto portar.

𝐏 𝐇 𝐀 𝐒 𝐄 ; Taebin ▪︎ Soohyun ; ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora