YOUR NASTY CUTENESS | Kakegurui Fanfic [Mary Saotome x Ryota Suzui]

•× 11 ו

「c a p í t u l o  m u y   l a r g o」
• no se aburran •

Los chicos estudiosos

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Estaba caminando justo por ese pasillo –el que daba a otro de forma horizontal– casi a aquella misma hora. Era su segunda semana, y no podía negar que, más que nervioso, estaba mareado.

   Todos los pasillos le parecían iguales. Tenía que llegar al laboratorio de química avanzada –ya que tal parecía, después de casi dos semanas, él pertenecía a esa clase– y ya que nadie se había ofrecido a ayudarle desde que llegó, se dispuso a encontrarlo por su propia cuenta. Tristemente, era de primer año, y aún había mucho que no entendía de aquella academia.
Al encontrarse ya con un muro, en vez de dirigirse a las pérgolas –continuando a la izquierda– decidió adentrarse en lo que parecía un ala de descanso.

   Mientras caminaba recordó que habían unas anotaciones en su cuadernillo, dentro de su mochila. Se dispuso a sacarlo, pero cuando estuvo a punto de alcanzarlo, no pudo reaccionar a la vez a unos pasos que se acercaban cada vez más a él, hasta el punto en el que se convirtieron en un cuerpo, que chocó con él estrepitosamente.

   — ¡Ouch! —dijeron él y el individuo al unísono.

   Se sobó el brazo por el dolor. Sí que había sido fuerte, aunque podía componerse. De lo que sí le faltó darse cuenta era de cómo había afectado aquello a la otra persona.
Buscó desde su posición con la mirada al individuo para disculparse, pero un par de gimoteos desde el suelo le hicieron pensarlo dos veces.

   Giró hacia su derecha y pudo ver en el suelo a una muchacha sobre sus muslos, con un libro y apuntes esparcidos por el suelo. Tenía el cabello dorado –algo poco común en Japón– y usaba un par de coletas. Rápido se preocupó por haberla lastimado. Eso no podría ser bueno.
Sin tratar de llamar la atención, se acercó delicadamente a ella, y agachó la cabeza para buscar su mirada. No podría pensar en haberla hecho llorar.

   — ¿Disculpa? ¿Estás bien...?

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Pasillos de la Academia
| Viernes 17 | 13:00 p.m.

Tenía la mirada perdida en el ventanal gigantesco. Mary no podía deducir en lo que pensaba, pero una cosa era segura, era claro que estaba esperando que ese día ella lo ayudara a librarse de su condena.
Vio que sujetaba aquella cadena mientras se mantenía sumergido en sus pensamientos. Inhaló y exhaló. Sabía que podía hacerlo. Sabía que podía ayudarlo. A él... y a Tsuzura.

   — Oye —se le acercó lo suficiente como para que se percatara de que había chasqueado los dedos un par de veces—. ¿Estás bien?

   Suzui volvió en si. Mary vio como quitaba la mano del colgante y la miraba de vuelta, con calidez y una sonrisa leve y cansada.

   — Sí, lo siento —respondió. Las dos primeras clases ya habían acabado. Era hora de lo que había estado esperando.

   — Bien. Vámonos, te llevaré a un lugar menos... expuesto.

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