CANTO XXIII| CUANDO LEAS ESTO.

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Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría, sólo es para leerla, está prohibido cantarla, plagiarla o grabarla. Gracias.

Otra canción te he compuesto, te extraño por supuesto, espero que tú también me extrañes cuando leas esto. Ya tienes pareja y no estoy molesto, después de todo no soy tan apuesto. Aunque es difícil que encuentres a otro lector y escritor, de eso nadie llenará mi puesto.

¿Lo intentamos de nuevo? Si hay alguna falla en el mecanismo de la relación el amor es como la electrónica, y por ende, tiene repuesto. Olvidemos el odio y pongamos al amor de manifiesto.

Mi libro musical quiero que lea, le escribí versos más complejos que los de la Odisea, que ella fue mi inspiración quiero que vea, la amo y la extraño aunque no lo crea, el amor no hizo su tarea y se sumergió en la marea, fue tan corto el momento que no tuvo tiempo de aprender apnea.

Lo siento, me rendí, ayer te escribí y respuesta no obtení, de qué sirve intentarlo si una vez te perdí, ella dijo que no quería una relación y luego me besó así que me confundí y yo mismo me ilusioné y al final me destruí. Por eso fue que de su lado como un cobarde huí, la lección creo que aprendí, ella nunca me quiso y al final lo comprendí, por eso no dije nada cuando con otro la vi, creo que paulatinamente lo entendí.

Ahora me olvidas y me dejas morir, con alguien más comenzaste a salir, y lo publicaste para hacerme sufrir, pero eso sólo me hizo reír.

¿Imagina cómo sería tu vida al lado de un lector de un escritor, de un soñador, de un perdedor?

No eras lectora mucho menos escritora, así qué tal vez esté mejor así ahora, porque si los corazones no coinciden el amor se deplora, ¿cómo es que una mujer como tú a un escritor enamora?

365 cartas fueron escritas, cartas que no fueron leídas, todavía te quiero, así que no te despidas, querida, en mi corazón busca la bienvenida, olvídate de la salida, calma la herida que dejó tu partida, bésame de nuevo aunque mi mente quede confundida.

Nuestra relación pudo haber sido una obra maestra, ¿recuerdas el beso bajo la lluvia? La lluvia esa noche fue nuestra. Este escritor todavía te ama y con este poema te lo demuestra.

Decir adiós no es necesario, lo que siento por ti está escrito en mi diario, diario de Noah, o de Oliver, recuerda el paseo en la canoa, todavía te deseo, eres mi coliseo, te escribo y te leo, es doloroso cuando con otro te veo, tu recuerdo en mi mente se siente como un reo.

Las cartas que escribí te recito, mi amor no es un mito, la introducción no omito, olvidarme no te permito, no después de todo lo descrito. Espero aprecies este amartelado manuscrito en el que mi amor ha quedado inscrito.

Primero lee lo que te escribí, después decides si amarme u olvidarte de mí.

Otra canción te he compuesto, te extraño por supuesto, espero que tú también me extrañes cuando leas esto. Ya tienes pareja y no estoy molesto, después de todo no soy tan apuesto. Aunque es difícil que encuentres a otro lector y escritor, de eso nadie llenará mi puesto.

¿Lo intentamos de nuevo? Si hay alguna falla en el mecanismo de la relación el amor es como la electrónica, y por ende, tiene repuesto. Olvidemos el odio y pongamos al amor de manifiesto.



Anghell Gravecraft.

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