*Pov Inuyasha*
– ¿Qué sucede Kagome?, has estado muy pensativa y algo triste desde la pelea de Inuyasha y Sesshomaru. - escuché como Sango le decía.
– No es nada Sango - sin embargo su voz estaba desanimada.
Trataba de no escucharlas pero era algo imposible, al final era un mitad demonio y podía escuchar su conversación mientras caminábamos, Kagome iba empujando su carroza de acero y caminaba junto a Sango unos pasos detrás de mi y de mi Miroku con Shippo.
Sango había dicho que quería tener una plática de mujeres con Kagome, sin embargo tanto Shippo como yo podíamos escucharlas por mucho que susurraban.
Hacía unos días no habíamos escuchado nada de Sesshomaru, eso significaba que podía estar muy herido o muerto. No me agradaba la idea de pelear con él, pero siempre buscaba un motivo. No entendía porque me odiaba, por mucho que él me tratara mal, para mi era la única familia que tenía, aunque jamás lo admitiría esperaba que en algún momento las cosas cambiaran.
Desde ese día, Kagome había estado muy triste, aunque me costaba adminitirlo y no entendía por qué, sabía que era por él, por Sesshomaru, había notado como su corazón se aceleraba cada que lo veía y también había podido percatarme que Sesshomaru siempre la buscaba primero a ella y en una fracción de segundos intercambiaban miradas.
Sabía que ella estaba empezando a enamorarse de él y eso me preocupaba. No me gustaría que ella estuviera con él.El hecho de considerar una posibilidad de Kagome como parte de mi familia me gustaba, realmente la quería y quería que ella fuese feliz, pero, no quería que ella terminara como mi madre, amar a un Yokai podía ser el exilio de una mujer. No quería que Kagome sufriera por eso.
– ¿Estás segura Kagome?, ese día, vi que llorabas y sé que no era por Inuyasha - escuché la voz de Sango nuevamente que logró sacarme de mis pensamientos, y Kagome, ella dejó de caminar.
Miroku y yo nos volteamos para ver que sucedía.– No pasa nada chicos, solo debo regresar a casa, he estado ausente y tengo un examen pronto, eso me preocupa. - sabía que mentía. - No es nada en serio - dijo mirándome a los ojos.
Necesitaba hablar con ella a solas, sabía que dentro de ella se estaba librando una batalla por no poder decirme sus sentimientos respecto a Sesshomaru.
– Tomemos un descanso - dije sorprendiendo a todos - Kagome necesito hablar contigo.
– Claro - respondió.
Encontramos un árbol con una colina que se encontraba rodeada de árboles y decidimos acampar, pasaríamos la noche de nuevo a la intemperie, a mi no me desagradaba pero sabía que ellos lo detestaban, era humanos al final de cuentas y estaban acostumbrados a la comodidad.
Llegamos un poco más abajo de la mitad de la colina, así Shippo no podría escucharnos.
La tarde estaba cayendo y ella volteo a verme, se veía tan triste. Eso era justo lo que quería evitarle, tristeza.
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Ojos color ámbar
FanfictionKagome está enamorada de unos ojos color ámbar, pero... ¿Los enemigos, las épocas y sus diferencias podrán más que el amor que siente?