BULLIE - CHAENNIE G!P

- 9 -

POV Jennie
— ¿Qué mierda haces Nayeon?

— ¿No ves? Ahora lárgate y déjame hacer esto en paz — Ante cada palabra que soltaba, su agarre se hacía más fuerte y yo, presa del dolor gemí.

Mi cuerpo fue liberado. Una ola de alivio duró poco, pues caí de rodillas. Lo que vi el rabillo de mis ojos fue una Nayeon siendo estampada estruendosamente contra los casilleros. El dolor en mi pómulo, cabeza y rodillas no me dejaba ver con claridad lo que pasaba.

Parpadee de un momento a otro, y de la boca de la castaña salía un hilo de sangre mientras caía inconsciente al suelo. Me asuste, pero más fue mi susto al sentir el agarre agresivo de Chaeyoung en mi brazo. Lo que faltaba. ¿Dios, voy a morir?

— ¿Qué tienes en la puta cabeza? — Gruñó. Le intente contestar, pero el miedo profundo de quedar como Nayeon me callo al instante.

Seguí su paso, y fue raro. Raro por que sin querer obedecía lo que inconscientemente me quería decir.

— Siéntate ahi, y no te muevas hasta que venga.

Con brusquedad me empujo hasta caer en el inodoro. Pretendo hacerle caso, ella es capaz de encontrarme y enterrarme viva. Repase el cubículo, como si fuese tan ajeno a mi vida. Tan ajeno como Chaeyoung en mi vida y aún así, esperaba algo más.

— Ven aquí, idiota — ¡Tengo nombre, imbecil!

Hice caso.

Sacó el algodón y lo mojó en alcohol, presionó sin piedad mi pómulo. Nayeon hirió parte de mi cara, y apenas caí en cuenta por que vi el reflejo de mi rostro demacrado. Grite y recibí una mirada completamente fría e irritada, resoplé en respuesta. ¿Qué pretende? ¿Qué salte feliz? ¿Qué gima? No, grito ¡por que me duele!

— Deja de quejarte.

— ¡Me duele! — Su mirada reprendió mi justificación, solo baje la cabeza, derrotada.

Untó una crema que esperaba que no fuese algo que me matara y colocó una curita de gatitos en la misma zona. Nunca la vi así, tan cerca. Y cuando la veía cerca, solo era por que me tomaba del cuello y me insultaba.

Esta vez... es... raro por qué, se ve perfecta.

¿Qué? No, no, no...

— No dejes que te moleste otra vez... — Dijo, con su típica voz dura.

— No puedo hacer nada.

— Me importa una mierda-

— ¿Te das cuenta de que haces lo mismo? — Interrumpí. 

— ¡Yo nunca he osado en sacarte sangre! No me gusta herirte mucho... — ¡Maldita cínica!

— Eso no cambia la acción, me hieres... ¡Y me duele!

— Solo yo puedo molestarte, idiota — Dijo, viéndome directamente a los ojos. ¿Qué clase de posesión es esta? — Y si vuelvo a ver que te dejas molestar, les romperé los huesos.

— ¡¿A mi por qué?!

— Por dejada... — Recogió el botiquín, quise reprender, pero me dio una mirada asesina. No puedo abogar con eso — ¡Ya dije!

Después de un día y una noche tortuosa, la realidad seguía golpeándome cada vez más fuerte de lo esperado. Yo, siendo una maldita débil, que no se puede defender, una idiota e inservible, me tocan las peores batallas. Me duele el cuerpo, la existencia y cada vello de mi, como si un camión de basura me hubiera pasado por encima. No sé que me espera. No fui con Jeon, hui de Tony, las llamadas de mamá sonaban por milésima vez en mi cabeza y Chaeyoung... se sentía como la primera vez. No sabré cómo afrontarlo, con el cuerpo así, no creo que no salga de sus garras sin una lagrima derramada.