Capitulo 4- Muerete De Hambre

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Cuando desperté me di cuenta que estaba acostada en la cama y cobijada, la cama estaba tendida

_El me había tendido la cama? Me acostó en ella? Cuanto tiempo dure dormida?_

De pronto la puerta se abrió y era el.

- Hasta que despiertas - dijo mientras me miraba

Voltee a verlo

- tienes los ojos inchados y te vez realmente mal

- Gracias por el cumplido - dije sarcástica

El se acerco un poco

- ¿cuanto tiempo llevo aquí? - pregunte

- Secuestrada?

- Si genio

- seis días

Mis ojos se abrieron cono platos

- SEIS DIAS?! - dije sorprendida, nunca pensé que fuese tanto tiempo

- Si.

Mis ojos se inundaron de lágrimas

- Ya no llores - dijo rodeando los ojos

- ¡como quieres que no llore!? - le dije en voz alta

El suspiro y rodeó los ojos, dio media vuelta y salió de la habitación. Yo me quedé llorando desesperada sin saber que pasara conmigo

_Que quería el de mi? Quien es el? La policía me estaría buscando? Cuando vendrán por mi?_

Esas preguntas retumbaban en mi cabeza y nuevamente lloré un buen rato pero esta vez no me quedé dormida, me calme pero tenía los ojos inchados y rojos y abrazaba la almoada. En eso la puerta se abrió y era el denuevo

- ya dejaste de llorar, llorona

- dejame en paz

- Deja lo pienso, mm, no.

Me senté en el colchón y lo miré

- quien eres? - pregunte

- Nadie - dijo como si nada

- Te odio - le dije con coraje

- Lo sé. Mira te traje la cena - se acercó y dejó la bandeja con comida enfrente mío

Solo mantenía mi mirada en el

- no comere nada así que ni trates de darmelo que de mi boca no pasara nada

El suspiro y se inclinó frente mío quedando su cara cerca de mi cara

- mm esta bien, muérete de hambre si eso quieres

Inevitablemente y espontáneamente le di una bofetada. Su cara estaba volteada a un lado, tomo su mejilla y la sobo y volteó a verme

- Esta bien, si a esto quieres jugar esta bien - tomo la bandeja, se paró y salió de la habitación

Me quedé sentada viéndolo, sentía tristeza, enojo, shock, no lo se, sentía de todo. Al final me quedé pensando en todo, mi vida, como fue que acabé allí, en mi trabajo, y pensé y pensé hasta quedarme dormida.

Paliacate NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora