Santuario sobrenatural de Salvatore

20. Capitulo 20

A la mañana siguiente, Lucifer se desenredó gentilmente de Damon… al menos lo intentó. El vampiro era como una lapa y terminó siendo despertado con un quejido y Lucifer se rió y aprovechó la oportunidad para escapar antes de presionar un beso en los labios del vampiro, sin demorarse lo suficiente como para ser 'atrapado' nuevamente. Sabía que Damon no necesitaba dormir más que él, pero disfrutaba dormir más cuando podía, así que Lucifer se dirigió a la puerta de al lado para ducharse y vestirse para el día. No le preocupaba que nadie lo viera desnudo. No sería la primera vez. Todos se habían visto desnudos en algún momento u otro y nunca fue gran cosa. Sin mencionar que las posibilidades eran bastante escasas dado lo temprano que era en la mañana, el hecho de que él y Damon eran los únicos que vivían en este pasillo, y que él solo iba a ir a la casa de al lado.

Cuando Jo y Elena entraron en la cocina, se detuvieron en seco e inclinaron la cabeza confusamente provocando que Lucifer se riera entre dientes. “Empecé un poco tarde esta mañana. Si quieres seguir adelante y agarrar todo lo demás, los huevos estarán listos en cinco ".

"Está bien", le aseguró Jo divertida mientras se servía el café. "Ni siquiera / tienes / que hacer tanto como lo haces, espero que lo sepas".

"Sí, fue una sorpresa, eso es todo", agregó Elena.

"Lo sé", asintió Lucifer. Sin embargo, realmente lo disfrutó. Los desayunos de la madrugada eran su oportunidad de conectarse con la mitad de la familia que solía estar fuera la mayor parte del día. Al menos durante el año escolar. Tyler acababa de terminar su último trabajo, por lo que solo eran los cuatro principales más Lucifer esa mañana y pronto se habían ido todos y Lucifer era el único despierto y probablemente lo estaría durante la siguiente hora antes de que los demás comenzaran a arrastrarse fuera de la cama. . Como solía hacer, sacó su bebida al balcón durante ese tiempo, pero después de unos minutos se sintió inquieto.

Dudó por un largo momento antes de extender sus alas y despegar, tomando un vuelo pausado. Había volado desde el balcón varias veces y subido al techo una o dos veces, pero en realidad no había tomado un vuelo real en mucho tiempo. En realidad, no había querido hacerlo en mucho tiempo. Mientras volaba, se perdió en sus pensamientos sobre por qué era eso. Siempre había sentido que su lado angelical era una tergiversación de quién era ahora, pero aparentemente, cuanto más cómodo se sentía con su lado diabólico, más cómodo se sentía también como ángel. No tener que ocultar su oscuridad parecía estar volviéndolo completo de nuevo en formas que no había anticipado.

Incluso en el infierno había tenido tendencia a ocultar su oscuridad. Incluso si solo de él mismo. Los demonios le temían de esa manera, y con razón. Sin embargo, no tenía que esconderse aquí. Todos tenían oscuridad en ellos en diversos grados y simplemente la dejaron libre y la aceptaron como parte de quienes eran. Todavía se lo ocultaron al mundo en general, por supuesto, pero no el uno al otro. No en casa. Realmente fue un santuario. Uno en el que pudieran curarse de la persecución del mundo humano. Donde podrían ser ellos mismos en todos los sentidos. No tenía que preocuparse de que vieran sus alas y pensaran en él como un ángel y olvidaran selectivamente el resto de él como lo harían los humanos.

Damon acababa de terminar su desayuno y salió a su balcón para leer un libro cuando notó a Lucifer en el aire, girando alrededor de la casa y sonrió alegremente. Dio algunos círculos antes de que pareciera estar llegando para un aterrizaje y Damon se movió hacia un lado en invitación. Uno que Lucifer tomó cuando cambió de rumbo para aterrizar en el balcón de Damon en lugar del suyo. "¿Buen vuelo?" Damon preguntó amigablemente.

"Mucho", asintió Lucifer, extendiendo su mano y llamando a su bebida descartada de antes mientras tomaba asiento.

"Así que anoche fue divertido", dijo Damon, sintiendo el problema.