˜Capitulo 3˜

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Capítulo 3 (checked)
Ya había pasado una semana desde que Leo y su familia se mudaron a mi casa y también una semana desde que Leo y yo volvimos. Había sido una de las mejores semanas de mi vida. Mis padres no pasaban mucho tiempo en casa así que normalmente me pasaba el día sola pero ahora que estaban los chicos cada día había un problema que resolver y la en la casa siempre había algo que hacer. Yo y Emanuel conectamos muchísimo y ya se había convertido en un hermano para mi. 
Ese día Andrés y Leo habían invitado a unos cuantos amigos a casa ya que querían conocerla y faltaban un par de semanas de vacaciones. Ese día ningún adulto  estaba en casa ya que para nosotros eran vacaciones pero para ellos no y Emanuel también se había ido con unos amigos de excursión a la montaña. Aparte de que los amigos viniesen a ver la casa ,Leo quería que me conocieran y como ya había pasado una semana me dijo que si al menos sus mejores amigos podian saber la verdad. Yo le dije que sí pero que ninguna chica de su grupo porque solo intentarian hacernos daño, el acepto el trato. Yo estaba super nerviosa pero lo intentaba ocultar, Leo también estaba nervioso por decírselo a sus amigos ya que no sabia como reacionarian, Andrés me  dijo que me iban a amar y que parara de preocuparme pero eso era tarea difícil cuando los mejores amigos de tu novio son también los chicos más populares del curso .Habían quedado en que vendrían a comer y pediríamos unas pizzas a domicilio. Habían invitado a 5 amigos, Samuel, Mateo, Alvaro, Lucas P, Lucas M y Pedro. 
Como todavía faltaban un par de horas hasta que los chicos llegaran y Andres y Leo se habían ido a comprar patatas y bebidas yo decidí ir a la piscina a nadar un rato y despejarme la mente. Aunque mucha gente me tome por loca cuando les explico por que me gusta nadar es la verdad. Para algunas personas el fumar es una forma de relajar, para otras es pintar, cantar, bailar incluso estudiar pero para mi es nadar. Cuando nado es como si escapara de mi vida un rato y me metiera en otra que no tuviera ningún problema. Nadar me relajaba y me ponía de buen humor. Aunque a veces era muy exigente conmigo misma y me ponía metas las cuales no podía llegar y eso hace que mi entrenador se enfade conmigo. Mientras caminaba hacia la piscina decido ver cuando empezaban de nuevo mis clases de natación. A principios de año mi entrenador me envió el horario así que lo busque y lo abrí. Aún falta una semana y media para que volvieran a empezar las clases y no podía esperar. También decidí cuanto faltaba para empezar el curso escolar, faltaban dos semanas y un par de días. Me apunté mentalmente que necesitan ir a comprar material para el colegio. Antes de que me diera cuenta ya había llegado a la piscina, entre y salude a la recepcionista
- Hola Laura, ¿Qué tal las vacaciones?- Laura y yo nos llevábamos muy bien y siempre que nos veíamos hablábamos un rato.
- Hola Elina mi amor. Mis vacaciones de verano han sido divinas. Alvaro me ha llevado a las islas canarias y no te imaginas la sorpresa que me hizo -Álvaro era el novio de Laura y ya llevaban 5 años juntos. Hacían una pareja super bonita, muchas veces él le traía rosas al trabajo y le daba un beso.
- ¿El que?- Pregunte emocionada-
- Me pidió matrimonio- Yo empecé a saltar como una loca y empecé a gritar de la emoción. Laura debió de contagiarse de mi emoción porque también se puso a saltar como una loca. La gente que pasaba nos miraba un poco raro.
- Dios mío por fin. Enhorabuena- Le dije de corazón.
- Muchas gracias, me lo pidió a la vieja usanza. Primero le preguntó a mi padre y a mi abuelo. Luego me llevó a la playa donde había preparado una mesita con velas, vinos el atardecer y cuando el sol se puso el se arrodillo y me lo pidió- Se me saltaban las lágrimas de la emoción. Estuvimos otros diez minutos hablando de sus vacaciones y de su boda y cuando sería. 
- Me alegro mucho por ti Laura- La abrace y me metí hacia los vestuarios. Ese día decidí nadar sets para practicar mi resistencia para la competición que íbamos a tener ese año. Cuando terminé de nadar y de cambiarme volví a casa. Llamé a Leo para preguntarle si él y Andrés ya habían llegado a casa y me dijo que sí, y que habían traído mucha comida. Yo le dije que estaba a punto de llegar y que fueran a poner la mesa. 
Cuando llegué me duché lo más rápido que pude ya que faltaban solo 30 minutos para que llegaran los chicos. Me duché, cambie y me puse un poco de maquillaje. Cuando estaba terminando de ponerme el colorete sonó el timbre. Escuche como Andres y Leo bajaban corriendo las escaleras. Yo les segui pero decido no correr por que me dolian las piernas de natacion. 
Escuche cómo se saludaban en la puerta y entraban. Yo me había quedado en la escalera esperandoles. 
-Chicos esta es Elina, la chica de las que os hable, es la hija de la mejor amiga de mi Madre.- Me presento Leo.
- Hola, ¿qué tal?-  Uno a uno se  fueron presentando, aunque yo ya los conocía de fotos que me habían enseñado. 
-Como puedes ver somos dos Lucas, a mi me llaman Martinez por mi apellido, si quieres puedes llamarme asi- Me explicó Lucas M.
- Eso ayuda, gracias- Rei. La verdad es que todos eran muy guapos y todos eran muy agradables.
- Eres una monada  de chica, por algún casual no estarás soltera- Me miró seducida mente Mateo. En ese momento me empeze a poner muy nerviosa
- Mmmm- Mire a Leo preguntándole con la mirada que debía decir. Este se puso al lado mia, me cojio de la mano y miro a sus amigos, yo le apreté la mano para infundirle confianza. Le sudaban las manos de los nervioso que estaba él apreciaba mucho la opinión de sus amigos y quería que yo les cayera bien y me aceptaran.
-Haber, recordáis aquel lío que tuve con esa chica en verano, de la cual os dije que me estaba enamorado y tal- Todos sus amigos asintieron y me miraron a mi- Pues bueno esta es ella,y ahora estamos saliendo juntos. Espero que me la tratéis bien y la aceptéis como mi novia y como parte del grupo- Los amigos de Leo empezaron a cantar y a saltar de la alegría, yo no entendía el porque, de repente se acercaron a mí y me cogieron en hombros.
Al parecer estaban hartos de que Leo les hablara de la chica misteriosa y por fin ponerme cara y nombre les alegraba. Todos parecían aceptarme y no se por que dentro de mí una luz de felicidad se encendió. Algo dentro de mí me dijo que esos chicos se iban a convertir en mi familia y que me iban a proteger de todo lo malo que me pasara
El día se me pasó volando, no nos paramos de  reír  en ningún momento, los chicos se  dedicaban contarme historias y anécdotas suyas de cuando se metian en problemas también aprovecharon para contarme historias vergonzosas de Leo lo único que me hizo reir mas. Yo les conté alguna anécdota que me ha pasado a mi y a mis amigas. Leo se veía muy feliz y no se apartó de mi lado en ningún momento asegurándose de que yo estuviera bien y cómoda .Cuando  llegó el momento de  que se fueran a casa, me pidieron el número de teléfono y me metieron en su grupo de wasap, diciendo de que ya era una más y que eso era muy importante. 
- Ha sido un placer conocerte Elina, por favor cuida de nuestro chico y esperamos verte pronto- Me dijo Samuel.
- Lo haré- Les di un abrazo y quedamos en que nos veríamos  el finde siguiente para ir a merendar al centro comercial. Para no molestar decidí dejar que los chicos se despidieron solos y me subí a mi cuarto un rato a leer.
- Bueno ¿que te han parecido?- Me preguntó Leo apoyándose en mi puerta. Levante la mirada para mirarle. En verdad era perfecto, y en ese momento me pude ver caminando hacia el altar y el en el otro extremo. No se por que se me vino ese pensamiento a la cabeza pero me asuste, “covy solo llevais 1 semana oficial, para el carro” me dijo mi conciencia. Tenía razón. 
- Son super majos y todo lo contrario a los que me imaginaba que eran, sabéis todos dais una imagen de chicos malos sin sentimientos ni nada pero sois todo lo contrario-Me rei- Y ¿que tal les he caído?
- Les has caido super bien, ninguna chica les había caído tan bien como tu , me han dicho que eres diferente. Que no finges y que eres lista no como las chicas de nuestro grupo que son todo maquillaje y nada más.
Al escuchar eso me puse muy feliz. Como no había nada que hacer me puse a escribir un rato en un historia que estaba escribiendo antes de que  viniera el resto de la familia. Estaba escuchando a Sam Smith cuando sentí que alguien estaba en la puerta de mi cuarto, era Andrés.
- Hola, ¿qué haces?- Me preguntó.
- Estaba escribiendo un poco. ¿Está todo bien?- Andres tenía una cara muy seria.
-Si,si. Solo  que te quería comentar una cosa sobre Leo.- Me empezó a asustar,la voz le había bajado de volumen y se había vuelto muy grave.- Él es un chico muy especial, y lo que te voy a decir es en el nombre del grupo, así que por favor no te enfades. Nosotros conocemos a Leo desde que tenemos 5 años, llevamos toda la vida juntos, yo a él le debo mi vida, ya que fue él quien convenció a su familia para que me adoptaran. Te queriamos decir, que por favor no le rompas el corazón, aunque él no lo enseñe ahora está en un mal momento, sus padres se acaban de divorciar, su padre le maltrataba, todas las marcas que tiene en la espalda se las dio su padre ha base de palizas las cuales él llamaba lecciones. Lo que más me jode es que solo le pegaba a él y no a Emanuel o mi y sé que Leo lo sabe y nos guarda un poco de rencor por ello- De ahí venian las marcas, me encantaba pasar los dedos por ellas mientras le acariciaba la espalda y siempre me preguntaba de dónde vendrían. Lo que me estaba contando Andrés hacía que me doliera un poco el corazón, no me había dado cuenta de que Leo estaba tan mal. Le costaba mucho enseñar sus sentimientos y la noche que me pidio ser su novia se que le costó mucho- Te estoy diciendo estas cosas sobretodo para que entiendas que aunque no lo parezca Leo es un tipo de porcelana, ha aguantado tantas cosas en su vida que ya no puede aguantar más y  se nota que te ama, y si le rompes el corazón, le rompes todo lo que le queda. Así que por favor no le hagas daño- No había escuchado la última parte de lo que Andrés me había dicho, mi cerebro había parado de escuchar en cuanto Andrés dijo que Leo me amaba, no me quería ,me amaba. 
Corriendo salí de mi cuarto  dejando a Andrés sentado y salí de mi casa, necesitaba coger aire, cogí el skate y me fui a dar una vuelta ya que eso me ayuda a calmar la mente y después del discurso que había dicho Andres lo necesitaba. 
Al cabo de una hora volví a casa, cuando entre dentro de la casa parecía que estaba vacía, llame a los chicos pero ninguno contestó. Entre a la cocina a por un vaso de agua y encontré una nota que decía: Elina hemos ido a hacer unas cosas, volveremos en dos horas, te quiere Leo. No sabia cuando se habian ido, asi que no sabia cuando volvieron, ya eran las seis de la tarde. Me subí a la ducha a darme un baño. Mientras me bañaba las palabras de Andrés se repetían en mi cabeza, Leo te ama. Yo también le amaba pero era demasiado pronto para decir nada. Un golpe seco en la puerta me sacó de mis pensamientos.
-Hola mi amor, ya estoy en casa-Me dijo mi madre. 
- Pasa pasa- Ella entró- ¿Me alcanzas la toalla, por favor?-Le pedí. 
- ¿Qué tal con los  chicos hoy, se han portado bien?
- Si, son muy majos y me han caído muy bien. 
- Me alegro, ¿Por cierto sabes donde están Andrés y Leo?.Los he buscado por toda la casa y no los encuentro.- Miro la hora y me doy cuenta de que ya casi habían pasado 45 min desde que llegué a casa.
- Estarán apunto de llegar, ¿Y papi?- La cara de mi madre se puede blanca. Mi madre no necesito decir ni una palabra más para que yo supiera lo que pasaba. Le habían vuelto a mandar de misión urgente. Ese tipo de misiones te avisaban una hora antes de que te tengas que ir y no te da tiempo a despedirse de nadie solo a hacer un padre llamabas. A mi padre le mandaban muy a menudo en misiones urgentes, sobretodo porque era uno de los mejores en lo que hacía. 
- ¿A dónde se ha ido esta vez?- Le pregunté. Tenía ganas de llorar pero con el tiempo he aprendido a guardar mis lágrimas y no sacarlas enfrente de mi madre porque a ella le cuesta mucho. Solo recuerdo una vez en la que ella y yo lloramos juntas porque mi padre se iba. Fue cuando le mandaron a Letonia, uno de los peores sitios y de los que volvían 2 de cada 10 soldados que iban. Esa fue la única vez que lloramos juntas, aparte de esa vez siempre que  a mi padre le mandaban de misión urgente mi madre me lo decía y cada una se iba a su habitación a lidiar los sentimientos a su manera. Normalmente yo le escribía una carta o varias explicando lo mucho que le quería y luego al día siguiente se las mandaba. 
- Se va a ir a Irak un par de meses, y hay más. A mi también me quieren mandar a Irak la semana que viene. Volvería en un mes y medio más o menos- Me quede parad y sin saber qeu decir, era como si derepente hubiese la habilidad de hablar No sabía que podía decirla para que la situación pareciese más fácil y para que ella lo pasara mejor, o ambas lo pasaremos mejor. Le dije que la quería y me fui a mi cuarto a escribirle una carta a mi padre. Esta vez le escribí una carta un poco diferente ya que esta carta no se la iba a enviar sino que simplemente la iba a usar de desahogo.
Tengo 16 años y desde hace 5 años sufro de parasomnia, los medicos lo identifican como un trastorno el cual implica sufrir de pesadillas. Nunca he ido al medico para que el mismo me lo confirme pero sí que he buscado mucha información sobre el tema y después de un tiempo decidí nombrar a lo que tenía así, para al menos no pensar que me volvía loca. Las pesadillas son siempre iguales y pocas veces tiene un final feliz. Siempre empiezan yo con un móvil en la mano y una voz desde el otro lado diciéndome que mis padres se han tenido que ir ambos de misión urgente, cada vez es a un sitio diferente. Normalmente en las pesadillas les pasa algo y manos fallecen y yo me suelo despertar en ese momento con la cara empapada de lágrimas. Nunca le he dicho esto a nadie ni siquiera a mi madre. Me da vergüenza y a la vez no quiero que nadie se preocupe de mí y de mis traumas de niña pequeña. Lo escondo muy bien y on el unio que no sueño pesadillas es con Leo. Si el esta hay no las sufro.
Al rato de que mi madre me diera la noticia escuche como la puerta se abría. Baje corriendo para ver si era Leo y Andres, me habían dicho que iban a salir dos horas y ya habían pasado tres desde que yo había llegado a casa
- He vuelto familia- Era Emanuel. Como siempre entraba gritando- Y mirar a quien me he encontrado  en el camino- señaló a Andrés y a Leo. Leo se me iba a acercar a darme un beso cuando vio a mi madre por detrás mío, entonces solo me abrazo. Yo no me había dado cuenta de que había bajado. 
- ¿Dónde estabais? Cuando llegue de hacer skate solo me habíais dejado una nota.-Les mire un poco enfadado
- Bueno reina teníamos que hacer unas cosillas, pero no te preocupes ya estamos aquí vivos y coleando- me dijo Andres con un tono juguetón, siempre me llamaba reina así que ya ha nadie le parecía raro, pero pude notar como Leo se tensaba de repente durante un segundo cosa que me extraño mucho pero decidí que le preguntaría luego que le pasaba. 
Los chicos saludaron a mi madre. Esta les empezó a contar lo que me había contado a mi, yo me subí a mi habitación ya que no me apetece escucharlos otra vez. Me tiré a la cama y empecé a llorar otra vez sobre la almohada ya mojada de mis lágrimas. Agradecí mucho que ninguno de los chicos vinieran a mi cuarto a preguntarme cómo estaba porque en verdad no me apetecía hablar con nadie ni ver a nadie. 
Sobre las diez de la noche Carolina llegó de trabajar y todos juntos nos sentamos a cenar. Al parecer mi madre ya le había llamado y le había contado la noticia. Carolina se pasó toda la noche intentando asegurarme que nada iba a pasar y que ella y los chicos estaban para todo lo que necesitara. Yo se lo agradecí de todo corazón. Durante toda la cena me dediqué a observar a Andrés y Leo , seguía un poco molesta con ellos,  y no me fiaba mucho de ellos ya que se habían ido más de 3 horas y no me decían a donde. Recogimos la mesa y yo me subí a prepararme para ir a la cama. No faltaba mucho para que empezara el cole y quería coger una rutina. Leí un poco y me debí de quedar dormida. 
Esa noche tuve una de mis pesadillas, y esta era de las graves. Esta era una de las pocas en las que no había despertado tras la noticia y lo estaba pasando muy mal cuando de repente sentí como alguien me sacudió para despertarme. Tenía la cara mojada y estaba llorando. Era Leo, me miraba con cara preocupada.Me tire a sus brazos llorando y temblando. Leo me sujetó muy fuerte.
Cuando me hube calmado, empezó a hablar
- Princesa ¿estas bien? Elina me has dado un gran susto. He venido a darte las buenas noches y estabas temblando y llorando.- Le mire a la cara, no sabía si debía contarle lo de mis pesadillas, no quería que se preocupara por mi pero la verdad necesitaba contárselo a alguien, llevar un secreto como este durante 5 años me dolía mucho. Le conté todo, desde que llevaba 5 años sufriendo pesadillas casi todas las noches y que no se lo había dicho a nadie, hasta describir alguna de las que sufría con más frecuencia. Eso era lo que mas me dolia que recordaba cada pesadilla como si fuese verdad y me hubiera pasado de verdad. Él hizo justo lo que necesitaba, me abrazó y me susurro al oído.
- Solo son pesadillas, productos de tu imaginación. Mirame a los ojos- Me levanto la cara para que quedara al mismo nivel que la suya- Tus padres están a salvo, su trabajo es peligroso sí, pero también son los mejores en su campo y no les va a pasar nada. Necesito que me prometas una cosa.
- Lo que sea- le dije mientras volvía a bajar la mirada, no podía mantener la mirada después de que le hubiera contado mi secreto más grande.
- La próxima que tengas una pesadilla me llamas y yo te cuido, ¿vale?- Asentí. El que hiciera ese gesto hizo que me sintiera más segura de lo que nunca me había sentido nunca. Siempre pensé que la gente se alejaría de mí si sabían que no era perfecta y de que no lo pasaba bien. Pero Leo hizo todo lo contrario, se acerco mas a mi. 

Pasamos un rato más tumbados abrazados sin hablar hasta que yo le pregunté. 
- Leo,  ¿Dónde estabais tú y Andrés toda la tarde?- Tenía que saberlo. 
-Ya te lo dijo Andrés mi amor, estábamos haciendo unas cosas.- Se dio la vuelta y me empezó a besar el cuello. Yo le aparté y le miré a la cara. 
- Leo,  ¿qué cosas?
- Cosas- Se puso tenso cuando se dio cuenta de que no iba dejar ir el tema.
- Lo ves, te estás tensando y tu nunca te tensas por nada. Asi que vas a decirme donde estabais y que haciais.
- Elina, yo…- Empezó a susurrar- Si te lo dijera , no me mirarás igual que antes. Las cosas que hago, los asuntos con los que trato no van a ser de tu agrado. 
- Leo, ¿qué asuntos?- El que no fuera al grano me empezaba a poner muy furiosa.
- Malos Elina, malos. Podrías creerme si te digo que te los contaré todos  cuando sea el momento y si necesitas saber algo te lo diré.-Me suplico, se subió encima mía y me abrazó por la cintura. 
Yo sabía que me lo diría en su momento, así que no le pregunté nada más. Y le deje que él hablara cuando estuviera preparado. Aunque estuviese enfadada sabía que empujarle no era nunca la solución por que el solo se cerraria más. 
- Los chicos y yo nos aseguraremos  de que no te pase nada, por eso te quería pedir que pasaras mas tiempo con nosotros por ahora para mantenerte a salvo. Porque los asuntos te pueden llegar a afectar- Su tono era un tono frio y serio
- Vale- Le bese la cabeza- pero mis amigas se vienen también- Note como una risa le recorrió todo el cuerpo.
Se acomodo al lado mío y me agarro de la cintura apretando contra el. Y ambos nos dormimos.
- Buenas noches Mía princesa- Susurro.
- Buenas noches mio leonardo.

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⏰ Última actualización: Aug 25, 2021 ⏰

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