El ruiseñor que no podía volar

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-Presiona la herida, Duff- Arthur sostenía a Shell, que terminó herido

-Estoy bien...ha..ha..es solo el hombro...- Shel jadeaba mientras mantenía la vista en los secuestradores

Viajaban en una ban blanca rumbo al puerto. Sus atacantes los seguían amenazando apuntando sus armas a Shel y a Etoile para tenerlos bajo control.

-Curioso, ese engendro dijo que posiblemente vendrías. No esperaba que fueras tan imbécil en salir- el hombre tortuga jugaba con su arma

-Quiénes son y qué mierda quieren de nosotros?- Papá Conejo usaba su Trébol para encontrar alguna pista en el maná

-Cuando lleguemos podrás usar tu Trébol tanto como se te ordene conejito-

[Sigamos jugando con ellos. Tenemos que encontrarlo para salir de este país] Arthur miraba entre su esposa y Shel

-Mocosa deja de gimotear, eres molesta- el rinoceronte le gritó a Duff

-Déjala en paz maldito ha..ha..- Shel seguía molesto

-Shelly...lo siento!- Duff apoyó su cabeza en el hombro de Shel para dejar de llorar

Después de una hora llegaron a la zona de los depósitos portuarios. Los bajaron para llevarlos hasta un contenedor falso que resultó ser la entrada a un área subterránea. La ansiedad por saber lo que hallarían los puso en alerta pues el cerebro tras todo el operativo de secuestro, se encontraba allí.

-Señorita Etoile, tenga cuidado.- Andreas la protegía amablemente

-Papá no te esfuerces- Etoile se preocupó al ver a Papá cargando a Drika

El contenedor se iluminó dejando ver un ascensor al fondo. Los instaron a subir.

Al llegar hasta abajo, se toparon con un gran laboratorio donde varios científicos realizaban experimentos químicos y al verlos llegar, las caras se tornaron asquerosas.

-Oh por fin están aquí. Ella quiere que los lleven a la sala de juegos- un joven pelirrojo actuaba amable y les indicó el camino

Entraron a una sala completamente blanca, sin ningún mueble pero con una pantalla espejada. Era una cámara Gesell en toda regla, lista para ser usada en ellos.

Los secuestradores se retiraron y los dejaron allí encerrados. Después de unos minutos, la voz de una mujer se oyó por los altavoces.

-Bienvenidos! Hace tiempo que no nos veíamos las caras. Cómo han estado? Yo muy bien! -

Mamá y Papá tragaron saliva al oír a la mujer burlándose de ellos. El espejo en la pared se volvió transparente para mostrar a la persona detrás saludándolos normalmente.

-Betania...- Mamá quedó paralizada

-Un conejo?!- Sky al igual que el resto quedaron sorprendidos

-Increíble! Te acuerdas de mí! La gran Mamá Conejo se acuerda de mi! Y qué me dices tu Papá?-

-Maldita perra!-

-Uy...estás sorprendido verdad? Jeje, espera aún falta más por ver Papá!-

-Por qué un conejo está haciendo esto?! Quién eres y qué quieres en realidad?!- Arthur se estaba enojando

Betania volvió a ocultarse tras el vidrio y se dirigió a su ubicación. Parte de la pared se deslizó dejándola salir.

-Les agradezco que me trajeran tan humilde regalo. Me faltaban los veteranos y la conejita- Betania se acercó para tocar el cabello de Etoile

El Hada Madrina mató al Príncipe Azul (Reboot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora