A Little Engel

Nuevo día

Oahh... La alarma suena una vez más para ir al colegio, que pesadez... En fin, hoy será día de competencia de básquetboll a donde no iré porque tengo lastimado mi pie pero no importa ya que tengo mi reemplazo y aunque no juegue me alegra por que tendré más tiempo libre mientras toda la escuela ve el partido incluyendo los maestros oh sí..
-Ángel te he preparado el desayuno hijo, espero te guste.
-...¿Desayuno?.. Ah claro gracias..
Es extraño que mi padre prepare el desayuno, cuando estos ultimos días ha tenido un humor de perros, tal vez puede que al fin haya decidido dejar su orgullo, o quizá tenga algo tóxico, si probablemente sea eso.

Después del desayuno, me dí una ducha rápida y me preparé para ir a la escuela la única ropa que tengo limpia es una sudadera blanca con mangas negras y unos jeans negros así que me los llevo, ya luego lavaré la ropa... Bajo rapidamente y me despido de mis padres saliendo de casa y me voy a la parada del autobús, que como siempre esta antes que yo: Volt Mi mejor amigo y también mi compañero de clase, cuando lo miro, me saluda y subimos al autobús
-Hey Ángel ¿como va tu pie?
-Bien, oye ¿porque te vez tan raro hoy?
- ¿A que te refieres?
-Te conozco, tienes el cabello despeinado y estas muy pálido, ¿Estás bien Volt?
-Sí amigo tranquilo
-¿Seguro? Espero que tus padres resuelvan sus problemas.
-........
-Tranquilo Volt sólo quiero ayudarte.
-Gracias, prefiero no hablar sobre eso.

La actitud de Volt era muy indiferente el día de hoy, curioso ya que el siempre suele ser muy abierto con los demás tal vez tenga muchos problemas ya pero prefiero dejarlo tranquilo por el momento.
El autobús llegó a la parada mored gaf.
Oh no..
Ahí viene el pobre chico incrédulo.
Un chico que sube al autobús en esa parada, Nathán, es un imán de problemas, no se porque, su actitud es pasiva y hasta donde yo sé es alguien "normal", tranquilo aunque casi nunca lo escucho hablar, siempre trae sus audífonos y a juzgar por su ropa diría que le gusta mucho el género rock, camisa negra, suéter negro, jeans rojos y unos converse rojos también. Llega y enseguida los del asiento de adelante lo abuchean y le lanzan unos cuantos papelitos, el chico ni se inmuta y se sienta a dos asientos delante del mío.

La verdad me agrada puede que algún día intenté hablarle.