Capítulo 27: Promesas.

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Danielle.

La zona de la piel me quedó ardiendo, pero no me importaba.

No iba a dejar que ella golpeara a Charlie.

Podrá ser su madre, podrá tener el “derecho”, pero a Charlotte Evans no la golpearán si yo puedo evitarlo.

Todavía estaba sorprendida y… confundida. ¿Por qué ella había decidido declararse en este preciso momento?

La señora Evans se me quedó mirando con desagrado. Sé perfectamente que no le caigo bien a esa mujer; mucho menos ahora que sabe de mi relación con su hija. Probablemente esté pensando en las mil y un formas de ahorcarme en este momento.

Bonita suegra te tocó, Williams.

Sólo espero que no sea como en las películas en las que la pareja homosexual son separadas por padres homofóbicos.

Quizá hablo demasiado pronto.

—Fuera de mi casa —ordenó fríamente.

—No si la va a golpear —respondí desafiante, cruzándome de brazos.

—Niña malcriada —gruñó la señora Evans—, vete ahora mismo o llamaré a la policía.

—Llame a quién quiera, no me iré si usted va a golpearla.

Sentí una cálida mano en mi hombro, dejando un ligero apretón.  —Bebé —susurró Charlie—, está bien, ¿sí? Ella en verdad es capaz de llamar a la policía. Vete, por favor.

— ¡Aléjate de ella, Charlotte! —exclamó su madre, tomándola del brazo y apartándola de mí.

— ¡Mamá, basta!

—Dani —Matt, quien había estado en completo silencio, apareció de repente frente a mí, tomándome de hombros—, escucha, es mejor irnos ¿sí?

— ¡No! ¡¿No viste que ella casi la golpea?! —mi respiración se estaba volviendo pesada por la ira.

—Dani, tienes que calmarte.

— ¿Qué está pasando aquí? —todos giramos para ver a Emma entrar en la sala, con una expresión confundida en su rostro.

— ¡¿Tú lo sabías, verdad?! —su madre la apuntó con un dedo.

— ¿De qué hablas, mamá? —cuestionó la alta castaña, alzando una ceja.

— ¡Ahora tu hermana se cree lesbiana! —se rio sin gracia.

— ¡Mamá, ya, por favor! —pidió Charlie.

La señora Evans me miró. —Fuera de mi casa, asquerosa lesbiana. Y aléjate de mi hija —escupió—. Llamaré a la policía —ella empezó a caminar hacia la cocina, hecha una furia.

—Emma —la llamó Matt—, ¿verdad que no vas a permitir que golpeen en Charlotte? —podía escuchar su voz llena de desesperación.

—No, claro que no —Emma parecía firme, caminando hasta su hermana menor.

— ¿Ya ves, Dani? Emma no dejará que lastimen a Lottie, necesitamos irnos, ¿sí?

Como pude, giré a ver a la hermana mayor de Charlie, ella asintió, para confirmarme las palabras de mi mejor amigo.

—Dani… —susurró Matt.

Por último miré a Charlie, quien estaba cruzada de brazos del otro lado de la sala, reconocí la expresión en su rostro como una llena de preocupación.

¿Qué me estás haciendo, Charlie?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora