Capítulo 3

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La fiesta comenzó animadamente, las chicas del gremio bebían sin parar, la música a todo volumen y ellas bailando sin parar. Dando todo de ellas mismas y lo más importante, cualquier cosa les causaba gracia, no paraban de reír y reír.

Lucy tropezó con el pie de Levy cayendo al suelo. Se rió tanto que contagió a las demás y un dolor en su estómago se hizo presente.

Si Lucy no recordaba mal, Levy estaba embarazada... ergo, no puede beber.

-Lu-chan jajajajaja – Levy era la que más le afectaba el alcohol – una gota no hará daño a nadie, ¿verdad que no bebé? – le habló a su panza.

¿Unas gotas de esa sustancia en el cuerpo y la ponían así? Levy asintió feliz. ¿Desde cuándo era tan irresponsable?

Cada una estaba en su nube de felicidad.

Juvia, sin embargo, registraba el armario de Lucy para ponerse algo sexy, se le apetecía sentirse guapa. Efectivamente encontró un traje navideño rojo con bordes blancos de palabra de honor, con unos guantes para los brazos a juego con un gorro. Juvia dio una fuerte palmada.

-¡A Juvia le encanta la navidad!, ¡Y los gorros!

Le gustó tanto el traje que ni permiso le pidió para ponérselo. Lo cogió y se fue corriendo al baño, se cambió e incluso se maquilló.

Juvia salió del baño deslumbrante y como consecuencia se creó un silencio total. Todas sus amigas admiraban a la maga, ¡estaba guapísima!

-Oh la la Juvia, no sabía que tenías ese cuerpazo, Gray tiene que estar muy contento – comentó Levy de lo más feliz.

Definitivamente, a esta chica no le sienta bien el alcohol.

-Oooooh yo también quiero ponerme así de guapa – siguió Erza con un brillo especial en los ojos – ¡Registremos el armario de Lucy y pongámonos sexys! – gritó señalando el armario.

-Ay madre, la van a liar – la pobre Lucy ya se imaginaba sin armario y lo que es peor, ¡Sin ropa!

Todas invadieron el armario gritando como si fuesen unas crías, probándose conjuntos y cambiando de ropa si no estaban conformes, también se maquillaron y por supuesto, no dejaron la bebida de lado.

Entre tanto alboroto solo Mirajane se percató de que tocaban el timbre, en cuanto abrió la puerta se encontró con la sonrisa de Natsu y compañía invadiendo el apartamento de Lucy. Natsu, Gray, Gajeel, Laxus, hasta Jellal estaban allí, pero ¿qué hacían ahí?

-¡Yo los llamé! – gritó Levy y se rió – ¡ahora si es una fiesta!, ¡Uuuuuuh!

-¡¡¿¿Quééé??!! – Lucy gritó en la estancia pero a todos ellos les dio igual – ¡Ay no! Váyanse – nadie le hizo caso.

No es que no estuviera cómoda en presencia de los chicos del gremio, sino que ya era una locura de fiesta con solo las chicas como para que se uniesen ellos también.

Ellos.

Ellos que suelen ser los causantes de destrozar cosas. Ahora no solo se quedaría sin ropa, sino también ¡Sin casa!

Esta fiesta es todo un desmadre.

Así que para empezar, le quitó la botella de alcohol que tenía Levy en su mano, que por muy pequeñaja que parezca es la principal alborotadora de todo el lío. Así mismo, recibió una queja por su parte. La vació en el fregadero, lo que provocó que se echara a reír otra vez, todo le causaba gracia, seguro que si Lucy le enseñaba el dedo corazón también se reiría. En fin.

"Vaya desperdicio de alcohol, pero es por el bien de tu casa Lucy y por el bebé de Levy", se dijo a sí misma.

La rubia giró sobre su propio eje y vio una escena aterradora. Ellos también empezaron a beber y por lo visto se les subió muy rápido.

Connections - GruviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora