Baby, Just Don't Move // Lee Dong Hyuck

【Chapter 19】

Si que el tiempo pasa volando, ni siquiera pude disfrutar las vacaciones, incluso mis años de preparatoria ya habían terminado. En un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba graduada, con mi familia felicitándome y festejando con mis amigos. ¿Cómo puede ir tan rápido el tiempo?

Ojalá hubiera podido disfrutar más, de la compañía que tenía, y de esos momentos que tenía junto a ellos. No creí que el día en que me mudará a otro país llegará tan rápido.

—¿Cuándo es que te vas?—cuestionó Yu Na al estar recostada en mi cama con su cabeza colgando.

—En una semana—respondí mientras empacaba.

—¿Y es necesario que empaques desde ya?—esta vez hablo Young Mi con una ceja alzada.

—No quiero olvidar nada, además, tengo mucho que empacar.

—Tenemos que aprovechar esta semana al máximo—se levanto de un brinco la menor—te voy a extrañar mucho.

Está se acercó a mi rodeandome con ambos brazos.

—Aun no me voy—correspondí pasando mi mano por su espalda.

La castaña se unió a nosotras, aún no me iba y ya están cayendo lágrimas de sus ojos. No quería que esto fuera así, pero sabía perfectamente que el irme a estudiar al extranjero lo ocasionaría.

—Young Mi y yo hemos decidido acompañarte al aeropuerto—comentó Yu Na aún estando abrazadas.

—No tienen porque hacerlo—me separé un poco para así verlas a ambas.

—Queremos despedirte—ahora contesto la mayor de las tres.

Les dedique una sonrisa a ambas para nuevamente abrazarlas. Las iba extrañar, y mucho.

—Bueno, ya, aún no me voy, no hay porque llorar—me aleje soltando una ligera risilla.

—Por cierto, también los chicos decidieron unirse, quieren despedirse.

—¿También Dong Hyuck?—pronuncié casi en un susurro.

Desde aquella vez en el hospital no lo he vuelto a ver, tampoco asistió al instituto, ni siquiera a la graduación. Es entendible, ya que estaba fracturado. Se podría decir que perdí todo contacto con él.

—Creo que los chicos no le han dado la noticia—respondió la castaña mientras se volvía a sentar en el suelo.

—Entiendo—murmuré asintiendo ligeramente con la cabeza.

—¿Por qué no salimos? Puedes seguir empacando mañana—propuso Yu Na quien se mantenía inquieta merodeando por toda la habitación.

—Esta bien, vamos.

Las tres salimos de mi habitación y seguido de casa para así ir a quien sabe dónde. No sé si iríamos al centro comercial o al arcade, hay tantos lugares para acudir.

—¿Les molesta si Hendery nos acompaña?—preguntó Young Mi en el transcurso con su teléfono en mano.

—¿Quién es Hendery?—esta vez pregunto Yu Na confundida—¿Ya no estás saliendo con Kun Hang?

—Hendery es Kun Hang, así le digo de cariño—esta soltó una ligera risilla.

—Si, no hay problema en que nos acompañe—de nuevo hablo la menor.

—Y bien, ¿A dónde iremos?—me atreví a preguntar, ya que no quería que estuviéramos merodeando.

—Es una sorpresa—ahora respondió Young Mi con una sonrisa algo sospechosa—Hendery nos está esperando en la otra calle.