7.- Problemas

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❤️:

... Me fuí... No lo quería ver, el Kimoe que empezaba a conocer había cambiado completamente, realmente a pesar de creer que lo entendía, no era así.

Ahora le temía, las expresiones que hacía mientras ahorcaba a ese sujeto, me hacían comprender que no tenía ningún deseo de detenerse, en verdad lo iba a matar, su mirada fría era demasiado afilada, sus ojos penetrantes me asustaban, el era y siempre fue tan cruel como un animal salvaje.

Me aterraba el hecho de saber que era capáz de matar a alguien con sus propias manos sin el menor remordimiento, me asustaba la increíble fuerza que poseía y lo intimidante que era su altura.

Al final, me sentí como una presa que estaba dirigiéndose a ciegas a la boca del lobo, siendo engañado fácilmente como un niño inocente.

Me costaba entender el cómo era posible que una persona que desprendía tanta amabilidad, fuera capáz de ser tan seco y desalmado.

Al final fuí engañado... No volveré a acercarme a él.

Las clases se volvieron difíciles, Kimoe aún se sentaba serca de mí, pero ya no le prestaba atención, ya no me importaba si paraba de mirarme o no, o cualquier cosa que hiciese, no lo quería serca y no le quería ver o escuchar de nuevo, no es que estuviese enojado, ahora solo le tenía miedo.

Para distraerme me puse a dibujar, no sabía muy bien qué hacer, así que se me ocurrió plasmar las flores doradas que ví en mi sueño.

Al acabar pude contemplarlas, creo que habían sido uno de mis mejores trabajos en mucho tiempo.

Durante las demás horas trataba de evitar el menor contacto posible con Kimoe hasta llegar a la hora de la salida.

Noté que el chico que me había molestado no se encontraba por ningún lugar, eso me llenó de alivio.

Me dirigí solo a casa, sin atajos ni nada, pasé por el mismo café Internet de antes y recordé cuando lo ayudé...

Quizás fuí demasiado rudo con él.

Negué con la cabeza y seguí caminando, como mencioné antes mi casa está algo lejos, así que me esperaba una larga caminata.

Fué entonces que de repente sentí algo, algo extraño, como si me estuviesen siguiendo, no se trataba de Kimoe, lo sabía pues él era mucho menos cauteloso.

Empecé a caminar más rápido y por calles más angostas y más transitadas, pero la sensación aún no se iba.

Comenzaba a anochecer y sabía que aún no podía llegar a casa, no podia dejar que quién fuese que me estuviera siguiendo conociera en dónde vivía.

Fue entonces cuando llegué a un callejón sin salida y pude notar qué o quién era lo que me estaba acosando.

Una sombra se hizo presente en el lugar, parecía una figura humanoide, comenzó a acercarse más a mí y pude ver mejor sus características.

Era un sujeto con un sombrero y gafas desalineados, su aspecto era extraño, no parecía ser de ésta época.

No sabía qué hacer, algo me decía que corriera, que me escondiera en algún lugar, pero al final no pude moverme.

Fué entonces cuando éste finalmente decidió hablar.

-Así que... aquí es en dónde te has estado escondiendo... Encontrarte no fue una tarea fácil-

No entendía a qué se refería.

-¿Q-qué es lo que quiere de mí? P-por favor déjeme en paz-

Retrocedí mientras éste se acercaba más y más a mí hasta que mi espalda chocó contra la pared.

-Oh vamos, no te hagas el tonto con migo, sabes perfectamente por qué te quiero... -

Su cercanía me inquietaba, no sabía que hacer.

-Eres un objeto muy valioso, un espécimen muy extraño, todos nosotros lo sabemos-

¿Objeto? ¿Espécimen? ¿De qué diablos está hablando?

-¿Por qué no muestras tu verdadera cara, demonio? -

Comenzó a apuntarme con un arma de fuego, no sabía qué clase de broma era ésta, o si ese sujeto estaba drogado, pero algo era seguro, no quería estar ahí.

Rápidamente lo empujé con todas mis fuerzas y conseguí apartarme lo suficiente como para empezar a correr.

Necesitaba perderlo a como diera lugar, había comenzado a disparar aleatoriamente, el sonido era aterrador y sus maniáticas carcajadas lo eran aún más.

Me extrañaba que nadie se hiciera presente ante tal estruendoso ruido, o siquiera viera a alguien más en la calle, el lugar estaba desierto, no entendía nada, parecía ser una pesadilla.

Grité por auxilio lo más fuerte que mis pulmones me lo permitían, pero al final... No vino nadie.

Una de las balas rozó mi pierna izquierda haciendo que tropezace y callera al suelo.

Desesperado intenté levantarme, pero simplemente no podía.

Aquél sujeto llegó hasta mí y me apuntó con su arma directamente a mi cabeza.

-Qué extraño... ¿Por qué no te defendiste?-

Qué pregunta tan absurda ¿Cómo se supone que lo haga si él se encuentra armado? Además se nota que es mucho más fuerte que yo ¿Qué esperaba?

-Me parece algo extraño que teniendo lo necesario para defenderte y matarme simplemente hubieras preferido huír- cargando lentamente el arma.

Mi cabeza daba vueltas, mi corazón parecía que iba a explotar, ¿Así se sentía saber que iba a morir?... Un momento ¿En verdad iba a morir? ¿De ésta manera? ¿Así nada más? Todo ésto es demasiado repentino, no quiero morir.

Comencé a temblar y mis lágrimas no se hicieron esperar.

-¿Qué esperas? Transfórmate de una vez, no puedo obtener tu costosa piel si no te transformas antes de matarte-

-¡T-te lo juro! ¡No sé de qué diablos estás hablando!-

¿A qué se refería con transformarme? Y-yo no soy un ser mágico solo soy un humano común y corriente.

-¿Así que seguirás poniendo las cosas difíciles?, no importa, a ver si con un disparo de verdad se te ocurre cooperar-

Antes de que me diera cuenta apuntó a uno de mis brazos y disparó, el dolor era insoportable, tanto así que solté un grito desgarrador, había sangre, sangre por todas partes.

¿Por qué me hacía ésto? ¿Por qué me pasa ésto? Mi vista se está nublando, me marea la pérdida de sangre.

-¡Arrrrgggg! ¡¿Pero qué tan difícil es cooperar para tí?! ¿Qué no eres un Kitsune? ¡Ten un poco de dignidad y transfórmate de una maldita vez! -

-¡¿Un Kitsune?! ¡¿Qué se supone que es eso?! ¡¿Qué es lo que siquiera significa?! -

Parecía que había acabado con la paciencia de aquél extraño, pues acabó por darme un fuerte golpe en la cara con su arma aturdiéndome más, ya no podía ver nada, solo podía escuchar con dificultad...

Creo que al final sí voy a morir, núnca creí que acabaría así, supongo que ya no se puede hacer más nada...

Antes de caer inconsciente creí haber escuchado algo parecido a un aullido, pero creo que solo fue mi imaginación.

Al final no creo que nadie venga a salvarme.

Perdón Kimoe, quizás al final solo intentabas protegerme y sobre exageré las cosas.

Moon loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora