Miedo/Fantasmas

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No les temía a los fantasmas a pesar de que toda su vida los ha visto, no, en realidad le temía a las personas y a sus acciones, no todas eran confiables y lo sabia.

Las miradas pueden decir mucho de las personas, hay gente que pareciera que tuviera ojos muertos, apagados, sin brillo, con ello la capacidad de sorprenderse de verdad. Otros con miradas tan intensas que los otros se sienten incomodos ante ellas. Así le pasaba con aquel pelirrojo.

Ahora estaban juntos y solos porque todos los demás se habían retrasado en llegar a la cancha donde jugarían.

Akashi parecía interesado en algo que veía en su celular y por eso el chico de hebras castañas no se atrevía a hablarle.

Furihata hizo botar el balón que trajo por su lado, pero no se atrevía a jugar por temor a quedar en ridículo frente a Akashi, después de todo este era uno de los milagros y el apenas había jugado contadas veces y no había sido muy bueno.

Aunque al estar la cancha tan vacía pensaba que otros podrían adelantarse. Ah al menos intentaría encestar, necesitaba practicar esos tiros, después de todo, aun fallaba bastante.

Decidido se levanto del lugar donde estaba y trató de encestar de manera seguida, lo estaba haciendo muy bien en un principio, pero pronto empezó a fallar.

―Estas mal, uno de tus brazos debe estar en otra posición a la hora de tirar.

Por un momento se había olvidado de que Akashi estaba allí, y al ponerse nervioso empezó a fallar todos los tiros. El capitán de Rakuzan se acerco a Furihata y le ayudo a poner los brazos en la posición correcta. Kōki trago saliva tenia tanta vergüenza, se encontraba tan fracasado al lado de esta persona.

―No te pongas tan tenso, no te haré daño. Relájate y no pienses en nada.

Trato de hacer algo, aunque la cercanía de Akashi y su calor le provocaron cosas a Furi. Cosas que no podía describir en esos momentos, pero antes de tirar el balón estaba colorado como un tomate, por suerte había logrado anotar.

―In-increíble ¡Lo hice! ― Tartamudeo, pero sonrió feliz recogiendo el balón y tratando de tirar como le había dicho Akashi y no fallaba en ningún intento. ―Gracias Akashi-san.

El mencionado asintió, parecía que quisiera decirle algo a Furihata, pero no se atrevía.

― ¿Quiere jugar? Aunque le advierto no soy muy bueno.

―Si, esta bien pero antes quería preguntarte algo Furihata-kun.

Este asintió dando consentimiento.

― ¿Me tienes mucho miedo?

―Un poco. Al principio, usted se veía muy imponente, además de sus ojos tan penetrantes y salvajes. Me asusto mucho cuando intento hacerle daño a Kagami, lo siento.

―No era yo mismo en ese momento, aunque no es excusa. Lamento haberte asustado.

Furihata sonrió, Akashi era una buena persona después de todo.

―Esta bien Akashi-san.

―También deseo preguntarte

―Dime.

― ¿Serias mi novio? Es que te e observado mucho en este tiempo, es absurdo, pero no e podido dejar de pensar en ti, a veces te observo cuando juega tu equipo contra el mío, tus acciones, tu forma de hablar, todo. Tetsuya piensa que estoy enamorado de ti, no estaba seguro, pero cuando te veo sonreír es...increíble lo que mi corazón me hace sentir.

Furihata queda en shock. Eso si que no se lo esperaba. Se toma un momento silencioso antes de responder.

―Ah, pues podríamos intentarlo.

Justo en ese momento aparecen entre los arbustos los de la generación milagrosa y algunos de Seirin con serpentinas.

―¡¡¡Felicidades a los novios!!!

Furihata casi pega un salto cuando los ve aparecer casi de la nada y se aferra a Akashi. Seguramente habían espiado todo y eso más vergüenza le daba.

Definitivamente la gente viva da más miedo que los fantasmas.

31 días de AkaFuri 2020/2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora