Subí las escaleras y me metí en mi dormitorio.
Jaden cerró y me cogió por las caderas acorralándome contra la pared mientras besaba mi cuello de nuevo.
No cerré los ojos porque justo quedábamos en frente de mi espejo y podía ver los músculos de su espalda contraerse y su cabeza escondida en mi cuello y eso me despertó algo en mí que no sabía que necesitaba.
Cogí su rostro entre mis manos y lo centré en mi mirada.
- Prométeme algo.- susurré.
No esperé respuesta.
Lo giré haciéndole ver nuestro reflejo en el espejo.
Él estaba delante de mí y yo apenas era visible tras su cuerpo por lo que me puse de puntillas y apoyé el mentón en su hombro.
Rodeé su pecho con mis manos.- Ningún rey se doblega ante otro rey.- dije mirándole fijamente en el espejo.- Hoy quiero que te doblegues ante mí, Jaden de Dinamarca.
Su mano acarició mi muslo y observé su sonrisa ladina.
Ahí supe lo que era tener bajo tu poder a un rey como él.
Al rey de Dinamarca.- Estoy a su merced, majestad.- sonrió divertido.
Me puse delante de él y comencé a dejar besos por su clavícula, descendiendo lentamente por su abdomen bajo su mirada y yo inevitablemente no podía despegar mis ojos de los suyos.
Le bajé los pantalones, dejándolo en bóxers y pude notar su erección.
Dejé varios besos sobre ella y pude notar cómo se le cortaba la respiración.
Sonreí internamente al ver que estaba bajo mi poder, totalmente rendido ante mí.Cuando vi que se relajaba me retiré y me puse a su altura.
Lo empujé por los hombros provocando que cayera en la cama.
Me miró curioso y yo solo me quité la falda ante él, dejando mi conjunto rojo a la vista.- ¿Qué estás planeando? - preguntó cuando me vio abrir el armario y dejar así a la vista los espejos internos que tenía.
Yo me encogí de hombros y fui andando hasta él.
- Ya lo descubrirás.
Me senté en su regazo y lo acerqué a mí cogiéndole del cabello mientra sale besaba con desesperación.
Lo necesitaba.
Necesitaba sentirlo dentro de mí.
Comencé a moverme en círculos y a calentarle más.
- Cass.- jadeó intentando pararme pero no pudo porque tampoco puso mucha resistencia.
Besó mi mandíbula y mis clavículas, apretando mi cintura para mantenerme quieta.
Sus besos descendieron hasta el monte de mis pechos y con un hábil movimiento desabrochó mi sujetador y lamió a su antojo.
Gemí cuando se introdujo un pezón en la boca y siguió lamiendo mis pechos.
- Jaden.- jadeé.- Por favor.- le pedí.
Si seguía calentándome no iba a tardar en correrme.
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LMDLC [EXTRA +18]
RomanceExtra del capítulo 26 de "La Maldición de la Corona". - Ningún rey se doblega ante otro rey.- dije mirándole fijamente en el espejo.- Hoy quiero que te doblegues ante mí, Jaden de Dinamarca. Su mano acarició mi muslo y observé su sonrisa ladina. Ahí...