El clan Vardrak

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30 años han pasado desde ese grandísimo cataclismo y desde el fin de la guerra entre el hombre y el hombre. A estás alturas uno pensaría que fué el mismo hombre quien provocó el desastre que lo llevó casi a su extinción, pero no es así. Un mes después de que Estados Unidos y Rusia bombardearan mutuamente sus capitales, la tierra se sacudió entera; las placas tectónicas se comenzaron a reacomodar. Durante ese periodo de 3 años, Estados Unidos pasó de ser un país relativamente grande a un archipiélago de 20 islas, México triplicó su territorio a la vez que se unió con Japón y otros cuantos países latinoamericanos; Argentina, Perú, Venezuela y Chile se perdieron en el mar al igual que la mitad del norte de África y gran parte de Asia. En cuanto a Europa permaneció casi intacta. Rusia se volvió un poco más pequeña pues se fragmentó en 10 islas, Italia se desprendió del continente y se unió al nuevo territorio de lo que una vez fué México. Portugal, España y la mitad de Francia se hundieron y el reino unido se incorporó por completo a Europa. Oceanía... no tuvo nada de suerte ya que fué devorada por los océanos Indico y Pacífico como si de la Atlántida se tratase.
Mi nombre de pila es Vlad. Nací en lo que antes era Rumania en el nuevo castillo o palacio imperial de la antigua ciudad de Targoviste, mi padre es Mircea Vardrak y es el voivoda o príncipe del principado vamprico de Valaquia. Tal y como mi nombre y el de mi nación lo puede indicar, soy un vampiro, un hijo de la noche. Sin embargo, contrario a la idea popular, poco queda de los antiguos vampiros en mis venas, pues debido a generaciones de incesto en mi familia hace siglos, nuestra inmortalidad fue revocada de nosotros ya que cada generación nueva nacía más débil que la anterior. Tal y como ya lo he dicho en el apellido de mi padre, pertenezco al clan Vardrak, antiguo y orgulloso quienes después de la caída de la casa Drácula tras la misteriosa desaparición del Principe Vlad y su hijo Diaval junto con su castillo, comenzamos a reinar en Valaquia a los vampiros y cuando el cataclismo ocurrió, mi padre emprendió una campaña para conquistar todo el continente y así, tener control total sobre su nuevo principado.
En cuanto a México, se convirtió en el sacro imperio mexica después de que se unificara con más países y los bastardos del Vaticano se unieran a ellos.
Regresando a mi tierra natal, yo nací en un 25 de octubre del año 2034, 11 años después del cataclismo. Por obvias razones, solo conozco el viejo mundo por medio de antigüos y olvidados mapas además de descuidados e incompletos libros de historia; y claro, gracias a mi padre y madre quienes vivieron en el viejo mundo. Hermanos tengo y muchos, tengo tres hermanos mayores y seis menores, soy una especie de hijo mediano.
Contrario a lo que el nombre de mi nación indica, en el principado vampírico de Nueva Valaquia aún existen humanos, no gozan de los mismos privilegios que nosotros claro está. A los que están más capacitados físicamente les damos la opción de ser sirvientes y a las hembras de esa especie las empleamos como nodrizas o niñeras, yo fuí criado principalmente por dos hembras humanas. Al resto de la población humana se le da el rol de ganado, recipientes vivientes de sangre para nuestro consumo; a lo largo de la región hay pequeñas granjas de crianza de humanos y ciudades enteras que ocupamos como campos de concentración para la crianza de nuestro alimento. Tal es el caso de la ex capital de Bélgica, Bruselas de dónde se surte la mayor parte del reino.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2022 ⏰

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