o n c e

210 65 2
                                    

o n c e

3 días para el festival de verano.

—¿Mamá?

Hola, hijo.

—¿Sucede algo?

La madre de Yoongi llora a través del teléfono y termina por reincorporarse. Jimin lo observa de soslayo con cuidado de no interrumpir.

Yoongi está asustado, pues Jungkook se encuentra en un estado social tan delicado que podría tener problemas con los vecinos hasta por salir solo a la puerta de la casa.

Pero no es Jungkook. Jungkook está bien.

Y entiende por qué Kimma le preguntó en la mañana si había llamado a su abuela en los últimos días.






—Llámame cuando llegues —le dice Kimma.

Yoongi está aferrado a sus brazos, las lágrimas le pinchan los ojos, pero está siendo más fuerte que nunca. Así como le enseñó su padre. A soportar el dolor más grande que ha sentido jamás. Un nuevo dolor que no conocía: la pérdida.

Comienza a distanciarse a propósito, así el dolor se siente lejano.

—¿Vas a estar bien?

—Tranquila.

—Envía mi pésame a tu familia. Lamento no poder acompañarte.

—No te preocupes, Kimma. Discúlpame con la banda. Volveré el sábado por la mañana.

Le permite un beso en la mejilla. Le hace falta. Ojalá pudiera tener un último beso de su abuela.







13:00: ¿Yoongi? ¿Dónde estás?
13:02: ¿Estás bien?
13:05: ¡Yoongi!
13:30: Háblame apenas puedas. Espero que estés bien.





Un derrame cerebral.

Eso ha dicho Jungkook entre lágrimas.

Y Yoongi tiene las cuatro cosas más horribles que jamás esperó ver frente a sí.

La policía en la puerta de su casa.

Su abuela en un ataúd.

Su hermanito esposado por las muñecas y tobillos. Por solicitud de una familia que lo desprecia por haberle quitado a un hermano, un primo, un tío.

No. Son cinco.

Yoongi observa a su padre con el cuerpo manchado de sangre, de pie a un lado del ataúd de su abuela.







22:50: ¿Cómo estás? ¿Tu madre? ¿Jungkook?

22:51: Estaremos bien, Kimma. No te preocupes.






En el cementerio, Yoongi acompaña a Jungkook, quien apenas camina con las esposas que rodean sus tobillos. Ambos escoltados por la policía, quienes, a pesar de todo, los miran con lástima.

Agradece que su abuela ya no esté aquí para ver esta escena tan denigrante.






—¿Estás seguro de que no quieres quedarte un día más? El festival es el domingo —insiste su madre.

—Tengo que ensayar una última vez. No puedo fallarle a Kimma.

Su madre le besa la frente y luego asiente.

—Voy a despedirme de Jungkook.

Su hermano duerme desde anoche, lleva más de quince horas bajo las sábanas, agotado por el llanto y el dolor de una familia que lo odia.

—Nosotros somos tu familia, Jungkook. Y nosotros te amamos —le dijo anoche mientras le acariciaba el cabello.

No obstante, sabe que aparte de su abuela y él, nadie más quiere a Jungkook.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Astronómicamente Inexacto ♫ yoonseok. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora