Capitulo II

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Con la mente llena de la vida de Max y la historia se levanta da una mirada leve al rostro como al nuevo cuerpo en busca de acostumbrarse.

Deja de mirarse, sale del baño caminando a las escaleras maltrechas y desgastadas, exhala y corre rápidamente entre escalones escuchando como cada uno de ellos cruje y espera un mal paso para desarmarse.

En el ultimo escalón su pie se hunde un poco solo que lo alza segundos antes del desastre y exhala con alivio, mira la cadaver sin cabeza del zombi sin embargo camino a la cabeza donde con su pie la presiona, encontrando un cristal no mas grande que un dedo de color rojizo oscuro, que se vuelve transparente al bajar la sangre.

Con el pensamiento de subir de nivel intenta comérselo.

—No, no puede comérselo— difiere Zhu Lu del pensamiento del anfitrion.

—¿Por qué?— indaga molesto, con esto deberia subir de nivel y aumentar su poder en lo que sea que hubiese ganado con la mordida del zombi.

—Según los datos de mi sistema si usted lo come lo vomitara— Zhu Lu intenta sonar como si aclarara su garganta — y debo decirle que mis datos aportan informacion donde se revela que el anfitrion tampoco es un inmune— suspira amargamente o eso intenta sonar — he de pedirle a Jung que averigüe por si mismo la razon por la cual no puede contraer el virus — sentencia.

—¿Qué hubiese pasado si este cuerpo no fuese inmune al virus?— pregunta al saber que su ayudante no desconocía si este cuerpo podía volverse zombi.

—La respuesta es simple, este sistema estaba preparado para convertir al anfitrion en el rey zombi y matarlo en busca de garantizar la vida humana— informa con un tono casual.

Enterándose de la realidad se logra sentir afortunado, ya no tiene que preocuparse por convertirse en el rey zombi y puede evitar la muerte humana, aunque también su corazón esta desesperado e incomodo.

—¿Qué hago con esta piedra?

—Haga que el personaje de apoyo la coma.

Con decepción mira la cuerpo tirado, sigue sin despertar, lo mueve notando varias cortadas en el rostro que según la historia las hizo la protagonista quien tiene una forma retorcida de ver las cosas, ella despues de golpearlo hasta que perdió el sentido le hizo cortes con una navaja de bolsillo en busca de que los zombis llegasen mas rápido a matarlo.

—Zhu Lu ¿tienes algo para sus heridas?— el cuerpo no perdio demasiada sangre al no tener cortes no obstante si lo mueve algunas heridas pueden reabrirse y sangrar limitando la posibilidad de que salga con vida.

—El sistema cuenta con el servicio medico —informa con tono satisfecho.

—¿Por qué lo dices hasta ahora?— reprocha recordando el dolor que sintio en su antigua mision por los golpes de su "hermanita.

—No estaba permitido decirlo si no hasta que usted preguntara, esa norma me la dijo el Dios del sistema— responde Zhu Lu.

Ese Dios rencoroso, se queja a sus adentros sin que nadie pueda comprender su dolor.

—¿Qué puedas darme para sus lesiones?

—El sistema cuenta con el ungüento para lesiones y pastillas de sangre— solo unos segundos despues de escucharlo ve un tarro con una pomada de colores y dos pastillas rojas — El ungüento se coloca solo una capa por herida y las pastillas no tienen sabor derritiéndose en la boca, aparte el anfitrion tiene prohibido usar esta formula para ganar dinero o mostrarla a especialista para intenta replicarla.

No penso en ninguna de las opciones prohibidas que le dio el sistema, por lo que solo sigue las instrucciones aplicando una capa de la formula en cada corte, despues de aplicar la herida se cerraba casi solo de no ver con sus propios ojos no lo hubiese creído.

No apuestes por personajes secundarios (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora