004

970 148 3
                                    

Seokjin apretó los puños con enojo, pero se sentó tratando de calmarse. ¿Ser el líder? Lo único que quería era estudiar en Estados Unidos de grande, abrir su propio negocio, quería elegir una omega, beta o incluso un alfa que le gustará, por su cuenta. Quería 3 cachorros, viajar con su familia, ser feliz. Odiaba que su lobo estuviera en su contra solo porque el omega era su destino. Pues vaya destino, solo estropeaba sus planes, lo que realmente quería, la oportunidad de elegir por si mismo como cuando era pequeño y su familia para nada estaba involucrada tan "familiarmente" con la maldita familia del líder. Era un fastidio tener al omega tan solo cerca, tener que pasar tiempo con la familia, para estar cerca de "su nueva familia, su nueva casa, su verdadero lugar" como decía su padre frente a él, que hablaba feliz con su madre.

Mordió su labio con el ceño fruncido, viendo la pequeña caja de terciopelo frente a él, con un anillo que había pasado ya por 10 generaciones, en los dedos de los omegas y betas parejas del alfa líder como siempre ha sido, tenía que admitir que era increíble, que el anillo sin duda tenía un valor invaluable, finísimo. Pero era otra cosa que él mismo hubiera querido elegir para pedir la mano de su omega... O beta, que por cierto en ese momento estaba a su lado, era la mujer que hubiera querido para él.

¿Estás bien, Jin? No luces feliz, sabes que este es un día importante... Bebe un poco de café o agua mineral tibia, te hará bien... — la beta pelinegra sirvió en un pequeño vaso de cerámica agua caliente ante la mirada del alfa que la veía con atención

Sabes bien porque estoy así, yo no quiero... Yo no quiero esto — ella era la única a quien le confío lo que pensaba, su Noona lo había escuchado, pero le había aconsejado solo afrontar su destino, algo que él no quería, no quería nada de eso... Quería huir, quería decirle a ella que la amaba

Shh, Jin cállate que llegó tu prometido, oh qué emoción, yo digo que si aceptarás esto, Nam y tú harían una preciosa pareja. Ya sabes lo que te dije, no entiendo porque rechazas lo que la madre luna te dió — quería gruñir, pero se tragó el gruñido viendo el vapor del agua, en silencio

Hijo, han llegado... Debes prepararte, no me desilusiones, en cuanto terminemos de cenar, debes hacer todo como preparaste con tu madre. Taeyeon hija, ve con tus padres. Todo debe salir bien, Jin. No olvides que la antigua líder estará aquí — Seokjin rodó los ojos viendo a la beta salir de la habitación, ella en la puerta le sonrió y le deseo buena suerte para luego irse, suspiro pensando en si debería hacerlo, no sabía si era lo correcto ¿Su padre se sentiría traicionado?

Era en lo que pensaba antes de solo tomar sus cosas y largarse de allí, habían cosas que lo ayudaban a mantener la farsa. Sus padres estaban orgullosos con la idea de que su hijo sea el líder, no por nada lo había escogido, según ellos debía demostrar lo bien que lo criaron. Tae en segundo lugar, aún la amaba, sabiendo que ella amaba a alguien más y que él había encontrado a su destinado, eso no importa, la quería a ella. También, que si se iba, no iba a poder volver a su familia, amigos, la gente del pueblo, traicionar a su manada no era una opción, menos desobedecer a su lobo pero aún peor, a la mujer anciana que le daba miedo, esa mujer era muy extraña, parecía ver el futuro o usar magia de algún tipo. Al final, no valió la pena ir a qué le contará quién sabe que cosas, ni siquiera recuerda. No aprendió nada.

.
.
.
.
.

Seokjin miró con aburrimiento a Namjoon, comía muy lento, tenía algo de salsa en la comisura de sus labios... No sabía si debía decirle, soltó un suspiro ignorando al chico y miró al otro lado de la mesa, estaba Taeyeon, se veía preciosa, ella había ingresado la universidad, había conseguido un trabajo y se veía realmente feliz, había cambiado su cabello y a veces se preguntaba ¿Cómo no había sido cortejada? Deseaba hacerlo él...

Hijo, es hora... — el señor Kim sonrió hacia Seokjin, dándole un pequeño codazo.  Jin tocó su sacó, había olvidado la caja — ¿Qué pasa? Hazlo...

Olvide... olvide el anillo — se levantó con rapidez de la mesa pidiendo disculpas ¿Era una oportunidad? ¿Si huía nadie se daría cuenta, o si? Entro en la habitación donde estaban antes y recogió la caja con pereza, la vió por unos segundos pensando en todo a la vez, que dolor de cabeza, supuso que debía hacerlo, pero al salir de la habitación vió a Taeyeon en el pasillo, tal vez debería hablar con ella antes de cometer un error.

¿Qué mierdas le diría? Te amo... No, siempre te he amado ¿Proponer huir? Dudaba mucho que ella aceptará, tal vez solo rechazar ante todos ser alfa líder y después correr el riesgo de declararse, eso era demasiado para él.

¡Seokjin! Ya es tarde ¿Estás asustado? Sabes que debes estar en la mesa, tomar al Omega de la mano y dar tu discurso, si estás nervioso solo debes apretar su mano o abrazarlo — Taeyeon saltó para atrás asustada cuando Seokjin tomó su mano y luego, solo la abrazo. Sonrío con ternura, entendía al alfa, era tímido y muy callado, debía estar que moría por dentro de solo pensar en eso, seguramente lo había pensado mejor y ya había aceptado su destino, no por nada había llegado tan lejos, estaba por pedir la mano de su alma gemela, tomar el puesto de líder y demostrar a todos que se había preparado bien. Pero le desilusionaba que él en realidad no quisiera eso — ¿Está todo bien, no? ¿Sigues sin querer hacerlo?

Tae, no quiero hacer esto. Debes ayudarme, por favor — se alejo unos cuantos pasos, apretando sus labios y viendo hacia el suelo con una mueca, quería llorar, o solo estaba enojado. Estaba alistándose para al final de todo, hablar y decir a quien en realidad amaba, pero no todo sale como deseamos.

[margaritas] - JinNam©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora