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♠️:

Quedé aturdido unos segundos y luego recordé que el echizo de espejismo empezaba a desvaneserse, pronto las demás personas podrían vernos y al estar con el aspecto que teníamos era mejor escondernos.

Cargué a Azami, transformándome nuevamente en humano y cubriéndole para que nadie pudiese verlo.

No podía llevarlo a ningún centro médico, ahora solo quedaba mi hogar.

Llegué tan rapido como pude y lo reposé en el sillón, aún histérico por  la situación busqué el kit de emergencia y lo usé, podía ser que se estuviede curando con rapidez, pero la herida de bala aún estaba sangrando, y bastante, desinfecté el área, hice algunos puntos y ejercí un poco de presión con un vendaje, al parecer la bala había traspasado limpiamente, cosa que me alivió por completo.

Luego de ayudar cuanto pude, me senté exhausto junto a él, era extraño, su apariencia había cambiado por completo, sus cabellos se habían vuelto completamente blancos perdiendo cualquier pigmentación que poseían, y ahora tenía dos bellas y peludas orejas de Zorro adornando su cabeza, sin olvidar una cola afelpable que quería poder acariciar... Se veía todo tan surreal... Aún era difícil de creer.

¿Cómo era posible que fuese un ser mágico? Más aún un Kitsune, debí almenos notar un tipo de olor diferente, de alguna forma pude haberme enterado, ¿Cómo se me escaparon tantos detalles?

Un minuto... Su fragancia, es dulce, ahora que lo pienso, jamás había notado un olor tan embriagante en cualquier otra persona y esas flores...

Tuve todas esas pistas frente a mis narices y no me dí cuenta.
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Ahora que lo pienso... El cazador había dicho que soy su depredador natural... Pero yo no quiero hacerle daño.

Miré a Azami nuevamente, se veía tan tierno durmiendo, tan pasible y tranquilo.

Tengo miedo, jamás había experimentado ésta sensación... No quiero perderte... No quiero que lo último que recuerdes de mí es que fuí una bestia salvaje... Perdóname.

Me acerqué a Azami y lo envolví en un cálido abrazo protector, ambos estabamos acostados en el sillón, me quedé dormido antes de pensar en cualquier otra cosa, aferrandome con delicadeza a mi pequeño niño de cristal.

Sé que estarás bien, todo estará bien, no permitiré que te pase nada malo de nuevo, incluso si eso significa que tendré que seguirte a todos lados, estaré ahí para tí siempre.

Acabé por dormirme aferrado a Azami, ahora me sentía más cómodo y en paz.

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❤️:

Oscuridad... Todo lo que podía ver era oscuridad, no había nada más, ¿Era éste el vacío a donde iba a parar después de morir? No, no lo creo... Por alguna razón creo que esto es solo un sueño...

Las flores se volvieron a hacer presentes, rodeaban mi cuerpo y emitían una luz segadora, el lobo que siempre vagaba por mis sueños también estaba ahí, justo en frente mío, se veía triste, podía verlo llorar... ¿Por qué llora? No lo entiendo, aún no creo haber muerto... Acerqué una de mis manos para tocar tenuemente su cabeza y éste pareció tranquilizarse un poco.

Al cabo de un rato la silueta canina se volvió un montón de pétalos brillantes que se exparcieron por todo el lugar, volviendo a despertarme.

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Me siento mal, me duele todo el cuerpo, paliza tras paliza, no estoy acostumbrado a todo ésto.

Intento mover mi brazo y puedo sentir un dolor extremadamente agudo que hace que me detenga por completo, empiezo a observar el lugar en el que me encontraba.

-Un momento... Ésta es la casa de Kimoe, ¿Cómo es que-

No acabo de terminar mi oración, cuando siento un poco de presión en el abdomen.

¡¡¡¿¿¿Era Kimoe???!!! ¡¿P-por qué me está abrazando de esa manera?! ¡¿Cómo es que estoy en su casa?! Espera... ¿Él me salvó?...

Tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas, estaba intentando calmarme, cuando de pronto sentí algo extraño entre mis piernas, era una cola esponjosa y enorme .

-¡AAAAAAAAAAHHHH!- Grité asustado callendo del sofá, ahora sí estaba más que confundido y aterrado, toqué mi cabeza y pude sentir dos orejas muy suaves, ésto tenía que ser una mala broma.

Kimoe se despertó y comenzó a tratar de calmarme, cosa que no logró.

-¿P-pero qué está pasando? ¿Por qué tengo éstas cosas? ¡¿Qué está sucediéndome?! -

-Hey... Tranquilo, estoy igual de sorprendido que tú, pero no puedes estar haciendo tanto esfuerzo, ven toma asiento... -

Aún histérico y temblando, me senté a  lado suyo.

-Verás, al parcer sí eres una criatura mágica después de todo, lo sé, yo tampoco lo sabía, pero no te preocupes, aprendes rápido, pronto sabrás cómo regresar a la normalidad-

Mi mente ahora estaba en blanco, con un espejo pude notar mejor mis nuevos rasgos, no parecía ser yo.

Además de mis nuevas extremidades, mis colmillos y uñas habían crecido un poco más de lo habitual, mis cabellos eran completamente albinos, y mis ojos se veían más ¿extraños?, mis iris se habían vuelto más exagerados.

Mi mente aún no podía procesar todo lo que estaba pasando.

Estaba comenzando a sufrir un ataque de pánico, cuando de repente, pude sentir unos brazos que me rodeaban con protección y calidez, era Kimoe, quien me recostaba en su regazo.

-... Tranquilo... No te estreses tanto, ya pasará-

Esas palabras y su reconfortante tacto, hacían que me sintiese seguro, protegido, como si a su alrededor todo fuese tranquilo.

Sin muchas más opciones, decidí simplemente regresar el abrazo y creo que por la fatiga volví a dormir, ahora un poco más tranquilo.

Podía sentir las manos de Kimoe dándome tiernas palmaditas en la cabeza.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2022 ⏰

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