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nota de la autora: todo lo mencionado en este capítulo y siguientes es ficción, nada entra en la realidad y si es así, no soy consciente de ello.

Al menos hasta que conoció a aquellos chicos...

Puede que no entendáis nada, o que quizá nunca lleguéis a hacerlo y es normal yo tampoco lo hice.

Tras aquel viaje inesperado a Madrid, Ginés y yo decidimos convertirnos en compañeros de piso y comprarnos un apartamento en la capital. Todo iba bien, llevábamos casi un año viviendo juntos cuando un día ocurrió lo que probablemente fuese el inicio de nuestro fin.

FLASHBACK:

Ginés sube las escaleras corriendo y tras unos minutos de intentos fallidos, consigue meter la llave en la cerradura y abrir la puerta de nuestro pequeño hogar.
Oigo como deja o más bien tira sus cosas encima de la mesa del salón y viene corriendo hasta mi habitación.
No llama a la puerta, entra y empieza a decir palabras de manera rápida e inentendible. En sus manos llevaba unos papeles, en el pie de uno de ellos, estaba su firma.

–Eh, eh, qué pasa no te entiendo nada.– Le dije intentando calmarlo.

–No lo entiendes, no lo entiendes, acabo de firmar el despegue de mi carrera.– Dijo llevando sus manos a su cabeza y dejando ver una sonrisa sincera.

Automáticamente me levanté de la cama y me senté. –¿QUÉ?–Dije arrebatándole los papeles de las manos.

Era una colaboración.

Xavier Bofill Pérez (Xavibo).

Fin del FLASHBACK

Ese día fue clave para determinar lo que iba a venir después, y es que Ginés empezó a comportarse de manera extraña y eso, en él no era normal.

NARRA GINÉS

Hace unos días empecé a quedar con Xavibo para preparar la colaboración.
Era consciente de que le tiraban mucho hate por equis cosas que publicó hace años, pero ese dato decidí no contárselo a Dani.

Cuando llegué al estudio, fue otra cosa la que encontré.

–Holaa Ginés– Me dijo Xavier. –Mira, te presento a Marc, Marc Seguí.–Añadió después.

–Encantado tío– Le dije ofreciéndole mi mano.

Tras unas horas de estudio, teníamos media canción hecha, y joder, iba a ser un puto temazo.

–Vamos a ir a una discoteca, a tomar algo, ¿te quieres venir?–Dijo Marc refiriéndose a mi. Acepté.

Una vez en la discoteca empecé a apreciar aquello de lo que nunca quise ser partícipe. Tras unas horas, fui partícipe.

LLAMADA ENTRANTE → Sabater😩❤️

Rechazar.

NARRA DANI

Dejé 4 llamadas perdidas en el teléfono de Ginés. 4 llamadas perdidas, 30 mensajes en su WhatsApp y 2 mensajes en su buzón.

Una hora, dos horas, tres...Y no volvía a casa.

Empecé a preocuparme cuando me llegó un mensaje suyo.

Paredes🤞🏻🧡: estoy en el estudio.

Fui a mi habitación, encendí el ordenador e inicié la búsqueda.

Puse en el buscador el nombre del estudio en el que habitualmente grabamos. Cuando todos se van, automáticamente sale un Cerrado al lado del nombre.

QUIÉREME; WallsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora