Traté de prestar atención en mis clases, pero mi mente se encontraba centrada en Chanyeol y en lo que quería hablar conmigo esta noche. Afortunadamente, solo tuve que soportar medio día antes de que fuera tiempo de ir a retirarme la férula.
Como esperaba, mi brazo se encontraba completamente bien.
Camino a casa, me detuve en la oficina de correos. Había un montón de correo basura en nuestra caja, pero también unos cuantos sobres amarillos, lo que me puso en una gran sonrisa. En ellos estaba pegado el sello de Media Mail. Recogiendo mi correo, me dirigí a casa y caminé por ahí. Por mi cuerpo recorría una molesta energía llena de ansiedad, como si hubiera bebido una de esas bebidas energéticas de bajo precio.
Me cambié de ropa varias veces, luego de buscar en mi clóset y no encontrar nada que me quisiera poner. Cambiarme de ropa no hizo nada para cambiar mi ansiedad.
¿De qué quería hablar Chanyeol?
Terminé cambiando el diseño de todo mi blog tratando de pasar el tiempo. Y eso solo me puso más ansioso, porque estoy seguro que arruiné el cabecero y el banner del final. Solo cuando el conteo de la publicación de un libro desapareció completamente, perdiéndose en la faz del internet, fue cuando me forcé a mí mismo a apartarme de la computadora.
Resultó que tenía que esperar un rato y ver. Fue un poco después de las ocho que Chanyeol se apareció en mi puerta, unos minutos luego de que mi madre se hubiera marchado para Winchester. Estaba inclinado en la barandilla, mirando al cielo como de costumbre. Parecía irreal con la luz de la luna alumbrando una parte de su rostro, y el resto escondido en las sombras.Entonces, Chanyeol se giró hacia mí, escaneándome. Parecía como si fuera a decir algo, pero lo pensó dos veces.
Reuniendo coraje, caminé y me detuve junto a él. - ¿Está D.O en casa?
-No. -regresó a observar la noche. Había unas mil estrellas titilando-. Fue al juego con Dara, pero dudo que se quede mucho. - Chanyeol se detuvo y me miró-. Le dije que iba a estar contigo esta noche. Creo que va a regresar a casa pronto para cerciorarse que no nos hemos matado el uno al otro.
Miré hacia otro lado, escondiendo mi sonrisa. -Bueno, si tú no me matas, estoy seguro que Dara estará más que dispuesta a hacerlo.
-¿Por el asunto del espagueti o por otra cosa? -preguntó.
Lo miré de reojo. -Ayer te veías muy cómodo con ella en tus piernas.
-Ah, ya veo. -Se apartó de la barandilla y se detuvo a mi lado-.
Tiene sentido ahora.
-¿Lo tiene? -continué.
Sus ojos brillaban en la oscuridad de noche. -Estás celoso.
-Como sea. -forcé una risa-. ¿Por qué estaría yo celoso?
Chanyeol me siguió por las escaleras hasta que estuvimos en mi entrada. -Porque pasamos tiempo juntos.
-Que pasemos tiempo juntos no es una razón para estar celoso, especialmente cuando fuiste forzado a pasar tiempo conmigo. -Me di cuenta lo tonto que era el hecho de que si me encontrara un poco celoso. Ugh-. ¿Es de esto de lo que necesitamos hablar?
Se encogió de hombros. -Ven. Vamos a caminar.
Viéndolo, deslicé las manos sobre mi camisa. -Es un poco tarde, ¿no crees?
-Pienso y hablo mejor cuando camino. -Estiró una mano en mi dirección-. Si no, me convierto en el Chanyeol idiota del cual no eres muy amigo.
-Ja, Ja. -miré su mano. Había un gran revoloteo en mi estómago-.
Sí, pero no voy a tomar tu mano.
-¿Por qué no?
-Porque no voy a tomarte de la mano cuando ni siquiera me caes bien.-Ouch. -Dolido, Chanyeol llevó una mano hasta su pecho-. Eso fue duro.
Si, y él necesitaba mejores clases de actuación. -No vas a llevarme al bosque y dejarme ahí, ¿verdad?
-Suena como un buen tipo de venganza, pero yo no haría eso. Dudo que dures mucho sin que nadie te rescate.
-Gracias por el voto de confianza.
Me lanzó una gran sonrisa y caminamos en silencio por unos minutos, cruzando el camino de la entrada principal. El viento era definitivamente helado a como estaba cuando me puse las bermudas, y estaba empezando a desear haberme puesto mejor unos jeans. El otoño estaba llegando.
Muy pronto nos adentrábamos en lo profundo del bosque, donde la luz de la luna luchaba por espacio entre los gruesos árboles. Chanyeol buscó en su bolsillo trasero una pequeña linterna que sorprendentemente alumbraba bastante. Cada célula de mi cuerpo estaba consciente de lo cerca que nos encontrábamos, adentrándonos por la oscuridad, con la luz saltando frente a nosotros con cada paso. Odiaba a cada una de mis células con pasión.
-Dara no es mi novia. -dijo, finalmente-. Antes salíamos, pero ahora somos amigos. Y antes de que preguntes, no somos esa clase de amigos, aunque ella estuviera sentada en mis piernas. No puedo explicar porque estaba haciendo eso.
-¿Por qué se lo permitiste? -pregunté, queriendo cachetearme. No era de mi incumbencia y tampoco me interesaba.
-Honestamente, no lo sé. ¿Ser un chico es razón suficiente?
-No, realmente. -dije, mirando hacia abajo. A penas podía ver mis
pies.
-Eso pensé, -respondió. No podía ver su expresión y lo necesitaba,
porque nunca podía saber lo que pensaba, y a veces, bueno, sus ojos estaban en guerra con sus palabras-. De todos modos, yo... Yo lo siento, por lo del almuerzo.
Sorprendido por su disculpa, me tropecé con una roca. Me agarró fácilmente, su aliento tibió chocó contra mi mejilla antes de separarse. Mi piel hormigueó, pero me solté. Chanyeol disculpándose por el episodio del almuerzo fue como si me cayera un balde de agua fría. No sabía qué era peor: Él no sabiendo que había sido un idiota, o él estando totalmente consciente lo que me hacía.
-¿Baek? -dijo suavemente. Lo miré. -Me humillaste.
-Lo sé.
-No, no creo que lo sepas. -Comencé a caminar, abrazando mis codos-. Y me hiciste molestar. No puedo entenderte. Un minuto no eres malo, y luego al siguiente eres el mayor imbécil del planeta.
-Pero tengo puntos extras. -Me alcanzó, siempre alumbrando lo suficientemente lejos para que yo distinguiera las rocas y raíces-. Los tengo, ¿verdad? ¿Puntos extras por lo del lago y nuestra caminata? ¿No obtuve nada por salvarte aquella noche?
-Tuviste muchos puntos por tu hermano. -sacudí la cabeza-. No por mí. Y si fueran mis puntos extras, ahora ya los hubieras perdido.
Estuvo callado por unos segundos. -Eso apesta. En serio lo hace. Me detuve. -¿Por qué estamos hablando?
-Mira, siento todo eso. En serio. -Dejó salir una gran bocanada de aire-. No te merecías la manera en cómo te tratamos.
No sabía que responder a eso. Sonaba honesto y casi triste, pero no era como si no tuviera opción en como actuaba. Buscando algo que decir, dije lo que probablemente no iba a caer muy bien. -Siento lo de tu hermano, Chanyeol. -Él se detuvo por completo, casi escondido entre las sombras.
Hubo un espacio de silencio tan grande que no estaba seguro si iba a llegar a responder.
-Tú no tienes ni idea de lo que le pasó a mi hermano.
Mi interior se tensó. -Todo lo que sé es que desapareció.
La mano de Chanyeol se abrió y cerró a su lado, con la otra dejó guindada la linterna hacia abajo. -Eso fue hace un tiempo.
-Fue el año pasado, -dije gentilmente-. ¿Cierto?
-Oh, sí., tienes razón. Es solo que parece más tiempo. -Miró hacia otro lado, la mitad de su rostro saliendo de las sombras-. Entonces, ¿cómo te enteraste de él?
Temblé por la helada brisa. -Los chicos estaban hablando de eso en la escuela. Tenía curiosidad de por qué nadie lo había mencionado, o al chico.
-¿Teníamos que hacerlo? -preguntó.
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Obsidiana- [ChanBaek]
ФанфикEmpezar de nuevo apesta. Cuando nos mudamos a West Virginia justo antes del último curso, ya me había resignado al acento raro, a tener mala conexión a Internet y a aburrirme como una ostra... hasta que vi al sexy de mi vecino, tan alto y con unos o...