WOMAN OF DARK DESIRES → pelle ohlin

chapter eight

─Vamos.─Dijo Euro cerrando el camión que usaban para transportar sus instrumentos. En realidad era de los padres de Faust, pero lo usaban como si fuera suyo.
Habían pasado las tres horas desde que Elizabeth y Pelle llegaron a la casa.

─¿Y Dead?─Preguntó Elizabeth dándose cuenta de que todavía no había bajado.

─Ve a buscarlo.─Dijo el pelinegro con un tono cansado, arrastrando las palabras.

La chica obedeció y subió a la habitación del rubio. Lo encontró en la puerta, guardando algo en uno de sus bolsillos.

─¿Qué llevas ahí?

─Nada.

─Oye, me encanta cómo te queda el maquillaje.

─Corpse paint.

─Eso.─Dijo sonriendo.

Bajaron a dónde estaban todos y por fin pudieron irse.
Necro conducía, Euro iba de copiloto con Jessica en sus piernas y Jan, Pelle y Elisa iban atrás, el rubio en el centro. A ella le hubiera gustado que también estuviera Faust para poder ir encima de Dead, pero ya sería demasiado peso. En cualquier caso, le hubiera encantado ponerlo nervioso antes del concierto.
Llegaron y entraron a la sala donde harían la performance, era la primera vez que Elisa los vería tocando.
Lo único que había además del pequeño escenario era una barra justo en el lado opuesto y unos baños, pero estaba bien para ser una banda pequeña.

─Ven, vamos a dejarlos que se preparen.─Dijo Jessica agarrándola por la muñeca y llevándola a la barra.

─¿Crees que vendrá alguien?

─Por supuesto. No es su primer concierto, ya tienen hasta fans.─Eso último no le hizo ni una pizca de gracia, tener fans conllevaba tener groupies, porque estaba segura de que a más de una le gustaba Dead.─Además, el concierto no empieza hasta dentro de media hora.

─Voy al baño, espérame.

La pelinegra sabía que no iba a poder soportar media hora de interrogatorio con su hermana, estaba claro que en algún momento le preguntaría por la noche que pasó fuera y no tenía ganas de responderle en ese momento. Se había llevado con ella una bolsa para guardar su maquillaje, tenía planeado retocarse en el baño mientras esperaba a que empezara el concierto. Apenas se puso un pintalabios negro, rímel y delineador, pero parecía otra persona. El tiempo que le sobró lo pasó sentada en la taza del váter, esperando.

─¿Elisa?─Era la voz de su hermana, estaba justo fuera del baño.─Están a punto de empezar.

─Salgo enseguida, me acaba de venir la regla.

─¿Llevas compresas y eso?

─Sí, no te preocupes. Salgo ya.

En el fondo no era una mentira del todo, justo antes de salir había encontrado una mancha roja en sus bragas y se llevó un tampón y un par de compresas. Pero desde luego que no le había pillado de sorpresa. Guardó su maquillaje y salió del aseo. Ahora había mucha más gente que antes, la sala estaba casi llena y no se podía escuchar nada. Reconoció a Jessica entre el público y se acercó a ella.

─Van a empezar ya.─Le dijo al oído, aunque gritando.

La pelinegra miró al escenario y vio a Dead con sangre encima del corpse paint y una cruz invertida de madera de un tamaño considerable. Suponía que la llevaban en el coche, pero le extrañaba no haberla visto con lo grande que era.
Los chicos empezaron a tocar las primeras notas y de ahí con la intro de la primera canción. Nunca los había escuchado así que no sabía cómo sonaban, esa sería su primera impresión por así decirlo.
La guitarra estaba muy distorsionada y casi no se escuchaba nada más, pero cuándo empezó a cantar Dead casi se le desencaja la mandíbula. Había escuchado anteriormente a Quorthon o Darkthrone, pero ninguno había conseguido las vocales del rubio. A pesar de ser una voz gutural, podía entender las letras, cosa que no sabía si le gustaba o no, porque la mayoría hablaban de necrofilia y muerte.
Llevaban más de la mitad del concierto cuando se dio cuenta de que Jessica ya no estaba con ella. No sabía a dónde podía haber ido si no estaba Faust con ellos. Desde luego que en otra ocasión pensaría que estaba en el baño con algún chico, pero Faust era el primer novio al que le estaba siendo fiel. Decidió ignorarlo y siguió viendo el concierto. Hasta ese momento no se había fijado, pero había estacas con cabezas de cerdo clavadas en ellas, y se dio cuenta porque la gente de la primera fila empezó a quitarlas y morderlas. Sabía que iban a coger como mínimo una infección por hacer eso, pero con la adrenalina del momento se veía increíble. Faltaban apenas unos diez minutos para que el concierto terminara y vio a Pelle sacando algo del bolsillo. Supuso que era lo que se había guardado cuando estaban en la casa, pero seguía sin distinguirlo bien. Se acercó para ver con claridad lo que estaba pasando y vio que empezaba a caer un líquido al escenario. Alzó la vista y pudo ver al rubio clavándose un cuchillo en el brazo. Debía ser un corte muy profundo para que derramara tanta sangre. La chica ahogó un grito y miró sin creerlo. El público aplaudía y vitoreaba, como si estuvieran en el punto álgido de un espectáculo, donde Dead era la marioneta.
Intentó hacer contacto visual con él por todos los medios, pero estaba tan concentrando en lo que hacía que ni siquiera miraba a la gente. Cuándo había terminado de cortarse ambos brazos, se pasó la mano por el antebrazo y tiró la sangre a público, que estaba como loco.
Notó que se estaba mareando y encontrándose mal, así que salió como pudo del gentío y fue al baño. Se miró en el espejo y se lavó la cara y las muñecas, su madre siempre le había dicho que era lo mejor para evitar mareos, y parecía funcionar. Se estaba mirando en el espejo cuando vio la puerta del cubículo de detrás suya abrirse.

─¿Elisa? ¿Qué haces aquí?─Era su hermana.

─Me he mareado.─No le iba a contar el motivo, pero definitivamente había sido por Pelle.─¿Qué haces tú aquí? Llevas desde la mitad del concierto desaparecida.

─He bebido demasiado.

─Y luego me dices a mí que no tengo que beber tanto.

─Cómo sea, voy a volver ya, ¿te encuentras mejor?

─Sí, mamá.─Dijo burlona.

─Que te den.─Abrió la puerta y volvió al concierto.

La pelinegra había decidido que no iba a salir hasta que terminasen de tocar. No creía poder soportar ver eso otra vez. Se apoyó en el lavabo y esperó.
Cuándo escuchó los aplausos y el cese de la música, se arregló el pelo y salió.

─Has tardado demasiado, ¿segura que estás bien?

─Que sí. Por cierto ¿y los chicos?

─Están detrás del escenario, me parece que Pelle está en el baño.

─Vale, voy a verle.

Su hermana le lanzó una mirada pícara que molestó a la chica.
Se acercó al aseo de hombres y tocó la puerta con los nudillos. Al no obtener respuesta entró directamente. Ahí estaba el chico, recargado en la pared mirándose los brazos con los ojos en blanco.

─Dios mío.─Dijo Elizabeth tapándose la boca. No fue hasta ese momento que Pelle se dio cuenta de que estaba ahí. La miró, aún con la mirada perdida.

Elizabeth se acercó corriendo y abrió el grifo, donde puso los brazos del chico para por lo menos lavar la herida.

─Quédate aquí, vuelvo ahora mismo.

El chico era incapaz de decir o hacer nada, así que allí se quedó, viendo cómo el agua limpiaba sus brazos.
Elisa volvió con un botiquín improvisado que le había dado en dueño del local. Cerró la puerta y se sentó en el suelo.

─Siéntate.

Dead obedeció sin siquiera plantearse si era lo que quería hacer o no.
La pelinegra sacó un algodón y una botella de alcohol del botiquín. Una vez empapado el algodón, se lo pasó por las heridas lo más rápido que pudo para no hacerle daño, aunque extrañamente no hacía ninguna mueca ni ningún sonido. Estaba segura de que esa no era la primera vez que se cortaba, por lo que estaba acostumbrado al dolor. Cuándo terminó de limpiar, sacó una gasa esterilizada de malla cosida y la envolvió alrededor de su brazo, sellándola con esparadrapo. Repitió el proceso en el otro brazo y se quedó mirándolo. No tenía ninguna expresión, se limitaba a mirarse ambas extremidades. La contraria no lo soportó y rompió a llorar, abrazando al más alto por el cuello.
Al parecer eso lo hizo reaccionar, y abrazó a la fémina de vuelta. Ella nunca sabría que era la primera vez que se sentía amado.
Se quedaron así durante algunos minutos y luego salieron para que los demás no los echaran de menos.