Después de la guerra mágica bastantes cosas salieron a la luz, por ejemplo el como Severus Snape fue un doble espía.
Algunas personas se lo tomaron a bien y otras, por no decir la gran mayoría, empezaron a acusarlo de traidor y mierdas como esas.
Habían ganado, ese debía ser el punto. Una celebración para esa parte de Europa e incluso para el mundo entero.
Pero no, en vez de ser más inteligentes y positivos, se centraron en él. Solamente él.
Y aunque al principio le valió un carajo, ahora se habían pasado. Ni en sus años en Hogwarts lo habían tratado tan mal. A menudo regresaba a casa con golpes, con insultos grabados en su memoria y muchas más cosas.
Cuando alguien se intentó sobrepasar con el, entendió que debía hacer algo. Le dio una patada al hombre y salió huyendo. Simplemente no podía estará ahí, no más.
Eso hizo, Severus Snape, después de meditarlo por un buen momento decidió pedirle a su mejor amigo, Lucius Malfoy, que lo deje vivir con el en Italia.
Un definitivo si que recibió por parte de el, no lo hizo dudar ni un momento más. Tomo sus maletas y fue al lugar esperado.
Dónde podría vivir en paz, con su mejor amigo y con el chico que lo hacía sacar suspiros. Extraño, si. Pero con tal de que nadie se entere todo estaría bien.
– Cuánto tiempo, te extrañe mi pequeña serpiente.
El rubio se acercó a él y lo abrazó. Aquel apodo y aquella pequeña acción hizo que se sonrojara, si algo era claro es que ahí estaría mejor. Abochornado, pero mejor.
– Malfoyado, que gustó verte.
Cuando se separaron pudo detalle mejor al hombre en frente suyo, su rubia cabellera atada en una cola baja, con los ojos inevitablemente más hermosos que antes, los labios ahora más hidratados que antes, dándole un hermoso color carmesí, las mejillas un tanto teñidas de rosa y sin las ya antes notorias ojeras. Tenía un sonrisa, pero también podía notar el dolor reflejado en sus hermosas platas.
Es normal, pues el hace poco perdió a su esposa. Quien también era mi mejor amiga, es algo doloroso por parte de ambos.
– Lamento mucho tu pérdida, yo también quería a Cissy con mi ser entero.
Pronuncie una vez que entramos a su mansión. Es un lugar agradable y por más grande que sea, no es tan tedioso como la última mansión. Aquella donde se encuentran mis terribles pesadillas.
Con aquel ser tan despreciable, quien se encargó de que murieran compañeros. A quienes no les tenía cariño ni aprecio, pero al final estaban ahí.
– Si, lo sé Severus. Fue algo triste.
Suspiro y luego centro su mirada en un punto fijo, la pared.
Sentí la presencia de alguien más, al voltear vi a su hijo menor. Mi ahijado, es una réplica exacta de mi mejor amigo. Es rubio y con ojos plata, también está dejando su cabello crecer, definitivamente es idéntico a su padre.
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Y solamente eso [Snucius]
FanfictionCansado de los prejuicios está listo para irse a un lugar nuevo, uno lleno de nuevas oportunidades.