Pequeña Familia (AFO x Kurogiri)

Capitulo 2.

—No me gusta, no lo quiero—. Comentó molesto.

—Tomura, no. Él lo será y no puedes negarte—.

—Largo—. Ordenó con seriedad.

—No. Él lo será y punto, nada hará que cambie de opinión—. Respondió con igual seriedad.

—Tch!—. Chasqueo su lengua con frustración, y empezó a tallar y rascar la zona de sus ojos.

—Aaah~—. Dejó escapar un suspiró y se acercó al pelinegro. —Ya te han dicho que dejaras de tallar así tus ojos—. Se agacho a su altura e hizo que parara. —Volverás a sangrar si sigues así—. Del bolsillo de su pantalón sacó un ungüento y lo esparció en las zonas algo rojizas. —Ya están rojas de nuevo Tomura—.

—No lo quiero...—. Murmuró.

—No es como el anterior, este es distinto—. Dijo con una leve media sonrisa.

—Eso dijiste del anterior...—. Murmuró otra vez mientras cerraba un ojo por reflejo.

—Jejeje...—. Rio con nerviosismo.

—...y del anterior—.

—Este será el último ¿De acuerdo?—.

—Esta bien...—.

Terminó por untar el ungüento, se puso de pie nuevamente y fue con el peli morado.

—Lo dejo a su cuidado, joven Shirakumo, espero buenos resultado—. Se despidió con una sonrisa.

Salió de aquella habitación, dejando solo al pobre de Shirakumo con aquel niño pelinegro algo sombrío, daba algo de miedo...

—Joven Shigaraki Tomura—. Llamó con una sonrisa amigable.

—Callate—. Ordenó con seriedad. —Qué el viejo te aceptara, no quiere decir que yo lo haga—.

El pequeño Tomura lo miró fijamente, como si lo estuviera analizando.

Oboro por otro lado... Solo podía sentir nervios por aquel niño, quería irse, pero debía de quedarse, ese era el trato...

Flashback.

—¿Qué clase de trato?—. Pregunto con seriedad.

—Es uno sencillo. Necesito que sea maestro de etiqueta de alguien—.

—¿En qué me beneficiaría yo?—.

—Como usted sabrá, planeó construir una serie de departamentos lujosos aquí, por lo que también habla un bar incluido, si acepta este trato, el bar volver a estar a su cargo. Claro, también si acepta, le pagaré por sus servicios—.

—¿Por qué no contrata a un verdadero maestro?—.

—Verá, el alumno en cuestión, es un pequeño niño de 7 años... Y tuvo roces de desacuerdo con sus anteriores profesores, por lo que trato de buscar fuera del charco. ¿Aceptara?—.

—...—. Lo pensó momentáneamente antes de responder. —Esta bien, solo permítame buscar un lugar donde pueda quedarme momentáneamente—.

—No tiene de qué preocuparse por eso joven Shirakumo—. Mostró una media sonrisa más relajado. —Puede hacer su estadía en mi hogar, necesito que este con el niño la mayor parte del tiempo posible—.

Finalizada esa conversación, Hisashi se fue y regresó al día siguiente con el contrato en mano. Después de firmar, Oboro fue llevado hasta el hogar del peliblanco, donde conoció al pequeño Tomura Shigaraki.