Capítulo 4

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Marina

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Marina

Últimamente dudo de quién soy.

Antes me consideraba una mujer fuerte y madura, capaz de lidiar con todo tipo de situaciones. Ahora siento que puedo derrumbarme en cualquier momento.

Haberme encontrado con Taylor fue como recibir un balde de agua fría en pleno invierno, tan frustrante como haber pasado meses construyendo muros a mi alrededor, día tras día, sin descanso levantando mis defensas, y que una simple brisa que lleva su nombre acabara con ellos en un pestañear.

Quizás fue que los construí sobre cimientos de mentiras, quizás por eso me merezco este golpe de realidad.

Camino a casa mientras maldigo todos esos meses que pasé lejos en vano, aunque aparentemente funcionaron para mi madre. Que ella también los necesitara me pareció el alivio más grande de mi vida, y puede que parezca egoísta de mi parte, pero verla a ella aceptar esta nueva vida como si nada me enfurece y me da envidia.

¿Por qué ella puede y yo no? ¿por qué soy tan débil?

Quizás porque ella solo debe soportar la parte menos dolorosa de mi carga, de lo que debo aguantar yo.
Solo posee un recuerdo, un fragmento de la que se convirtió en la peor noche de mi vida, y ni siquiera es un recuerdo, yo se lo conté.

Ese cuchillo que me desgarró directamente y sin anestesia fue lanzado a lo recóndito de mi cerebro donde nadie más que yo podría salir herido. Tomé todo ese dolor y lo dividí en partes nada equitativas, me quedé con la más grande.

Ya estoy fuera de mi casa y aprieto tanto mis párpados que se me arruga y me duele un poco la sien, siento como mis uñas me lastiman, pero no puedo abrir las manos. Odio estos episodios, odio no poder controlarme a veces, odio la simple idea de que toda mi vida se esté desmoronando.

No hay nada que pueda hacer, odio que solo ellos..... solo ellos podían calmarme

Mierda, mierda, mierda.

Entro a casa y la puerta se cierra de un portazo.

—¡Marina! — Escucho a mi madre gritar, sé que es porque odia que tire la puerta. No me importa en ese momento, sólo subo a mi habitación y cierro la puerta con llave, hasta el otro día.

***

Han pasado dos días y debo decir que han sido una completa basura.

No he salido de mi cuarto excepto para lo fundamental, lo cual, ya que tengo mi propio baño dentro de la habitación, básicamente es ir a la cocina a tomar alguna comida rápida e hidratar mi cuerpo.

No encuentro motivación ni siquiera en leer mis novelas favoritas, ¿Entiende eso? Estoy grave realmente si descubrir qué esconde el hermoso Travis Maddox en Beautifil Disaster no me está impulsando a sumergirme en páginas y páginas del libro como solía hacer antes.

Marina: Lie or DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora