Resoplo cansada. Tengo la oportunidad de saber el porqué tanta preocupación con hablar conmigo, pero el mensaje de mi madre me tiene más preocupada. Contestaré después,ella es más importante que esos cuatros estupidos. O ocho, o dos.
—¡O los que coño quieran ser!—siento un pequeño bloqueo al chillar, estoy saturada
Mantengo un botón verde y mi voz comienza a ser grabada
—Hola. ¿Mama? ¿Que pasa? Iré corriendo si se hace largo esto ¿vale? Adiós. Te quiero—y antes de soltar y enviar añado un beso.
Parpadeo muy rápidamente y me centro otra vez en el chat "número desconocido ". ¿Que se le dice a alguien que no sabes quien es? ¿Donde está esa seguridad y impulsividad de antes? La necesito. No que se decirles, quiero hablar pero siento que debo ahorrármelo todo. No tengo ni idea de quiénes son. Puedo estar hablando con todo tipo de personas. Eso incluye gente muy, muy chunga. O no. ¿Serán peligrosos? ¿Una mafia? ¿Tienen mi verdadera caja? Remojo mis labios y tecleó un "ok" pero sacudo mi cabeza y elimino todo. ¿Debo de ser mas agradable? No, ellos me buscan.
Mis piernas sincronizadas bajan escalones, uno por uno. Lentamente, fijándome en toda la conversación.
Mis ojos se quedan atónitos.
-Aquí dejamos un número, llama.-leo en voz alta. Y seguidamente otro mensaje aparece, esta vez, con un número de contacto incluido. Antes de adentrarme en donde puede pasar de todo, hago captura al número. Siempre provisora. Ahora si, pulso en el. Se que si no lo hacia me arrepentiría en cuestión de segundos.
En el segundo bip la llamada comienza.
Lo primero que escucho es un sonido que siempre he escuchado en las llamadas de empresas grandes. Puñetera publicidad. El sonido que indica que la conversación está siendo grabada. No lo pienso mas. Activo yo también la grabadora de mi móvil. Si jugamos, jugamos juntos. Que os den por el culo. También tengo claro que no hablaré primero. Esta vez no. En silencio no pasan más de cinco segundos. La misma voz de siempre da pie a la posible conversación. Si no me dan lo que quiero corto.
—Antes de nada, gracias por llamarnos, tenemos muchas cosas que decirte. La cosa esque no se el tiempo que podrá durar esto, así que vamos al asunto
—Me parece bien
—Bueno, para empezar, nunca te llamamos porque si, te recomendamos aceptar nuestras llamadas siempre. Puede que te ayude a juntar piezas, la hora y el momento en el que lo hacemos—ahí empiezo a ponerme nerviosa, pero no quiero aparentarlo
—A ver, a ver, a ver... ¡Me estas diciendo que vas a seguir con tus mierdecillas de juntar piezas, captar no sé qué...? ¡Te estoy llamando para que me lo expliques claro! No estamos jugando a ser detectives. Por lo menos yo—subo el tono en lo último dicho
—Lo sentimos Mad—Che, para el carro. Si vas a tratar conmigo, alguien que no conoces, no tienes... No tienes el derecho de decir así mi nombre. No me conoces—interrumpo agresivamente
—Madison—exagera la entonación— De nuevo, lo siento, pero ahí si tengo que decirte que te conozco. Muy bien. No sé si decirte personalmente pero sé quien eres. Eres Madison Sand Ayers—<¡¿Que?!> Me he quedado de piedra en las escaleras. Toda la seguridad que estaba empezando a coger esta ya por los suelos. Debo decir que estoy aterrada, muy cagada. Desconocidos saben de mi.
—¿Hola?—Vuelve a hablar la voz robótica ante mi ausencia
—Hola... —sacudo mi cabeza al hablar—no puedo creerme lo que dices. Estarás bromeando
—No, chica no. Y no te conocemos por gusto. Si quisiéramos, esta conversación no estaría pasando, pero por tu seguridad, por tu vida, lo que estamos haciendo, ahora, en este instante, es realmente necesario. Entiendo tu posición y tu preocupación pero queremos ayudarte
—Mentira. Me estáis volviendo loca ¡Quiero vivir como una adolescente normal! ¡Soy solo eso! Una cría
—Exacto, y te ayudaremos a eso. Escúchanos
—No quiero hacerlo. Estoy a un centímetro de mandar esta llamada a donde pican piedras—expresó con el pulgar muy cerca del botón rojo. —Voy a colgar.
—¡No espera! Sabemos información sobre tu caja. ¡Madison!—Cierro los ojos al escuchar la palabra <caja>. Decido seguir hablando.
—Esta bien. Quiero saber todo. To-do
—Todo lo que ahora podamos decirte—me enfurece un poco pero ya da igual, quiero saber. Hago un especié de ruido semejante a "ajam" para que sigan hablando
—Sabemos que ninguna de las dos cajas que tienes son la tuya realmente. Quien las envía. En eso estamos todavía
—¿Y que me sirve saber esto? Ya he deducido eso
—Hay más
—Genial—contestó rápido
—Llegarán muchas más, no sabemos la cantidad exacta pero si, no solo serán dos cajas idénticas—Mi mano izquierda choca contra mi frente y baja desesperada hasta el mentón
—¿Y porque sabéis todo eso?—Una Segunda voz empieza a escucharse, esta, mucho más lejos, más difícil de entender. Una profesora que no conozco sale de la puerta que queda a mi derecha abajo de las escaleras y me saluda con la cabeza alegremente . Haciéndome imposible saber lo que dice esa voz en unos pocos segundos. Yo le sonrió falso. La voz de siempre, más aguda la tapa haciéndola callar.
—No le calles, habla
—Perdona Madison, ha sido un error. ¿Continuamos?—resopló y acepto
—Las cajas que llegan a tu casa tienen algo. Estamos seguros. Porfavor, ábrelas, cueste lo que cueste. Y, aún no podemos decirte de dónde sacamos toda esta información. Eso... Esa llamada será más adelante, nosotros también tenemos que ir con cuidado y investigando ¿sabes?
—Entiendo—y sin más reproches, les disparó mi argumento que llevó pensado desde que han comenzado a darme información—¿Sois vosotros los que me mandáis y me habéis robado la caja? Tenéis un 50 de posibilidades de serlo. Ya que...—¡¿Que?! ¡No!—contesta la voz rápidamente—dejadme acabar. Sabéis mucho y demasiado para... ¿Alguien? ¿Algunos? ¿Seréis esos, los "malos"?—suelto una pequeña risa— Esque entender esto: no podéis decirme muchísimo porque si no... lo que hagáis se... ¿destruye? Yo que se. Lo decís modo clave, alguien que ayuda lo dice y punto. ¿y si me conocéis porque no venís a mi personalmente ? Así no habría peligro que terceras lo escuchen. Porque ese es el "motivo" de las frases en clave ¿verdad? Porque así es más creíble, para que yo piense que corréis peligro cuando sois en verdad los que me habéis quitado mi caja. ¡Cabrones!—resoplo desahogada
—Joder, estas loca. Te juramos que tú sospecha es incorrecta
—Vosotros me volvéis una "pirada" entonces—pongo los ojos en blanco y continuó bajando las escaleras, ahora rápidamente
—Trabajaremos duró para que nos creas, eres más difícil de lo que creíamos—rio falsamente al escuchar su alegato
—¿Algo más?
Nota de la autora: ¡Hola! Hago este paron para recomendar la canción "Rolling in the deep " de Adele para esta parte del capítulo. Yo al escribirlo escuché en bucle esta canción para sentirme más en la piel de la protagonista. Si decidís leerlo con la canción la tenéis arriba para más comodidad y recomiendo ponerla también en bucle, para que suene en toda la parte. En el momento que considero que ya ha acabado "esa parte" pondré un punto en negrita, por si queréis quitarla. ¡O no! ¡Decisión vuestra! Nos vemos en el capítulo 16 💗
—Si, y por el momento lo último—parece que se aclara la garganta para seguir hablando— estoy a nada de acabar de bajar las escaleras cuando en el último escalón blanco , la pierna izquierda me falla y me tropiezo. Pero consigo estar de pie tambaleándome. No duró más de dos segundos en no ver bien. Todo comienza a verse borroso y me siento extremadamente mareada sin razón. Miro a mi alrededor, el aspecto ha cambiado. El color rojo ahora es amarillo. Todo se está moviendo. Los muebles, los cuadros, ¡el mismo suelo! Me siento en una realidad alternativa. Cada vez me siento más incapacitada de andar. Voy a caerme. Pero sin embargo siento que la llamada sigue en pie, y aún estoy a la espera de lo último que tengo que saber. La voz esta hablando. No sé si por mi estado o esque de verdad el tono de la persona ya no es robótica. Ahora es humana, de una chica.
Después de un minuto igual, consigo entender lo que dice: repite y repite sin parar abrumada mi nombre. Y a escucharlo tanto y sin parar me siento más cansada y agotada. ¡Que es esto! Miro al suelo desesperada y esta muy cerca mío, siento que puedo hasta olerlo. Parpadeo rápido para parar lo que sea que me esté pasando, pero al abrirlo solo consigo quedarme sin aire por segundos. El suelo que antes podía ver sus manchas, ahora está a quilómetros de mi. Dándome un vértigo inmenso.
Chillo, chillo y chillo. Desesperada.
Sigo igual. Todo se mueve, todo amarillo. ¡Cuando claramente es rojo!
Cruzo las piernas sin parar, sin control, intentando tener un equilibrio. ¡Que está pasando?
Siento una agonizante presión en la cabeza. Bruscamente busco mi mano derecha para ver la llamada. Aún sigue activa, así que la cuelgo con dificultad en mi mano. Que esta temblando tanto que podría partirse. Camino como puedo pocos metros hacia delante en busca de ayuda.
Suelto un grito ahogado cuando siento una mano agarrándome muy fuerte el hombro. Aturdida, me giro sobre mis pies cerrando los ojos. Quiero salir de este "bucle" me siento fatal. Al girarme, algo en mi cuerpo cambia. No noto la pulsación de mi corazón, no siento ¡Nada! Estoy muerta, eso es lo único que puedo percibir y sentir. ¿Lo estoy? ¿Me acaban de matar? ¿Por eso gritaba la supuesta chica? ¿Eso es lo que hay después de la muerte? ¿Zumbidos y ganas de vomitar? ¿Mareos y ver todo diferente? ¿Este es el cielo o infierno del que habla la iglesia? ¿El sitio donde mueres, pero distinto? Mis ojos siguen nublados al abrirlos, me siento perdida.
Desconcertada, escucho un canto y mi mirada entre cerrada consigue ver a un hombre pelirrojo a lo lejos. Más que lo intento no consigo identificarle ¿Porque está ahí? ¿Me ha tocado el hombro el? ¿ Porque ahora está tan lejos? ¿Quien es? ¿Me ha matado el? Y después, de un tropiezo con mis piernas veo su cara, clara y firme, la conozco, muy bien, la veo todos los días de mi vida. Estoy impactada y un poco asustada al bajar la vista y ver sangre. ¡Sangre! ¡Sangre por todas sus manos. ¿Sangre mia?
Para confirmarlo o quitar esa idea de mi mente me miro. La vista poco a poco vuelve a estar normal. No hay sangre en mi cuerpo ni indicios de muerte. Estoy viva. Impulsivamente le chillo horripilada por su aspecto sangriento.
—¡Papá! ¡Papa!
Mi padre no parece contento.
—¡Cariño! ¡Corre! ¡Hija, corre porfavor!—No entiendo nada la situación. Solo me sale chillarle una y otra ves su nombre.
—¡Madison! Corre o te mataré— comienza a andar lentamente, dejando que sus palmas chorreten sangre. Sus palabras ya me han matado. Ahora, todo el suelo está perdido de esa substancia. ¡Incluso donde estoy yo! No puedo reaccionar correctamente, no puedo hacer nada. Lágrimas cayendo por mi mejilla es el único "movimiento" de mi cuerpo
¿De verdad mi padre me va a matar?
—Te ahogare hasta que tus pulmones se queden llenos agua y sangre. Porfavor corre. ¿No querrás ser una presa fácil no?—vuelve a hablar y yo también a reaccionar en movimiento .
Entre risas macabras yo corro llorando exhausta. Cierro los ojos para pararlo, como si quisiera despertar de una horrible pesadilla. No funciona. Percibo a mi padre cerca. Abro los ojos y todo vuelta a empezar. El pasillo vuelve a girar sin control alguno.
El sonido de los pasos me dan la razón. Mi padre esta justo detrás mío. Conmigo.
Se acabo todo. Giro para verle. Su cara expresa felicidad y se que debo despedirme. Cierro los ojos
—Gracias Preciosa cajita. Gracias mamá y Trish. Gracia Mike, te querré siempre. Y adiós a mi misma. —No siento nada. ¿Se acabo? ¿17 años y fuera?
.
Tres minutos sin sentir nada se acaban cuando algo me sacude y escucho gritos.
—¡Madison! Dios mío. Responde. ¡Madison porfavor!
Lentamente consigo abrir mis ojos. No he muerto. Mi padre no me ha matado. Harry está agachado y yo sigo sin comprender nada de lo vivido anteriormente.
—Pensaba que te habías muerto, no reaccionabas y no notaba tu pulso ¿Que ha pasado? ¿Que haces en el suelo?
—No... lo se...—digo sin apenas fuerzas. Toco mi cara, llena de lagrimas y sudor. Harry pasa sus brazos debajo mío y cuando me sostiene dejo caer todo mi peso en el. Miro las clases. No son amarillas. Tienen su habitual color.
Entramos en la clase donde hace ¿media hora...? ha salido la profesora. Mi profesor de geografía me sienta cuidadosamente en una silla de primera fila. Aún un poco inconsciente decido preguntar por su versión.
—Cuéntame que ha pasado
—Pues... Yo seguía en la sala de profesores cuando chillaste algo de pa, no recuerdo muy bien. Lo siguiente que hice fue ir corriendo al reconocer tu voz y... Lo demás ya lo sabes—Junta sus manos en una palma— Estabas tirada en el suelo, tenias los ojos medio abiertos—Trago saliva y giro la mirada hacia las ventanas. Veo reflejado el último momento, necesito olvidarlo. Pero no, mi mente no para de revivirlo una y otra vez. Ahora todo. Cada palabra, cada sentimiento. Cierro los ojos fuerte y seguidamente los abro repentinamente. Fijo la mirada en la pizarra verde de tizas que hay detrás de Harry. Esta fija en una palabra : sueño. No tengo claro que me haya dormirlo y todo haya sido un ¿sueño? ¿Paranoia? O mucho peor... ¿Predicción?
Quito la vista y la pongo en los ojos marrones de mi profesor al pensarlo. Alegremente, me estoy sintiendo cada vez mejor y normal.
La puerta roja entre abierta da un golpetazo chocándose contra la pared. Mike, se dirige hacia mi corriendo y se lanza sobre mi. Y desató a porrón toda la sangre pisada anteriormente, la siento dentro mio, pero ahora en forma de lagrima. Llanto interminable. Mike me agarra la cabeza con las dos manos fuertemente
—¿Que ha pasado? Cuéntame —me susurra y me mira sin aliento y luego voltea su mirada hacia Harry que levanta los brazos en forma de inocencia
—Yo... Simplemente—Vuelvo a llorar más—Todo se movía y no estaba sola, corría para alcanzarme—muevo mis brazos para intentar expresarme
—¿Quien?—preguntan al unísono mi mejor amigo y Harry, que está muy pendiente de la conversación
—Solo ha sido una pesadilla—decido decir
—No. esos gritos los ha escuchado todo el barrio, no eran gritos normales, eran de pánico total
¿Habré sido consciente totalmente en esa especie de pesadilla? ¿Solo gritaba papá?
—¿Que chille?—seguimos hablando entre susurros
—Solo chillabas y decías gritando para o papá. Estaba por aquí cerca para ir a buscar una mochila que me deje y te escuche—Mike vuelve a abrazarme
—Mike...
—Mad, no te voy a dejar. Ahora estaremos juntos, me la sudan las normas y tú grupo. Si no quieren pues un grupo de dos. No te voy a dejar sola Madison. ¿Vale?
Asiento limpiándome las lágrimas y se lo agradezco con un beso en la mejilla y un abrazo posteriormente. Quiero pero no puedo parar de pensar en eso ¿Que ha sido <eso>? Ha sido más real que mi propia vida. Me despego de Mike y el se pone firme, moviéndose el pelo.
—¿Vamos?
—Si, espera, saco mi móvil que me acaban de enviar un mensaje—me levanto ya recuperada
—Madison, si no puedes hacer la yimcana no la hagas—me aconseja Harry al salir y yo asiento agarrada a mi mejor amigo. Por fin sacó el móvil y lo más temido es lo que pasa. El mensaje no es de mi juego favorito ni parecido, si no, del número oculto diciendo: Lo último que quería decirte esque estoy con tu padre. No cerca en sí. Ya te lo explicaremos.
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10 CAJAS CONTANDO LA MIA
Misterio / SuspensoUna adolescente de 17 años en Miami siempre ha vivido una vida normal, hasta que le llega una caja negra a la puerta de su casa, imposible de abrir, cada día recibe una más, así hasta llegar a contar con 9 cajas ¿Que tan importante serán las cajas...