En serio me gustas mucho

Capítulo 2. "Una cita fuera de lo normal"

Le subo el volumen a mi iPad y comienzo a cantar en voz alta, mientras me meto en la ducha y empiezo a enjabonar mi cuerpo.

—I feel like I could fly with the boy on the moon, so honey hold my hand, you like making we wait for it —muevo mi cabeza al ritmo de la canción—. But I need to tell you something... I really, really, really, really, really, really like you.

Hoy es mi cita formal con Justin y no puedo negar que estoy malditamente emocionada. Es que... ¡Dios! Él es tan sexy que cada vez que está cerca el ambiente se pone caliente. Y lo digo en serio. Justin es uno de los chicos más calientes del instituto; ojos mieles, buen cuerpo, sonrisa de estrella de cine y una gran personalidad.

El partido perfecto, ¿verdad?

Siendo sincera nunca pensé que llegaríamos a ser más que conocidos que se besan. Desde que terminó con su ultima novia, Layla, no lo he visto con otra chica. Por lo que he escuchado en los pasillos, Layla lo engañó con Edward, un chico de último año. Él es el capitán del equipo de baloncesto. Aunque no estoy segura de que ese rumor sea cierto. Pero si lo es, entonces Layla dejó ir a un gran chico.

Justin no es el típico chico que por ser guapo y caliente tiene a miles de chicas a su disposición. Él es tierno, simpático, gracioso y coqueto. Tampoco estoy diciendo que sea un santo, pero sé que es un chico caballeroso y muy respetuoso; me ha demostrado que vale la pena darle una oportunidad. Y eso me encanta.

Salgo del baño con una toalla cubriendo mi cuerpo, me coloco la ropa interior y empiezo a untarme crema para hidratar mi piel. Luego me pongo la ropa que elegí para hoy; unos shorts blancos, una blusa con estampado de florecillas y vans negras. Dejo mi cabello suelto y le hago unos cuantos rizos en la punta. Por último me coloco labial y rímel. No me gusta exagerar con el maquillaje. Me miro por última vez en espejo y sonrío satisfecha por el resultado.

Mi celular empieza a sonar, la pantalla se ilumina con el nombre de Justin y rápidamente aprieto el botón de contestar.

—Hola, Justin —saludo, emocionada.

—Hola preciosa, ¿qué tal todo? —lo siento sonreír—. ¿Ya estás lista?

—Muy bien. ¿Y tú? —muerdo mi labio inferior, conteniendo la emoción—. Sí, estoy lista. Lo único que falta es que llegues.

—Entonces mira por tu ventana.

Me acerco a la ventana de mi habitación, corro las cortinas a un lado y veo a Justin apoyado en el capote de su auto. Levanta la cabeza y me guiña un ojo, sacándome una sonrisa.

—¿Desde cuándo estas ahí?

—Llegué hace unos poco minutos —lo veo encogerse en hombros—. Anda, baja ya. Quiero darte un beso y decirte lo hermosa que te ves.

Me sonrojo por su comentario.

—Ya voy —cuelgo el teléfono, cerrando las cortinas.

Tomo mi bolso que está encima de mi cama, bajo rápidamente las escaleras y me despido de mis padres con un beso en la mejilla. Abro la puerta y prácticamente corro hacia donde está Justin esperándome.

—Te ves preciosa, Gigi —besa el dorso de mi mano. Me da media vuelta y une nuestros labios en un largo beso—. En serio estás guapísima...

Sonrío tontamente y beso su mejilla.

—Gracias —lo miro de arriba abajo—. Y tú no te quedas atrás, eh. Te ves muy guapo.

Le guiño un ojo, juguetona.

—Lo sé, lo sé —bromea, riendo—. ¿Lista para tener la mejor cita de toda tu vida?

Asiento efusivamente con la cabeza.