Karmaland's Maid Cafe // Rebornplay

XVIII - {My love, my life}

Hoy hay una aclaración con respecto a este capítulo y una pregunta para que ustedes decidan al final.

Disfruten la lectura♡

~♡~

Es impresionante lo mucho que puede cambiar el estado de ánimo de una persona en tan solo un minuto, y es que Reborn no sabía qué hacer; quería estar solo, quería gritar, correr, golpear algo... Dar su vida por Auron.

Su hijo estaría bien, ya se lo habían asegurado, pero si algo le pasaba a su predestinado, ¿cómo seguiría adelante? Era bien sabido que los Alfas, por lo general, podían superar el fallecimiento de su Omega, mas habían unos pocos casos aislados donde aquello no sucedía. ¿Y si fuera él uno de ellos? ¿qué pasaría con su cachorro? Sus padres seguramente se harían cargo, pero no quería eso, quería ser él quien estuviese con su pareja y su hijo. Confiaba en sus progenitores a ojos cerrados, aunque eso no le quitaba la angustia de saber que estaba a nada de poder perderlo todo.

Tal vez era muy extremista con sus pensamientos, pero lastimosamente eran posibilidades y quisiera o no, debía tenerlas en cuenta. Del mismo modo, no podía encontrar puntos positivos, por alguna razón su mente no lo dejaba visualizar a Auron vivo. Esperanza tenía, y mucha, mas el tener a su predestinado de nuevo entre sus brazos, lo veía como algo muy poco probable y eso le aterraba.

— Hace años me pasó algo similar. — Dijo Conway, haciendo que su hijo volteara rápidamente a verlo, preguntándose en qué momento había llegado a su lado. — Le dispararon a Gustabo en un atraco. El gilipollas no me obedecía e iba a trabajar incluso estando contigo en su vientre... Ese día sentí que moría con cada segundo que pasaba. Ambos estuvieron en peligro.

— Pero ahora es diferente, es mi culpa todo lo que pasó, yo me enfadé porque vi a Luzu, mi Alfa sintió la necesidad de proteger a mi familia de un cabrón que se nota que aún no se rinde con Auron. — Unas fuertes ganas de llorar se hicieron presentes en él de nuevo.

— ¿Sabes una cosa? — Volvió a hablar tras unos pocos segundos en silencio, buscando las palabras correctas. — Al menos en mi caso, todos somos conscientes de que Gustabo no puede dejar el culo quieto por mucho tiempo, por lo que varias veces he estado con el corazón en la mano, ya que el anormal corre riesgos innecesarios solo por hacer el capullo. — Se rio en un intento por alivianar la situación, a la vez que veía al rubio haciéndole varias preguntas a un pobre médico. — Pero incluso sabiendo eso, he estado a su lado cada vez que sufre las consecuencias por sus actos. — Mantuvo una sonrisa en su rostro y puso una mano en el hombro de su hijo, ahora volteando a verlo. — Auron hará lo mismo; si a día de hoy sigue a tu lado es porque ya sabe cómo eres y no le importa, a él solo le interesa estar ahí contigo. Un hecho como este no cambiará nada, ya verás que cuando todo acabe, entrarás, él te va a sonreír, y en ese instante sabrás que todo valió la pena, que martirizarte no sirvió de nada.

Reborn no supo qué decir ante aquellas palabras, así que solo abrazó al mayor con cariño. A pesar de los años y de lo que muchos pudiesen pensar de lo que significaba ser un Alfa súper dominante, tenía sentimientos, y el saber que sus padres estaban a su lado era reconfortante y lo hacía muy feliz.

Luego de pocas horas, la policía tuvo que llegar al lugar, ya que a varios medios de prensa se encontraban allí tras enterarse que Lolito y su pareja se encontraban adentro, por lo que querían ser los primeros en tener la primicia de lo que sucedía.

— ¿Familiares del señor Auron? — Preguntó un médico, quien se sorprendió al ver a varios presentes poniéndose de pie a la vez y pensando que todos eran familia del joven. — Em... — Pasó la mirada por cada uno de ellos, sin saber a quién dirigirse.