CAFÉ

341 32 9
                                    


DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen. Los derechos de autor de "Hey Arnold!" son para Craig Bartlett , creador de la serie, y para Nickelodeon Animation Studio, la productora.

Este Fanfic fue inspirado en las canciones "Te Esperé" de Jesse & Joy y "Él Era Perfecto" de María Jose.

---------------- 


Helga veía fijamente su taza de café negro con la mirada perdida. Estaba sentada justo al lado de la ventana principal del café-bar. ¿Cuándo fue que le empezó a gustar más el café que el chocolate?

Su mente estaba sumida en recuerdos, que en estos momentos le parecían tan lejanos, como si no fuera ella quien los hubiera vivido.

Recordaba todo acerca de él. Cuando a sus pocos tres años de vida quedo locamente enamorada de sus amables ojos verdes. Cuando robó su primer beso en una obra escolar. Cuando fingió ser su amiga de Francia para pasar San Valentín con él. Cuando arruinó sus citas con otras chicas. Cuando le ayudó a salvar el vecindario. Y cuando se adentro en la jungla para asistirlo en la búsqueda de sus padres.

Allí fue cuando todo su mundo se empezó a inclinar...

Después de volver de esa insuperable aventura, el amor de su vida, la única luz que alumbraba sus días, le pidió salir. Y ella estaba en las nubes. Podía decir libremente que Arnold Shortman era su novio. Estaba tan ciega que no podía ver lo que se encontraba frente a sus ojos.

Arnold no la amaba.

Él se sentía agradecido con ella por toda la ayuda que había recibido, y no solo de esa única vez. Así que, como sabía que ella lo amaba con manía, había decidido darle una oportunidad y empezar una inocente y tierna relación infantil. Pero eso no duraría mucho, porque el tiempo pasa... y pasa muy rápido. Dos años para ser más específicos.

A sus trece años, cuando los niños experimentan cambios en sus cuerpos que no pueden controlar, las hormonas enloquecen y tratan de encontrar un equilibrio en el cuerpo de su joven portador. Helga notó esto en su novio. Él estaba experimentando cosas nuevas, sentimientos confusos y anhelos que todavía no entendía del todo. Pero no sentía eso por ella, lo sentía mirando otras chicas...

Y ese descubrimiento, a ella, la destruyó. Se sentía tan vacía por dentro, porque a pesar de cuánto lo amaba, a Arnold no parecían llegarle sus sentimientos. Ella estaba tan metida en su mundo que no había notado que el rubio solo sentía cariño amistoso por ella, esos pocos años que estuvieron juntos fue como un paseo en el parque, una cita, una salida... pero únicamente como amigos.

Tuvieron una seria charla, que ella empezó. Y decidieron darse un tiempo para pensar lo que realmente querían en la vida. Ella lo esperaría, porque en su corazón tenía la esperanza de que, algún día, Arnold se enamorara de ella. Helga no sabía que esperar de su relación pausada, pero tenía en claro una cosa: no pasaría mucho tiempo antes de que su amado se encontrara con otras chicas. Y tenía razón.

Fue doloroso verlo sonriéndose y besando a otras aparte de ella. Sentía como moría por dentro con cada segundo que él pasaba con otra. Pero había llegado a un acuerdo con ella misma de darle su espacio y no presionarlo.

Cuando sus amigos preguntaban el porqué se habían separado, ellos bromeaban diciendo que no era una separación definitiva, que estaban respirando un poco el aire de la juventud antes de retomar lo suyo. A Helga esto no le causaba mucha gracia, pero le seguía el juego, no quería demostrar cómo su corazón se quebraba cada vez que el rubio se alejaba un poco más de ella...

CAFÉ (One-Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora