SAO: Highschool | Kirito x Harem

La guadaña de la Parca sobre el cuello de Sugou PTV

16 de junio de 2023.

Ayudé a cargar con las bolsas de las compras a Eydis, y a decir verdad eran bastantes. No recordaba nada después del golpe, por lo que supongo que solo me causó un poco de desorientación durante un rato.

Cuando llegamos, el dulce aroma de la comida llegaba a nuestras fosas nasales, ambos babeamos como perros y fuimos corriendo al comedor.

—¿Qué tal todo Kazuto?

Rosse había empezado la conversación con una simple pregunta. El padre de Eydis salió a beber con amigos, y quien sabe a que hora volverá.

—Oh bueno, supongo que podrías decir que bien. La escuela no representa ningún problema por ahora, excepto Sugou...

Eso último lo dije en un susurro inaudible.

—Me alegra saber que la estés pasando bien. De niño solías pelearte demasiado con tus compañeros.

—¿En serio? ¿Que tanto lo hacía?

—Mmm, a ver, una vez llegaste a meterte en 8 peleas en un mes, así que podría decirse que 4 veces o más te peleaba con tus compañeros.

Vaya, es un dígito un poco alto para un niño de menos de 12 años. Sí que debía ser un chico problemático, aunque creo no haber cambiado en ese aspecto.

.      °      .

3:45 PM.

La cama de Eydis realmente es gigante, y también cómoda. Se supone que dormiría en un futón, pero por insistencia de ella, dormiremos juntos.

Sólo queda controlar al amiguito.

Eydis llevaba un pantalón corto negro deportivo, y una camiseta blanca un poco grande para ella.

Por otro lado, yo seguía usando lo de hoy, pero me había sacado la sudadera, camisa y zapatillas.

Su cabeza estaba sobre mi pecho, mientras que yo miraba a la ventana de su techo y a la vez jugaba con un mechón de su cabello.

La habitación estaba silenciosa, pero no era un silencio incómodo, era uno agradable. Ambos disfrutábamos la presencia del otro.

En un momento ella se da la vuelta. Tras ver que no hacía ningún movimiento, se gira a verme.

Noto que sus cachetes estaban ruborizados, entonces recordé que era lo que apostamos en el pequeño juego que hicimos antes.

(—Veo que no puedes esperar.)

Ella notó que el mensaje fue recibido, por lo que se volvió a dar la vuelta. Un momento más tarde, mi brazo izquierdo estaba por encima de ella, con mi mano en su vientre. La estaba abrazando de cucharita, por lo que he de suponer que ella algo feliz en este momento.

Creo que la subestimé, porque ella posó su mano izquierda sobre la mía, la cual estaba en su vientre. Momentos después comenzó a patalear y moverse de felicidad, su estado de ánimo había roto el cielo.

Desde aquí podía oler su hermoso cabello, estoy segura de que ella está sintiendo mi respiración en su nuca.

En ese momento, ¡fue cuando se me ocurrió un movimiento osado! Sólo espero que no haya consecuencias...

Moví mi mano izquierda de su vientre, y pude sentir durante un momento el bajón de ánimo por parte de ella así como su decepción.

—¡Kya-