Mi padre me arrastra por los callejones deshabitados de la periferia. El brazo me produce punzadas de dolor debido a la fuerza con la que me lo agarra.
Puedo escuchar el sonido de las pisadas de nuestros perseguidores al hacer eco contra las paredes. Sé que es inevitable que nos alcancen, la velocidad de una niña de cinco años no puede competir contra la de un adulto, pero tengo la certeza de que si me detengo mi predecesor y yo estaremos condenados.
Súbitamente mi padre me conduce al interior de una casa abandonada. Los pocos muebles que hay están cubiertos por una gruesa capa de polvo. Subimos las escaleras y nos introducimos en una habitación. Ambos jadeamos debido al esfuerzo que hemos hecho.
Mi padre me da la vuelta y me coloca mirando hacia él.
- Kat, lo que te voy a decir es muy importante, no te fíes de aquellos que nos persiguen, son personas crueles, capaces de hacer cualquier cosa con tal de conseguir lo que quieren, su lema es ''Exitus acta probat", el fin justifica los medios. La razón por la cual nos persiguen es porque ambos, tú y yo, no somos como las demás personas, tenemos algo que nos hace distintos al resto del mundo, y eso es que nuestros ancestros fueron personas especiales, ellos...
Se interrumpió cuando una espada le atravesó el pecho, provocando que muriera en el instante. Su cuerpo cayó inerte al suelo y de detrás de él apareció un hombre. Debía de tener alrededor de cuarenta y pocos años, con una gran musculatura y unos rasgos que le hacían parecer amenazante. Sus ojos, de un color tan oscuro que parecía que te podias perder dentro de ellos, tenían una mirada divertida cuando se clavaron en mí.
- ¿Y ahora que vas a hacer pequeñaja?- dijo el hombre- no tienes escapatoria.
Mis ojos se nublaron por las lágrimas acumuladas en ellos. El hombre tenía razón, no había nada que yo pudiera hacer, así que cerré los ojos y me preparé para el golpe que me sacaría de este mundo. Pero este nunca llegó. Lentamente abrí los ojos. El hombre se hallaba cara a cara con una mujer que lo miraba de forma amenazante.
- Te dije que necesitábamos a ambos vivos y vengo aquí, ¿y qué me encuentro? Al hombre muerto y a ti a punto de matar a la niña-dijo la mujer fríamente.
N-no está muerto, s-simplemente le asesté un golpe con la espada cerca de una arteria de m-modo que cuando tú llegaras le pudieras curar con tus pociones- tartamudeó el hombre, asustado
- Más te vale
La mujer se arrodilló al lado de mi padre y sacó un par de pócimas de su macuto. Las agitó y las mezcló. Después introdujo el líquido en la boca de mi padre. Este emitió un gemido y se estremeció.
- Has tenido suerte- informó la mujer al hombre - un poco mas y se habría desangrado. Lo llevaremos al templo y lo sacrificaremos, tal y como estaba escrito en las profecias. En cuanto a ti, niña, vendrás conmigo y te convertirás en la nueva acólita de Aghab.
HOLA, SOY COVADONGA Y TENGO 13 AÑOS, ESTA ES LA PRIMERA VEZ QUE ESCRIBO ASI QUE LES PIDO POR FAVOR QUE NO JUZGUEN MUY DURAMENTE. ME GUSTARÍA QUE DEJEN EN LOS COMENTARIOS QUE LES PARECIÓ LA HISTORIA. GRACIAS POR LEER!!!
Covadonga
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La fugitiva del templo
FantasyObligada a adorar a un dios cruel cuyas sacerdotisas ofrecieron a su padre como sacrificio para despertarlo, Katherine deberá hallar con la manera de escapar del templo donde la encierran para evitar sufrir el mismo destino que su predecesor. Poco a...