1- El Callejón Diagon

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Narrador omnisciente:
Eran las 8 de la mañana aproximadamente y acababan de tocar la puerta de la habitación de T/n, al momento se oyó una dulce voz que provenía de detrás de la puerta.

- Señorita T/n despiértese hoy es el día de ir a comprar las cosas que necesita para ir a Hogwarts- dijo una de las elfas domesticas de la familia.

T/n conocía perfectamente esa voz era la de su elfa doméstica Isabella, se levantó de golpe por la emoción de que iba a ir a él callejón Diagon y no a sacar dinero ni a otra cosa, ese día iba a comprar todo lo que necesitaba para ir por primera vez a Hogwarts. Al levantarse tan rápido se calló y la voz de la elfa Isabella se volvió a escuchar pero con un tono preocupado.

-Señorita está bien.

-Si tranquila Isabella solo me he caído pero no me he hecho daño- dijo T/n levantándose del suelo -puedes pasar.

La elfa entro a la habitación de gran espacio y de color granate y negro.

-Señorita su madre la espera en el comedor para desayunar e ir al Callejón Diagon- dijo la elfa para después ir a hacer la cama de la chica de un solo chasquido.

-Dile a mí madre que me ducho, me visto y voy a desayunar- dijo T/n para luego ir hacia su gran armario.

-Vale señorita- dijo la elfa para después desaparecer por la puerta sin no antes cerrar la puerta de la habitación.

Narra T/n:

Admito que estoy un poco triste porque mi padre no esté en casa pero estoy acostumbrada a que él no esté por su trabajo. El es un gran jugador de quidditch y yo soy su fan número uno. Pero también estaba bien ir con mamá a comprar ella no tiene trabajo pero me dijo que estaba buscando uno para estar ocupada mientras yo no esté.

Después de que se fuera Isabella agarre mi ropa interior y me fui al baño. Cuando termine de bañarme me sequé y me puse mi ropa interior y salí del baño para coger mi ropa, me puse un vestido de mangas cortas de color naranja.

Al minuto entro mi otra elfa doméstica Melani, ella era un poco más suelta con mi familia, no era tan tímida como Isabella ella tiene muchos más años en mi familia porque era de mi madre.

-Señorita T/n tu madre se está impacientando...- pero antes de que pudiera volver a hablar miro mi cabello y dijo- todavía no está peinada deje que le ayude anda.

-Vale- dije aguantando la risa un poco, me hacia mucha gracia cuando se ponía de mal humor.

Me senté en la silla de mi pequeño tocador frente al espejo y Melani hizo aparecer una banqueta detrás mío para poder subirse. Me peino y me dejó el pelo suelto con dos pequeñas trencitas.

Cuando termino de peinarme me puse el collar de rubís y zafiros que me regaló mi padre cuando cumplí los 8 años.

Después nos dispusimos a salir de la habitación y bajar las escaleras para ir a la primera planta donde se encontraba un gran recibidor dignó para dar una gran fiesta.

Antes de llegar a las puertas de él comedor donde se encontraba mi madre estas se abrieron y supuse que mi madre las habría abierto con su varita, y era así cuando la vi se me puso una sonrisa en la cara al igual que a ella. Siempre he pensado que mi madre era la mujer más hermosa que existía en la tierra, ella era de pelo castaño y un poco ondulado aunque ella se teñí el pelo de color negro dice que la estiliza más, es de piel blanca al igual que yo, era delgada y no muy alta, de pecho grande y de ojos grandes y marrones.

Caminé hacia la gran mesa donde se encontraba ella, me acerqué y le di dos besos a mi madre y ella me los devolvió.

-Buenos días mamá- le dije feliz para después sentarme en una silla que se encontraba cerca de la suya.
-Buenos días cielo, ¿Que tal as dormido?- dijo ella mientras cogió una cucharada de azúcar para echárselo a su café.

-Bien aunque no he dormido mucho, estaba muy nerviosa por este día- dije cogiendo un vaso para que después mi madre cogiera su varita y me sirviera zumo de piña.

-Ya he visto que as tardado mucho en bajar- dijo ella tomando un sorbo de su café.

-Si, lo siento mamá me he distraído un poco- dije yo para después coger una magdalena con virutas de chocolate y pegarle un mordisco.

-Bueno cuando termines coge lo que necesites y baja, yo voy a ir a por la llave de la cámara de Gringotts - dijo mi madre levantándose de su silla y caminando hacia las escaleras.

-Vale mamá- después de que ella dijera eso desaparecido por las escaleras.

Después de eso escuche una voz era de Melani no estaba muy contenta asique decidí ir a ver qué pasaba pero primero termine de comer mi desayuno.

Cuando termine fui a donde se encontraba Melani, se escuchaba a ella discutir pero no sabía con quién cuando me asome vi a Isabella llorando y me pregunte que le pasaba.

-Como se te ocurre no decirme antes que la señorita T/n se a caído, se podría haber hecho daño y su padre me dijo que cuidamos muy bien a la señorita, si ella se hubiera hecho daño que hubiese pasado- se escuchaba muy enfadada y Isabella seguía llorando me sentía mal por verla así y decidí intervenir.

-No le eches la culpa por favor ella no hizo nada yo fui la que se levantó de golpe- dije suplicando un poco.

-No señorita tiene razón a sido mi culpa- ella seguía llorando y fue directa a darse unos golpe en la pared pero yo la detuve.

-No te des por favor, no a sido culpa de nadie ¿vale?- dije yo a lo cual ellas asintieron.

-Es usted tan buena señorita T/n- dijo Isabella y yo sonreí.

Después de lo que pasó recogieron la mesa y yo me fui directa a mí habitación cogí un bolsito y me fui al recibidor donde se encontraba mi madre frente a la chimenea.

-¿Ya estás lista?- dijo mi madre y yo asentí- vale pues venga- se colocó en la chimenea y yo la acompañe y me ofreció la mano, yo la agarre y de momento ella dijo- al Callejón Diagon- y desaparecimos de la mansión.

De momento llegamos a él Callejón Diagon y yo miré todo con una gran sonrisa ese sitio me encantaba estaba todo tan vivo y hermoso.

- ¡Bien! ¿Sabes lo que hay que hacer primero?- dijo ella mirándome con una gran sonrisa.

Yo asentí y dije -hay que ir a por las túnicas- empezamos a caminar hacia Madame Malkin.

Cuando llegamos mi madre hablo.
-Tu pruébate las túnicas que yo voy a Gringotts ¿vale?- asentí y entre a la tienda de Madame Malkin y ella me recibió encantada.

Amor de enemigos (Marcus Flint y T/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora