Todos aman a Zerofuku. (One-Shot)

Zero-chan.

Atencion: Esta historia tiene uso de oc: Alfons y Sebastián.

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Desde que los Dioses de la fortuna se unieron de nuevo y el pequeño Zerofuku vivió a nacer las cosas cambiaron bastante entre los Dioses y los humanos.

Y es que no lo podían evitar, el Dios era tan adorable y amable que era imposible no tomarle cariño.

Los problemas surgieron cuando empezaron a sentirse más atraídos al Dios y comenzaron a cambiar sus intenciones.

Algunos fueron más evidentes que otros, por ejemplo Hermes o Beelzebub.

Otros mucho más discretos como Hades o Buda.

Mientras que había algunos al margen como varios de los humanos, Zeus y las Valkirias que eran testigos de las tonterías que hacían los demás.

Lo mejor era que el pequeño Zero no era consciente de todo el caos que se formaba por el, estaba demasiado feliz por sus nuevos amigos y ser tratado tan amable que no notaba las otras intenciones ocultas.

Los pretendientes al darse cuenta que no lograrian nada con las indirectas no eran suficiente.

El primero en dar el primer movimiento fue Ares.

El Dios de la guerra fue a buscarlo en el panteón japonés.

Le encontró jugando con otros Dioses como Susanno, Tsukuyomi y Kagotsuchi bajo la mirada de los padres de los Dioses, Izanagi e Izanami.

Trago con dificultad pues era sabido de que ambos dioses habian adoptado al pequeño Zero como uno más de sus hijos y sus hijos eran sobre protectores con su nuevo hermano menor.

La Diosa de la creación, se dio cuenta de la presencia del Dios de la guerra y no tardó en darle una señal a su marido.

Sin dudarlo Izanagi desapareció por un momento antes de aparecer frente al Dios más grande y musculoso.

Ares: ¡Waa! ¡Lord Izanagi! - artículo nervioso.

Izanagi: No vayamos con rodeos hijo de Zeus, ¿Qué haces en nuestra humilde de morada? Se honesto.

Ares: Bueno yo... Busco a Zerofuku...

Izanagi: - frunce el ceño - ¿Pará qué?

Ares: - nervioso - Solo... Me gustaría invitarlo a una tasa de té y hablar un poco.

Izanagi: ... Esta bien.

Ares: - sorprendido - ¿En serio?

Izanagi: Si... Espera un momento... ¡Zero-chan! ¡Sanoo-chan! ¡Tsu-chan! ¡Kago-chan!

Los Dioses mensionados se giraron y vieron a Izanagi con el Dios griego, los mayores fruncieron el ceño al verlo, pero el más pequeño tenia una sonrisa brillante.

Susanoo: ¿Qué pasa Oto-San? - pregunta ya estando con el mensionado y el otro Dios.

Izanagi: Zero-chan, Ares-San quería invitarte a ti y a tus hermanos a tomar una tasa de té.

Ares: - confundido mira al Dios de la creación - ¿Perdóneme? - ese no fue lo que el dijo.

Zerofuku: ¿En serio Ares-San? ¡Que amable de su parte! - la sonrisa del menor creció y los presentes juraron ver a un ángel.

Kagotsuchi: Si seguro... Amable - susurro dándose cuenta de la mirada del Dios y la irritada de su padre.

Ares: Bueno, pero si están ocupado solo puede ser Zero y yo... -