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*Alerta Lemon +18*

Me quitaba la ropa despacio. Blusa, jeans, medias, zapatos, me quedo solo con mi ropa interior.

Cerré los ojos y él se acercó a mí. El sentir a Minho tan cerca me excita más de lo que quisiera admitir.

Mi coño se mojó y no pude evitarlo.

Me quitó lo que me faltaba para estar completamente desnuda y se quedó un rato mirando mi cuerpo.

Minho: Tan malditamente perfecto - Quitó su vista de el para posarla en mi cara. Tomó mi barbilla haciendo que lo mirara - Tan malditamente perfecta - Sonrió para luego darme un rápido beso en los labios.

Jadeé un poco por el contacto de sus labios con los míos.

Me tapó los ojos con un antifaz. Mi piel notó su calor junto a mí. Me colocó un collar de terciopelo, estaba entregada a su placer. Intuí que mi placer será someterme al suyo.

Su manos sobaban mis senos, sus palmas las amasaban, las cumbres erectas vibran bajo sus caricias. Yo estaba parada con los brazos pegados a mis costados.

Minho: Las manos - Me ordenó.

Young Min: Sí, Daddy - Digo con cierta inocencia que sé que le encanta.

Adelanto las manos, sé lo que va a hacer, me colocó unas esposas.

Minho estaba tras de mí, pegado a mi espalda, y seguía vestido, y al sentir su ropa rozando mi piel me excita mucho, más cuando tiene fuera la polla dura que me clava en el valle de mi trasero.

Minho: Gatita, dime una fantasía que te excite cuando te tocas - Susurra en mi oído.

Young Min: Ya lo sabes Daddy, que folles mi pequeño y apretado coño.

Minho asintió sonriendo satisfecho.

Él me apretó los pezones mientras me mordisquea el cuello. Una corriente de placer fue de mis pechos a mi coño, el cual estaba empapado.

Minho: Gatita, levanta los brazos y abre las piernas.

Obedecí y la fusta me dio en en los pechos donde los pezones sensibles ardían, son apenas cuatro golpes los que me dio en mi coño.

Estaba cachonda y muy mojada, empezando mi camino a mi orgasmo. No podía evitar que este dominio me excite tanto.

Minho: Arrodíllate.

Young Min: Sí, señor - Minho me miró con sorpresa, sí, le había dicho "Daddy", pero nunca "Señor".

Minho: ¿Cómo me dijiste? - Sus ojos, ahora ocho tonos más oscuros de los que anteriormente estaban, me reveló que le había gustado, o hasta encantado.

Young Min: S-Señor - Tartamudeé excitada.

Minho: Me encanta.

Me colocó en cuatro. Él se colocó tras mío y su polla tanteaba la entrada de mi coño.

Me metió su longitud despacio, llenando mi lubricada intimidad y se quedó quieto un rato, esperando a que me acostumbrara a su tamaño.

Después de unos segundos, comenzó a embestirme fuertemente, haciendo que gimiera con desesperación.

Minho: Minnie, ¿Te gusta cómo te follo?, ¿Te gusta ser mi putita?, ¿Hmmm?

Young Min: ¡Me encanta como me follas!, ¡Eres tan grande, Minho!, ¡Tan jodidamente grande!

Tiró un poco de mi cabello para tener más acceso a mi cuello y dejar en este marcas de chupetones y mordiscos.

Mis caderas se sacudieron levemente y mis paredes se comenzaron a apretar alrededor de él.

Young Min: Daddy, me voy a venir - Susurré entrecortadamente.

Me sujetó con fuerza de mis caderas y comenzó a moverse mas rápido, se movía teniendo la polla en el fondo de mi feminidad con golpes de cadera para llevarme hacia el placer.

Yo no podía evitar gemir de lujuria.

Él me dio un par de bofetadas en mi trasero, no tan fuerte, hasta que me desplomé en un orgasmo salvaje y furioso.

Se quedó clavado hasta mis últimas oleadas.

Mi respiración entrecortada y mis piernas temblando hizo que Minho se sintiera muy satisfecho.

Me tomó un par de segundos poder recuperarme de mi tan intenso orgasmo.

Cuando me recuperé, sacó la polla de mí.

Se puso ante mí y yo me quedé de rodillas.

Me restregó el glande mojado por la cara. Abrí la boca, queriendo chuparle la polla. Me pegó con ella en los labios, que tenía puestos como morros ansiosos.

Me metió su longitud en la boca, la aprisionó para que pudiera follarme por ahí.

Me agarró la cabeza y la movió para que yo, como una perra viciosa, le hiciera una mamada.

Llegaba hasta casi mi garganta.

Me gustaba el control que tiene de su deseo, me hacía sentirme más sumisa, más obediente.

Me dejó quieta la cara, parte de la polla quedó fuera de mí, dejó la más sensible, el glande y la piel que lo rodea.

Lamí ansiosa, quería su semen. Sabía que se iba a venir cuando volvió a mover rápido su polla en mí garganta.

Comenzó a soltar su carga en mi boca y yo me la tragué, sabía bastante bien.

Me quitó el antifaz y limpió las pequeñas lágrimas que se encontraban en mis ojos.

Volvió a meterse el miembro en su pantalón y cerró la bragueta.

Minho: Gatita, levántate.

Obedecí, y me quitó las esposas y el collar de terciopelo color negro.

Minho: Lo has hecho muy bien, cariño - Dijo mientras besaba mis labios.

Una chica en Stray Kids (+18 / En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora