Matias un rico y prepotente pelirrojo de ojos verdes que estudia en el mejor colegio para resolver un caso en canada pero lo que nadie sabe es que el es diferente, el no es lo que aparenta, siempre tuvo todo planificado hasta qué vino ella, la chica...
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Segundo año en este sitio , ya me estaba cansando de lo mismo, odio que me sigan o limiten, vivo solo, puesto que mis padres siempre viajan ya que ellos son unos de los mas grandes inversores de alemania, no les reprocho nada ya que son unos amantes extraudinarios pero como padres siempre fueron una basura, metiendome en internados en todas partes estos ultimos años, ahora me encuentro en canada en un internado para futuros estrategas, de tanto darle vueltas a esto me quedó sumido en un sueño profundo deseando en lo más profundo algo qué me haga quedarme o al menos soportar estar aquí.
Me encontraba en el internado sentado en una mesa aún lado de unos arboles porqué no me gusta entrar tan pronto, justo a mis costados se encuentran Tomi, Manuel y Ekir mis unicos buenos amigos hablando de las clases de armas que les incluyeron porqué alguien pago para que metieran mas cosas, se dice que un hombre pago por clases de armas, combates, esgrima y entrenamiento militar, piensan que va entrar un chico por las cosas que agregaron así que observan sentados por sí ven algo nuevo, el instituto es caro y pocos entran así que se conocen la mayoria, pero se callan enseguida cuando observan una limosina negra estasionada en la entrada.
Una chica, pero que chica digo, ella no parece ser normal, cabello blanco, mayas de red en las piernas con una falda negra corta y un top verde olivo, junto con unos lentes de sol anqué no estemos bajo el sol y fumando como un chico, eso es raro las niñas de aquí no usan nada de eso.
Baja del automovil intrigando a todos a su paso a su lado un hombre que se nota que es militar o algo referente a ello ya que se observa serio y con uniforme, le dice algo a la chica pero a ella solo se le aprecia una mueca de disgusto.
Lo que pasa a continuación me disgusta mucho causandome entre enojo y sorpresa, pero sorpresa en los demas esudiantes:
Le da una cachetada que le hace voltiar la cara con un fuerte tiron tirandole los lentes al suelo dejandome elado al observar esos ojos azules jamas antes vistos, el le pisotea los lentes mientras ella se encuentra recta limpiandose la sangre que broto de su nariz, el le grita algo mientras ella apaga el cigarro que se le había caído con el golpe, haciendole un saludo militar firmemente.
**Recitalo** se escucha un grito por parte del señor.
Ella no deja de hablar en un idioma que es desconosido todavía firme mirandolo a los hojos fijamente cuando finaliza se agacha y hace unas cincuenta lagartijas para ser exacactos,cuando termina entra por un cuaderno y el le dice algo antes de entrar a paso fuerte al institudo bajo la atenta mirada de todos.
Curiosos todos todavía comienzan a entrar, pero lo mas intrigante es saber que ningun docente o director le dijo nada al hombre.
Cuando estamos todo en el salon y la maestra ya se encuentra impartiendo su clase tocan la puerta abriendole paso a la rubia de cabellos casi blancos, con lo que parece unos nuevos lentes de sol que la hacen ver egocéntrica por su andar.
-Buenos días perdon por el atrazo- dice con una voz seca, caminando hacía los asientos importandole un bledo la profesora Miriam.
-Señorita, antes de qué tome asiento podría presentarce- le dice ocacionando que ella regrese al frente.
