~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

☆ Invitado Nocturno

No había nada más que le partiera el corazón, que ser obligado a estar con una persona que detesta y sumado a eso, apartarse de la única persona que le ha apoyado y le ha amado incondicionalmente. Esta vez sus padres habían caído lo suficientemente bajo, sinceramente no sabia si sentirse traicionado o enfadado con ellos; igual eso no importaría, como nada de él importaba para los demás.

Su mente buscaba una y otra vez como se podía solucionar esta situación o al menos una manera de decirle a Jotaro: "mis padres te detestan y no quieren que estemos juntos, no quiero que nada te pase así que adiós" Eso par nada sonaba bien.

El día que iba ser dado de alta; se encontraba en su habitación sentado a la orilla de la cama, ya listo para partir; cuando en eso la chica entro a la habitación, estaba ahí para oír su disculpa o más bien para verlo humillarse y tragarse todo lo malo que dijo de ella. Finalmente, la chica consiguió lo que quería sin importar el precio de su egoísmo.

Esta por su puesto acepto su disculpa y aceptando la propuesta del pelirrojo, saltando de inmediato para abrazarlo. Comenzando a planear todo lo que harían como pareja, a corto plazo como a largo plazo.

Saliendo del hospital fueron directo a la residencia Kakyoin, el ojivioleta con ayuda de sus padres y de Naoko, logro instalarse en su habitación para seguir descansando y con su recuperación, que se vio interrumpida por el hostigamiento de la chica. Durante todo ese momento se mostró complaciente con su familia y con la castaña, solo por el temor a que fuera reprendido nuevamente por su progenitor.

Al final del día la chica tuvo que regresar al hotel en donde se hospedaba, despidiéndose de la familia y en particular con el pelirrojo, dándole un beso que en un principio iba dirigido a los labios pero que fue evitado por este al voltear el rostro, terminando de besar la mejilla. Ella solo le sonrió falsamente, en algún momento volvería a lograr su cometido.

Kakyoin regreso a su habitación por su propia cuenta con sumamente cuidado de no tropezar, sus heridas habían sanado aun así debía permanecer con los vendajes para que la luz no le lastimara.

Como pudo llego a la pieza y se encerró, yéndose a dormir directamente; no deseaba tener contacto con nadie más, se sentía demasiado cansado mentalmente que dormir era la única opción de escapar de la nueva realidad impuesta.

Pasando el rato, escucho como el vidrio de su ventana era golpeado ligeramente por algo despertándolo en el proceso, se removió entre sus cobijas, decidiendo ignorar aquel ruido; unos minutos después volvió a escuchar el mismo ruido, pero esta vez más insistente. Molesto por haber sido despertado se sentó en la cama y con Hierophant fue directo a la ventana y abrirla para saber que era lo que interrumpía su sueño.

- Comenzaba a creer que no abrirías – la fuerte voz masculina hizo presencia, delatando al inoportuno invitado nocturno

- No sabia que eras tu – dijo en modo de disculpa