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Las incontables luces del gran escenario iluminaban el largo camino rojo que atravesaba la mayoría del recinto hasta la cúpula donde se harían las premiaciones.
Tanto seguidores como periodistas, estaban pendientes de quienes serían las celebridades presentes y si de alguna forma, se crearía algún chisme o escándalo de la que hablar, sin embargo, tras los ojos de Lalisa, podía jurar que las cosas estaba yendo muy tranquilamente.
Tras unos días tan tensos con Roseanne, no estaba segura si aquellas ovaciones y atención serían soportables para la tailandesa, pero sus ansias estaban a flor de piel y las ganas de salir del auto aumentaban casa segundo.
Todo será presentado en vivo, se repitió en su cabeza.
Soltó una leve risa.
Esto es irreal.
Dos o tres carros después del suyo, se encontraba la rubia, lista para salir y ser recibida con el mayor de las energías. ¿Cómo no hacerlo? Roseanne merecía recibir esa atención y más.
A través de su ventana, vio como su chica bajaba con delicadeza, imponiendo elegancia y frescura con su vestido negro y su cabello ligeramente desordenado gracias al viento.
Las personas gritaron y sonreían, enloquecían ante su presencia.
El renombre que tenía la australiana valía más de lo que cualquiera podría creer y con toda la razón, ella brillaba con una luz que nadie ha sido capaz de igualar o asemejar, tenía un porte que mezclaba todo a la perfección, tan equilibrado y sin exagerarlo.
Todos podían ver lo grandiosa que era, aún cuando sus imperfecciones, podían comerle la cabeza.
Tras dos artistas más, ya era su turno de bajar.
Su bienvenida la recibió con encanto y agradecimiento, pues, a pesar de que el mundo al ojo público nunca es fácil, sentir el apoyo de tantas personas aún se mantenía presente en la vida de la tailandesa. Aquella noche decidió ir lo más cómoda posible, así que un traje hecha a la medida era su respuesta.
Roseanne a lo lejos pudo percatarse de que Lalisa ya había salido de su auto, por lo que era momento de esperarla.
No pudo evitar sonreír.
Esa es mi chica...
Sus pasos se fueron haciendo cada vez más pequeños, intentado que cada fotógrafo tuviese el material que quería y alargar su paso ante la alfombra, sintiendo como un cosquilleo se espojaba en su estómago y sus pies amenazaban con salir corriendo a donde se encontraba la menor.
— ¡Roseanne! ¡Roseanne, por aquí! ¡Me gustaría hacerte unas preguntas! — La rubia divisó a uno de los entrevistadores que meneaba sus manos con tal de captar su atención, aceptando dar unas respuestas a sus dudas. —Muchas gracias, señorita Roseanne, es un gusto poder hablar con usted.
—Oh, no es necesario que me hable tan formal. — Sonrió. — Se nota que no tenemos muchos años de diferencia ¿Cómo se llama?
—Park... — Los empujones entre la multitud se hacían más grotescos y ver al pobre chico de esa manera, hizo querer ayudarlo. —Park ChanYeol.
—Espera un momento.
El chico castaño se extraño al ver como la rubia corría hacía uno de los guardias y volver con él, sin dar mucha explicación, permitiendolo salir de su límite, para darle la oportunidad de entrevistarla con más calma.
—Te iban a pisar si seguías ahí.
—Dios mío, gracias por preocuparte por mi. — Rieron, a lo que el chico, se acomodó su traje y aclaró su garganta, volviendo al lado profesional que debía mantener en todo momento. —Antes de comenzar a hacerle preguntas, agradezco que me haya dado la oportunidad de hablar contigo y salvar mi vida.
—No te preocupes, a pesar de que tienen el espacio suficiente aún siguen haciendo lo mismo, soy toda oídos.
—Bien... Supimos que eres invitada a estas premiaciones por tercera vez consecutiva y que a pesar de todo, te has relacionado muy bien con todos los presentes según ellos, pero hasta ahora no sabemos como es de tu perspectiva, así que mi primera pregunta es, para ti, ¿quienes son tus personas más esperadas y tus más allegados?
Roseanne quería decir las cosas claras de una vez, pero hacerlo sin que Lalisa esté al tanto iba a ser muy arriesgado, pero tal vez dejar un hilo de cual puedan soltar, sería una buena forma de comenzar.
—Creo que todos son maravillosos, no he tenido la oportunidad de relacionarme con muchos de aquí, pero no creo que sea necesario, sin embargo, siempre espero ver a Lalisa, es una chica impresionante y creo que me llevo muy bien con ella, es mi... — La rubia paró con tal de pensar en una palabra adecuada. —Mi compañera ideal.
El chico sólo la miró con una sonrisa.
Seguro lo entendió.
—Compañera ideal, eso es increíble y una muy linda forma de expresar tu relación con la tailandesa, ¿crees que será posible hacer la entrevista juntas?
—Espérame un momento. — Respondió en un tono divertido. Comenzó a caminar hacia donde estaba la chica con paso apresurada, hasta llegar a sus brazos. —Tenemos entrevista.
— ¿Qué? ¿Cómo que entrevista? ¿Ya lo dijiste? — La rubia niega. — ¿Entonces?
— ¿No crees que es un buen momento?
— ¿Si no reaccionan bien?
—Podemos volver de donde vinimos... Hace días estabas segura de hacer esto y otra vez te ves temerosa, ya basta de creer que estar cerca está mal. — Aún cuando las luces de las cámaras y los vítores de la multitud eran tan claras y escandalosas, entre la conexión de sus ojos era como si hubiera dejado de existir todo eso, ya era más que obvio que entre dos de las chicas más aclamadas en el mundo estaban teniendo más que solo una amistad o una relación profesional. —Te quiero sentir a mi lado, sin miedo.
Lalisa tragó en seco.
¿Para que hacerlo de una manera tan formal?
—Sólo lo dire, si después de besarte iremos a casa, no esperemos a que algo pase, hoy no me apetece aparentar.
Roseanne sonrió en grande, tomando el rostro de la menor y plantandole un beso.
El beso más dulce que se habían dado hasta ese momento.
El más real.
Y el más profundo también.
Aquella vez no fue necesario decir una palabra.
Fueron directamente a su casa, dejando atrás toda una bomba de impresión públcia, envolviendose entre besos y sábanas, donde el único ruido no provenía de una multitud, sino de sus risas espontáneas y de placer.
Lo que sucediera mañana no era de importar ahora. Porque, su cuerpo, alma y mente se encontraban más presentes que nunca, dándose cuenta que enamorarse fue escrito para ellas.
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| Pose - ChaeLisa |
Fanfiction「 Las luces no paraban de perseguir a las figuras más aclamadas a nivel mundial, sin percatarse de que algo importante corría entre ambas. Tal vez... Era el momento justo. 」 ┈┄ ‧ Historia corta. ‧ Cada capítulo tiene su respectiva canción. ‧ Espero...