Prólogo

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Aún recuerdo los días que él y yo pasábamos juntos, las tardes en su casa viendo películas de zombies, los momentos en que escuchábamos a Metálica y a Linkin Park, aquellos días en el que él comenzaba a tocar el bajo y yo a bailar ballet ( tal vez la única cosa que me hacía ver como una niña), recuerdo los momentos felices que compartimos, pero también los momentos más desagradables en los que él estuvo conmigo. Negro, gris, rosa, morado, rojo, rock, metal, películas de zombies, demonios, el bosque, la oscuridad, el frío, videojuegos, la luna, un lugar en silencio.

Al final eran mis gustos y soy feliz con ellos, pero la mayoría de personas no lo cree así, Emo, Satánica, Demonio, Rara, Inadaptada, algunos de los apodos por los cuales me llamaban, no tengo gustos comunes, tengo más fuerza de la que una chica puede tener, soy menos delicada que las demás, me gusta jugar brusco, demasiado rosa me provoca nauseas, pero después de todo, parece ser un pecado ser diferente, mi infancia no fue normal, perdidas y problemas la invadieron, y justo cuando todos querían pisotearme, humillarme y en los momentos más tristes, él estaba ahí, conmigo, a mi lado.

Georg Listing, mi vecino y amigo desde que… prácticamente desde que nacimos, teníamos cosas en común al igual que nuestras familias, nuestros padreas eran…supongo que amigos, y bueno, éramos vecinos, estudiamos en el mismo kínder al igual que la primaria y en el mismo grupo, fue una coincidencia, pero se formó una amistad, mi vecino y mi mejor amigo, siempre estaba a mi lado cuando más lo necesitaba, él para mí y yo para él, así eran las cosas, juegos y travesuras de niños, ambos disfrutando todo a nuestra manera, tal vez era el único que no me juzgó por mis gustos, Georg y yo contra él mundo. Lo conocía de sobra y él a mí.

No me puedo dejar de lado a mi hermano Andreas, pues aunque Georg pasaba más tiempo conmigo, él se llevaba bien con mi hermano, ellos cuidaban de mí, incluso me enseñaron a defenderme, claro que en ocasiones deseaban no haberlo hecho, éramos como los tres mosqueteros, de hecho a veces a eso jugábamos, salvo que yo era mujer no hombre, pero eso no nos detenía.

No le podía ocultar nada a él y viceversa, así fue como me enteré de que sus padres estaban pasando por algunos problemas, y porque escuche por casualidad (las espié) la conversación entre nuestras madres Clarisa y Elena. Cuando la primaria había concluido de manera extraña debo decir, pues Georg y yo decidimos probar nuestros…límites, tuvimos problemas, pero una vez haber descubierto la mayoría nos tranquilizamos. Cursamos el primer año de secundaria de nuevo juntos, conocimos a más personas, pero la mayoría me trataban como un bicho raro, y de nuevo él estuvo a mi lado.

Pero algo salió mal, los problemas entre sus padres habían aumentado, aunque  intentaban que a su hijo no le afectaran, sus padres discutían mucho, hasta que un día… se divorciaron. Me sentí  mal al ver como Georg lloraba, esa tarde y parte de la noche, estuve con él, platicando, comiendo trufas, intentando que sonriera, y que viera el lado amable, intentando que no le afectara.

Él no sabía muy bien que hacer, había querido mucho a su padre, y también a Clarisa, la presencia de su padre en la casa le hacía falta, pero aun así no le afectó mucho. Se quedó con su madre, mientras que sus padres mantenían una relación amistosa por su bien, después de unos días lo entendió y no le dio mucha importancia a esa situación, pero no puedo decir lo mismo de su madre, pues a ella le costaba trabajo ver a su padre con alguien más.

Cuando el primer año de secundaria terminó, Clarisa decidió irse del país lo cierto fue que eso me afectó mucho, pero yo no podía hacer nada al respecto, ni siquiera Georg, perdimos comunicación por el resto de los años. Lamentablemente mi vida se llenó de problemas, problemas que yo intenté ignorar, y cuando tuve que abrir los ojos, me afectaron más de lo debido, los insultos regresaron con mayor frecuencia, la pérdida de William no ayudó de mucho, ahora solo era yo contra el mundo, y sin darme cuenta, caí en depresión, bueno en realidad, siempre he pensado en el suicidio, desde que tenía tres años, aún lo recuerdo, pero en ese entonces no era tan frecuente como en esos momentos, no sabía que hacer.

Pero ella apareció, Gabriela, Gaby, mi mejor amiga, ella me ayudó a dar una sonrisa, me ayudó a creer en la vida y en mí misma, y simplemente podía ser yo misma, Gaby siempre estaba para mí y yo para ella, ´´Distintas pero iguales´´, ese era nuestro lema, porque a mi me gustaba el rock pero a ella le encantaba el pop, me vio muchas veces llorar, pero también me hizo reír, me enfrenté a los problemas y a los insultos de mis compañeros, no dejaba que nada ni nadie me hiciera daño, ni siquiera Gabriel, nunca creí en el amor, pero él me hacía sentir diferente, aunque…como novio fue un completo desastre, cuatro oportunidades, de las cuales todas las desperdició, aunque después de todo una amistad se formó, aunque notan unida como la que tuve con Georg, pese a todo, él estaba conmigo la mayoría de veces, pues el resto de esos horribles momentos, los pasé a lado de mis mejores amigas Alejandra y Gaby, más que mi amigas, mis hermanas.

Y justo cuando los problemas económicos crecieron cuando terminó la secundaría, una solución llegó a nosotros, pero el precio sería… irnos del país y mudarnos a Alemania, mi vida estaba aquí, con mis amigas, amigos, familiares y conocidos, mi vida estaba en México, pero no pude decir nada. Conocí a muchas personas, pero los problemas estaban ahí, acompañándome, estando a la orden del día, mientras que estaba lejos de mis amigas, mi sorpresa fue reunirme con Gaby, de nuevo a mi lado, pero nunca pensé en volver a ver a Georg, enamorarme de su amigo Bill y estar en un triángulo amoroso.

´´Aprende a querer las espinas o no recibas rosas´´, las espinas los problemas, los pétalos nuestros logros, sin duda alguna hay gran similitud, espinas, mis problemas, valla que estoy a punto de vivir una… Rosa de Vida. 

Rosa De Vida - By: RubiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora