Encuentro

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Korra:

Entre tus piernas desfogo mis ganas de ti, espere tanto por esto, nuevamente estoy aquí, en la intimidad y la humedad de nuestros fluidos, vaya suicidio.

Beso tus labios como si fuera a continuar besándolos por mucho tiempo, que tremendo error.

Siento tus manos sujetar mis glúteos y tus pechos chocar con los míos, tremenda guerra estamos librando, de un lado lucha la duda y del otro el amor.

Que mujer… de cabellos castaños y rizados, con tu piel morena clara y como dices “con tus marcas de guerra”.

Con tus característicos ojos verde oscuro y medio rasgados, unas manos grandes y curiosas.

Toda una diosa, desnuda y en mi cama, intenta poseer hasta el ultimo pedazo de mi piel, pero no de mi alma…

Que estafa tan mas grande… planeando venderle mi alma y ella tan carnal…

Me enredo entre sus piernas y entre su cabello, me come los labios y entonces en una ventana de sobriedad, veo a través de sus ojos…

Que revelación tan mas grande, vi un poco de su alma y ni siquiera lo disfrutaba…

Con eso la guerra estaba ganada o perdida   depende el lado de donde lo veas…

El encuentro continuo, en diferente escenario, uno mas que conocido, la familiaridad del sexo sin compromiso se presenta, nos da la bienvenida y al final nos deja disfrutar del paisaje.

Mi persona interior me da un arnés y cuerda, me avisa de una caída inevitable, mi cabeza está en alerta, mientras aquella diosa está en mis piernas.

Entre grititos y gemidos, mis ojos me traicionan y dejan escapar a esas lagrimas que solo ponen en evidencia mi desdicha.

Que egoísta, teniendo a tremenda mujer y no poder disfrutar de lo que me brinda, siempre tan ambiciosa, quiero más…

Quiero que posea mi alma y mis años de vitalidad, pero ella también tiene intereses egoístas como yo, solo quiere ser dueña de este momento carnal.

 Recorre mi cuerpo y mis rincones de una manera magistral, provocando tantos espasmos y orgasmos como puede, mi voluntad le profesa lealtad y se deja consumir por ella.

Mis manos tocan su espalda y sus omoplatos, percibo su jadeo y el sudor de su cuerpo.

Esta tan dentro, que siento que no puedo respirar, me besa y devasta mis intentos por gemir con sus labios… lo disfruta.

Planea cada uno de sus movimientos y los intensifica cuando cierra los ojos, capta todo el sonido, se concentra y después disfruta del orgasmo que tiene en sus manos…

Lo desmenuza y espera a que se disipe y vuelve a atacar, envestida tras envestida y logra un nuevo orgasmo, toma mi pecho con su boca y lo devora, mientras sostiene mis caderas con su otra mano para controlar mis movimientos erráticos y alocados.

El sonido de sus pechos chocando con los míos se presenta cuando me empieza a besar nuevamente y sigue muy dentro, no para, pareciera como si quisiera fundirse con cada rincón de mi vagina.

Siento como resbala su sudor por mi cuerpo y es tan jodidamente excitante.

Su cabello se esparce por mi rostro mientras muerde ligeramente mi cuello, pareciera que quiere devorarlo, levanta la cabeza, me mira y sonríe, sabe que mi rostro no miente, mis jadeos y mis sabanas empapadas…

Sabe que me tiene en sus manos y disfruta saber que tiene el control.

Me posee de todas las formas posibles en ese momento…

LujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora