Capítulo 29 - Ishtar -

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De vuelta en la casa, mi cara se desencaja cuando abro la puerta de la habitación donde duerme ahora Sarah y lo único que puedo pronunciar es una exclamación ahogada por la sorpresa. 

- Oh-Dios-mío. - murmuro haciendo énfasis en cada una de las escasas palabras. 

Dante comienza a reírse a carcajadas detrás de mi hombro y Jackson e Ivy salen disparados hacia la cocina, huyendo de la escena que tenemos delante. 

- ¡No es lo que parece! - grita Sarah haciendo gestos exagerados con los brazos. 

- Vaya cliché, brujita, claro que lo es. - ríe Adrian a su lado mientras pone morritos. 

Sarah y Adrian estaban besándose y el hermano pequeño de Dante aún está poniéndose de nuevo la camiseta. Aún estoy clavada en la puerta alucinando cuando lo único que me sale es darle un golpe en el brazo a Dante para que pare de reírse. 

- A ver, yo… - comienza Sarah acercándose a mí. - Era su regalo de cumpleaños anticipado. El chaval tenía esa ilusión y no era más que un beso. 

- Oh venga ya… - resopla Adrian alzando los brazos al cielo. - No me culpes a mí cuando tú también querías. 

- ¡Que te calles mocoso! - le chilla Sarah poniéndose roja como un tomate. 

Dante para de reírse por fin y entra en la habitación para abrazar a su hermano pequeño por los hombros y alborotarle el pelo. 

- ¡Es verdad! Casi olvido que mañana es tu cumpleaños. - Dante suspira un momento y continúa mirando a su hermano. - Mañana recibirás tu marca. 

Adrian mira fugazmente a Sarah y atisbo un brillo extraño en sus ojos, como preocupado, cuando vuelve a mirar a su hermano mayor. 

- Bueno, tengo claro que no seré un ancestral como vosotros, pero seguro que sea lo que sea seré más fuerte que tú. - replica el pequeño Bas con una sonrisa de medio lado. 

- No te lo crees ni tú. - dice Dante dándole un pequeño empujón. 

Sarah se acerca a mi dubitativa mientras los hermanos siguen molestándose el uno al otro y me susurra. 

- No quiero que pienses que estoy aquí para tontear con nadie, Ishtar, estoy aquí para ayudarte en lo que me sea posible, ¿lo sabes verdad? -

La miro abriendo aún más los ojos y niego con la cabeza de forma enérgica. 

- Ni siquiera se me había pasado por la cabeza pensar nada malo de ti, Sarah. - una sonrisa tira de mis labios. - Sólo me ha sorprendido, no sabía que te gustaba Adrian. 

Observo cómo mi amiga pasa por mil tonos de rojo antes de responder y suelto una pequeña risa. 

- Y no me gusta, ya lo he explicado. -

- Claro, claro y yo te creo, amiga. -

Le doy un par de palmaditas en el hombro y ella me fulmina con la mirada inclinándose un poco más cerca de mí. 

- No me hagas hablar de cómo os coméis con los ojos Dante y tú mientras sigues diciéndote a ti misma que te gusta Gabriel. -

Un jadeo de sorpresa se escapa de mis labios, haciendo que los hermanos Bas dejen de pelearse y me miren con cara rara. Sarah me guiña un ojo y sale de la habitación para reunirse con Jackson e Ivy. 

- Adrian, habrá que preparar algo para tu cumpleaños, ¿no? - 

Pregunto recomponiéndome justo cuando siento algo húmedo y caliente recorrer mis piernas de repente y abro los ojos asustada. 

Atraída por el mal [...A La Venta En amazon...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora