Hogar

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-¡El pedido 405 está listo!- Gritó el moreno mientras Killua le pasaba una bandeja con frituras.

-Muchas gracias joven.- Habló la anciana dejando dinero en la caja de propinas.

-Killua, ¿Vamos al cine cuando termine nuestro turno?-

-¿Y con qué dinero?- Suspiró agotado y se sentó a su lado.

-Con el de las propinas...-

-Esta bien Gon.- Rodó los ojos y siguió trabajando. Ese chico realmente gastaba muy fácil el dinero, pero no le podía decir nada porque lo volvía loco.

Se cambiaron la ropa en los camarines y salieron del local de comida rápida para dirigirse al cine, donde trabajaban sus amigos.

-Hola Kurapka.- Saludaron al tiempo mientras el rubio asomaba su cabeza tras una pantalla.

-¿Quieren descuento de empleados cierto?-

Le regalaron una sonrisa y el rubio aplicó su código de empleados en las entradas para hacerle un descuento.
La película comenzaba en media hora, así que alcanzaban a comprar comida más barata fuera del cine.
Entraron a un supermercado y compraron muchos dulces y gaseosas, para hacer la experiencia más placentera.

Se quedaron un rato esperando hasta que el turno de guardia cambiara y cuándo el que cuidaba la entrada era Leorio, pasaron con su comida sin problemas.

-Ah Killua, somos afortunados de que Leorio sea el guardia.-

-Totalmente.-

Las luces se apagaron y la película de acción comenzó. Aunque Killua sólo veía de reojo a Gon.
Le encantaba ver sus expresiones, cómo mordía sus labios, cómo abría sus ojos y cómo daba pequeños saltitos en su puesto. Era tan lindo.

Cuando la película terminó, salieron del cine y Gon tropezó con una chica.

-Disculpa mi torpeza...-

-No te preocupes... Yo me crucé.- Respondió apenada la chica.

Killua no se lo podía creer, estaban coqueteando frente a él sin vergüenza alguna. Y aunque hace mucho tiempo se había rendido con Gon, aún le dolía no ser correspondido.
Vió cómo intercambiaban sus números y cómo se despedían con un beso en la mejilla, mientras su pecho dolía ferozmente.

El celular de Gon comenzó a sonar y se le formó una enorme sonrisa en el rostro. Killua suspiró agotado, esa chica en cinco minutos había logrado más que él en años.

-¿Señor Netero?- Respondió nervioso al aparato haciendo cambiar a Killua a una expresión de emoción.

-¿Es nuestro?- Preguntó una vez más el moreno para pegar un grito y saltar de la emoción antes de colgar la llamada.

-¿Es nuestro?- Preguntó Killua con el corazón en la mano.

-¡Sí!- Gritó de la emoción y abrazó a su amigo con fuerza para saltar en círculos junto a él.

Leorio vió la situación a lo lejos y no pudo evitar ponerse feliz, pero debía corroborar que era lo que sospechaba. -Chicos...- No alcanzó a preguntar cuando Killua se lo confirmó.

Gon Y Killua tenían un departamento propio ahora y se irían a vivir juntos. Desde los 17 años comenzaron a trabajar para pagarlo y hoy por fin, cinco años después. Su sueño se hacía realidad.

-¡Hay que celebrar!- Gritaron al mismo tiempo y comenzaron a organizar la celebración.

Fueron a la agencia por las llaves de su departamento y se volvieron a abrazar cuando las tuvieron en sus manos.

-Killua, ¿Quieres dormir allá hoy?-

-Pero no tenemos camas...-

-Podemos dormir en el suelo con mantas.- Definitivamente eso harían y Killua aprovecharía esa oportunidad para dormir abrazado a Gon.

Se encaminaron entre risas nerviosas al departamento, por fin habían cumplido su sueño de hace años.
Pusieron la llave en la puerta y la giraron al mismo tiempo, haciendo que el corazón de Killua saltara de emoción al tocar la mano de su amigo.
Recorrieron el lugar cómo tantas veces lo habían hecho antes, solo que ahora ese lugar les pertenecía.

Killua observaba cómo Gon corría por todos los rincones con una enorme sonrisa en el rostro mientras él lo seguía con una sonrisa de enamorado.

-¿Por qué me miras así?-

-¿Uh?- Ni se tomó el tiempo de ponerse rojo, ya estaba acostumbrado a mentirle a Gon para salir de aprietos.

-Así... Con esa sonrisa rara...- Bajó su cabeza un tanto avergonzado, Killua por poco creyó que Gon se estaba enamorando de él hasta que sonó su teléfono.

-¿Hola?-

-Ah, Jennifer, sí, este es mi número.-

Maldita sea. Killua se alejó de Gon, no tenía ganas de escuchar esa conversación. Caminó hacía su futura habitación y compendió que ahora sería mucho más difícil ignorar sus sentimientos por Gon si lo veía todos los días, así que debía esforzarse el doble. Se secó las lágrimas antes de que cayeran y suspiró mirando el techo.

-Killua, volví.- Gon pudo notar tristeza en la mirada pérdida de su amigo y se preocupó. A veces pensaba que estaba enamorado de él... Pero era una estupidez.
Killua siempre negaba todo y no tenía ninguna razón para mentirle así que decidía confiar en él.

-Ah Gon... Y cómo estás con esa tal Jeniffer.-

-Me invitó al cine... Pero si quieres no voy.-

Killua se sentó y lo miró fijamente avergonzado. -¿Por qué razón no querría que fueras al cine con ella?-

-No lo sé... Te pusiste triste apenas contesté el teléfono.-

El corazón del peliblanco estaba alterado, sentía que Gon descubriría sus sentimientos en cualquier momento.

-Es que nunca he tenido novia... Y a ti siempre te buscan las chicas... Me pongo celoso.- Mintió, pero Gon le creyo.

-Cuando entremos a la universidad seguro vas a enamorar a muchas chicas... Aunque siempre las rechazas...-

¿Qué? ¿Gon se había enterado de todas las chicas que había rechazado en el pasado?

-Es porque no estaba interesado en eso... Pero ahora sí.-

La noche cayó entre mentiras y suspiros. Acomodaron mantas en el suelo y se tumbaron junto a ellas.

-Buenas noches Killua.-

-Buenas noches Gon.-

Killua se acurrucó en el pecho del moreno prometiendose que esta sería la última vez que lo vería con otros ojos.
A partir de esa noche comenzaría a olvidarse de Gon para ser simplemente su mejor amigo.

No Correspondido (Killugon, Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora