El futuro

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La pareja se hallaba en la casa del Sarutobi, ya que Naruto había decidido pasar el día ahí en vez de estar en su casa para así ir alternando. Desde hacía unos días, Naruto estaba excesivamente empalagoso con Konohamaru, y aunque a éste le encantaba, le parecía extraño por parte de Naruto debido a no solía expresar tan efusivamente sus sentimientos -cosa que sí hacía cuando era un niño-.

-Naruto, ¿qué te ocurre últimamente? Te noto raro. -Al final, el Sarutobi no puedo evitar preguntárselo.

-Pues no me ocurre nada. ¿Por? -Naruto no entendía lo que le pasaba.

-De un tiempo a esta parte, estás excesivamente cariñoso. No digo que no lo seas; simplemente, que no sueles serlo tanto. Por eso te pregunto si te pasa algo y estás preocupado por ello. ¿Temes que me vaya? -Intentó camuflar la pregunta con sorna, pero, a lo mejor, podría tratarse de eso mismo.

-No. No es por eso. Básicamente, me preocupa que, tarde o temprano, tengas que irte de misiones o que ocurra una guerra. Podría sucederte algo malo, y yo no podría evitarlo. Es más: Sería yo quien te enviase a esas misiones. Si te ocurriera algo, moriría contigo. -Naruto se apretaba los puños en señal de impotencia.

-Qué bobo eres... No me ocurrirá nada. En primer lugar, porque el mundo está en paz y no habrá una guerra. En el supuesto de lo que fuera, los dos lucharíamos no sólo por defender a nuestra aldea y a nuestra gente, sino por defendernos. Lucharía por defenderte a ti, Naruto. Si muero, no podría hacerlo, así que déjate de tonterías como ésa. -A Konohamaru le daba ternura esa actitud de Naruto.

-Nunca se sabe lo que puede ocurrir... Lo sabemos por experiencia. -Naruto volvía a la carga.

-Pareces un niño pequeño. ¿Quieres que te trate como a uno de mis alumnos o como al hombretón que eres? Por favor, de verdad, no sigas. Estás haciéndote daño con algo que no sabes si ocurrirá. Déjalo. -Se aproximó al Uzumaki y le depositó un cariñoso beso en los labios-. Voy a preparar la cena. ¿Qué quieres cenar? -Naruto no le contestó. Solamente se quedaba mirándolo-. Si no te gusta cómo cocino, podríamos salir a cenar fuera, pero como puede haber gente, no sé si sería buena idea... -De nueva cuenta, Konohamaru no sabía "leer" a Naruto.

-¿Te has dado cuenta de que, cuando seas Hokage, la historia se repetirá? Nunca podremos tener una vida normal. -Ni Naruto mismo se entendía.

-Así que era eso... El puesto de Hokage puede esperar, incluso lo rechazaría sólo por ti. De todos modos, aún te queda mucho tiempo para estar en ese puesto. Y el día que lo quieras dejar, ya se verá. Tal vez no soy yo el indicado y lo es otra persona. ¿Quién sabe? -El Sarutobi tenía razón.

-Le restas importancia a todo. Me fascinas. -Le replicó Naruto.

-Mira: Si me hubieras hecho esa pregunta hace unos años, te habría contestado que yo sería el próximo Hokage. Sin dudarlo. En cambio, desde que ocurrió lo nuestro, me he dado cuenta de que las cosas vienen solas y te que te desarman, que ya no sabes qué hacer. Lo que tenías pensado para mañana, ya no sirve. Constantemente, hay que estar cambiando de planes. Demos gracias de que no estoy de misiones constantemente o que tú lo estés. Naruto, me has cambiado la vida. No sé cómo no te has dado cuenta todavía. -Konohamaru ya no sabía qué más decirle.

Naruto se abalanzó sobre el Sarutobi y lo abrazó. Éste, inmediatamente, le correspondió el abrazo y lo apretó con fuerza contra sí para que no se fuera nunca -como su fuera a hacerlo-. Nunca sabrían cuándo sería su último abrazo, beso, caricia, roce... Nunca. Es imposible. Nadie lo sabe.

-A partir de ahora, sólo trabajaré hasta una hora. Se acabaron las horas extra y matarme a trabajar porque sí. Esa vida ya no la deseo porque me impide estar contigo, Konohamaru. Sé que has estado sufriendo mis ausencias, y es algo que no me puedo perdonar. Tampoco quiero que sufran más eso mis hijos; apenas los veo. Mi vida... nuestra vida va a cambiar. Al fin, podremos ser una pareja normal sin tener que vernos de madrugada porque es cuando acabo de trabajar, ni esas cosas. He aprendido la lección. Toda la vida he querido ser Hokage, pero cuando lo logré, me olvidé de las personas cuando son lo más importante. Cuán equivocado he estado todo este tiempo. -Naruto sintió que se había quitado un gran peso de encima.

-Me parece bien. Todo lo que decidas, Naruto, está bien. -Le contestó Konohamaru.

-Por cierto: ¿Qué tienes pensado hacer en estos tres próximos meses? -Le preguntó Naruto.

-Aparte de trabajar, a no ser que tenga que hacer alguna misión especial que me mandes, nada. -Le extrañó la pregunta.

-Voy a solicitar vacaciones... Bueno, solicitarlas, no. A tomarlas porque para eso soy el que manda. Shikamaru me matará, pero sé que me ayudará. Siempre se queja, aunque no con mala intención. He pensado que, en ese tiempo, podríamos irnos de viaje. No me preguntes a dónde porque no lo sé todavía. -A Naruto le hacía ilusión.

-Vuelvo a repetírtelo: Todo lo que decidas, está bien. -Le contestó con una sonrisa.

Konohamaru se dispuso a preparar la cena. Le hacía muy feliz poder estar completamente a solas con Naruto durante tres meses y que sus vidas fueran a cambiar tanto para bien. Al final, por mucho que nos engañemos, siempre buscamos lo que deseamos. Se consigue tarde o temprano, pero se logra. El problema es que, cuando se consigue tarde, se saborea poco. 

Cuando Naruto tuvo el primer encuentro con Konohamaru, no cesó de pensar en ello. Nunca dejó de hacerlo, pero se empeñaba en negarlo. En cambio, desde la cosa cambió, le dolieron los cambios, pero porque los cambios duelen. Todo aquello que trata del amor, duele, aunque sea un amor correspondido. Si esa persona a la que amas, sufre por tu culpa, se sufre el doble.

¿Qué les depararía el futuro? Ni idea. Como bien dijo Konohamaru, es imposible ver el futuro. De una cosa estaban seguros: No podrían estar en mejor compañía.

FIN.

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Hola a todos: Tras casi un año, esta historia llega a su fin. La verdad es que me ha costado muchísimo concluir la historia. La he reescrito dos veces; no sé si era el resultado esperado. Tras 50 capítulos, es muy complicado cerrar una historia como ésta. Posiblemente, en un futuro, sí haya una segunda parte. Como veis, es un final abierto. De una cosa estoy contento: De haber sentado cátedra con esta pareja, y ojalá haya más gente que decida escribir sobre ella. También debo agradeceros a todos por seguirme y por haber acogido tan bien a esta historia. Por mi parte, sólo deciros que seguiré escribiendo. Sí puedo vaticinaros que la próxima historia será un "Shiita". Eso sí: No será tan larga como ésta, ni mucho menos. No sobrepasará los 25 capítulos. En cuanto lo acabe, puede que escriba la segunda parte de ésta. No lo sé. No tardaré mucho en volver a escribir; en cuanto me ponga a hacer una portada -que me da mucha pereza. Ojalá alguien me hiciera portadas. Jaja-. Me repito: Gracias por estar ahí. Y a ti, futuro lector, por leerme. Si en algún momento, os ha llegado esta historia o alguna de las mías, gracias. Nos leemos.

Impensable (Konohamaru x Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora