El árbitro dio inicio al partido. Fueron los argentinos quienes dieron el primer toque al balón.
Admiré a mi novio robándole el balón al equipo contrario y dando un pase limpio hasta Pedri.
Ya en el descanso...
No podíamos estar más felices. España se había puesto por delante en el marcador desde el minuto 23, cuando Pau Torres disparaba a la portería rival.
En ese momento, Raquel saltó como loca. El chico, dedicó su gol a mi mejor amiga, quien casi se desmaya tras esa acción.
Decidí ir a por algo de comer para ambas. En el camino, algunos me reconocieron y tuve que hacerme fotos.
Algunos futbolistas de otras selecciones habían ido a ver ese partido. Saludé a un par de alemanes, entre ellos Kimmich, que se acercó a mí.
-Pero bueno, si has venido- sonrió el alemán.
-Por supuesto que vendría, juega mi novio- reí, esperando a que me trajeran las bebidas.
-Oh, cierto. Sales con Eric- recordó.
-Aquí está su pedido- habló un hombre entregándome las cosas.
-Muchas gracias- agradecí- Nos vemos, Joshua.
-Si, ya quedaremos algún día.
Menuda charla más extraña. En fin, mejor volver ya.
Llegué justo a tiempo del inicio del segundo tiempo.
-Has tardado mucho- se quejó Raquel.
-Me he encontrado a tu amigo Kimmich, además han tardado en atenderme.
-Excusas baratas. Ahora dame mi comida- sonrió arrebátandome su hamburguesa.
Las dos mirábamos atentas al campo, sin despegar la vista de allí.
Un rato después, el partido había terminado, dando la victoria a los españoles, ganando 1-0.
Estaba deseando volver para felicitar a los chicos. Nos subimos en el primer taxi que vimos, de vuelta a la Villa Olímpica.
Lo que menos esperaba encontrarme en la puerta del edificio español era a él.
Otra vez no, menudo dolor de cabeza. Y no, no es Jack Grealish. Alguien peor estaba parado ahí.
Mi ex.
El noruego desgraciado de Martin Odegaard. ¿Qué demonios hacía él en Los Ángeles?
-Andrea no es buena idea hablar con él. Pasemos directamente.- se sorprendió Raquel al ver a tal personaje ahí parado, contemplandonos serio.
-¡Chicas!- corrió Eric a saludarnos junto a Pau.
-Créeme, no es el mejor momento- miró mi amiga a los dos chicos.
Odegaard, al darse cuenta de que Eric y Pau estaban con nosotras, se acercó como si nada.
-¿Sorprendida, Kane?- sonrió arrogante. Me agarró fuertemente de la muñeca.
-Te dije que me olvidaras. Déjame en paz- dije seca, soltándome difícilmente de su agarre.
-¿Olvidar dos años de relación? ¡Te dije que todo fue un error!- exclamó.
-Oh por supuesto que fue un error que te acostaras con otra chica.- apreté la mandíbula, conteniendo las ganas que tenía de soltarle un puñetazo. Mi novio y su amigo contemplaban la escena atentos. Raquel estaba igual que yo.
-Sabes perfectamente que no fue así.
-Claro, lo olvidaba. Salías con esa chica mientras yo estaba en Madrid y tú en Londres por esa cesión al Arsenal. Me engañaste. Que pasa, ¿esa chica ya se ha cansado de ti?
-Lo hemos dejado, ¿y que pasa?- comenzó a enfadarse.
-¿Qué cojones haces aquí, Martin?- intervino Raquel. Al instante, agarré su muñeca.
-No es de tu incumbencia, zorra.
-¡Eh! ¡No te pases, gilipollas!- Pau se puso delante. Martin dio un paso atrás, yéndose del lugar enfadado.
-Sera hijo de puta...- dijo Eric por lo bajo- Andrea, ¿estás bien? ¿Te ha hecho algo?
-Solo me ha agarrado, estoy bien- le abracé. No me di cuenta de que estaba temblando levemente. Mi novio cogió suavemente mi muñeca, viendo mi piel roja a causa de su fuerte agarre.
-Ven, vamos a la habitación- dijo manteniendo la calma. Raquel se fue con Pau a la habitación del chico.
Abrí la puerta y me senté en el sofá. Eric caminó hasta mi y se colocó a mi lado.
-No te voy a forzar a que me lo cuentes, ahora me preocupa tu muñeca.
-Te lo iba a contar tarde o temprano. No fue una buena etapa para mí- bajé la mirada.
-En serio cariño, no hace falta- me volvió a abrazar.
-Cuando fiché por el Real Madrid no conocía a nadie- comencé recordando cada detalle- Ése día estaba nerviosa. Conocí a las chicas, que me trataron como a una más desde el primer momento. Pero luego llegó el equipo masculino. Ahí fue donde vi por primera vez a Martin.
El escuchaba atento cada una de mis palabras. Yo continué hablando.
-Nos hicimos muy buenos amigos al poco tiempo. Quedábamos siempre. Yo le enseñé Madrid, ya que es noruego. Al año de eso, comenzamos a salir. Pero no todo fue hermoso y perfecto. El Madrid cedió a Odegaard al Arsenal ocho meses. Yo no podía ir con él, así que decidimos continuar la relación a distancia. Confiaba plenamente en él.
Al mes de todo eso, recibí un mensaje de Raquel. Ya éramos mejores amigas en ese entonces. Ella estaba en el Chelsea, en la misma ciudad que Martin. Me envió un video en el que se veía claramente a Odegaard liándose con chica en una fiesta. Luego ambos iban a un lugar más privado. Agradecí haber sabido todo eso. Luego además, me enteré de que Martin y esa chica estaban saliendo, a la vez que yo estaba sola en España. Rompí con el al instante, pero ya sabes lo que dicen del primer amor, no se supera fácilmente.
Eric se mantuvo callado. En ese momento, su silencio valía más que mil palabras. Me abrazó fuertemente, limpiando las lágrimas de mis ojos.
-Eres fuerte- dijo susurrando en mi oído- No mereces haber pasado por todo eso.
-¿Puedo preguntarte algo?
-Claro que si- sonrió, acariciando mis mejillas.
-¿Qué soy yo para tí?- pregunté insegura.
-Siempre serás la número uno en mi vida, pequeña.
-¿Te quedaras conmigo para siempre?
-Para siempre.
_____________________________________________Un capítulo más largo de lo habitual, pero me gustó:)
Al fin saben algo sobre el pasado de nuestra Andrea Kane <3
Espero que hayan disfrutado el capitulo.
Se despide la autora:
❤❗Katherine Schneider❗ ❤
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Quédate conmigo~ Fanfic Eric García
Fanfiction-¿Qué soy yo para tí?- pregunté insegura -Siempre serás la número uno en mi vida, pequeña. -¿Te quedarás conmigo para siempre? -Para siempre.