No Correspondido (Killugon, Gonkillu)

Amores de universidad

Killua corría por los pasillos de la universidad mientras buscaba apresuramente su sala. Llevaba un semestre estudiando y aún no se aprendía bien el horario, Gon se reía de él por eso.

-Hola disculpa, ¿La sala A23?-

-Doblando en el pasillo.-

-Muchas gracias.- Pensaba en lo idiota que era cuando una chica se cruzó sospechosamente tropezando con él.

-Oh... Discúlpame...- Dijo tímida recogiendo los cuadernos que había tirado.

-¿Quieres que te ayude a recogerlos?- Killua sonrió triunfante al entender que la chica había hecho eso a propósito para vivir una experiencia cliché.-

-No te molestes...-

-Esta bien, después de todo me chocaste adrede-

Las mejillas de la chica se pusieron rojas y se paró torpemente chocando a Killua con su cabeza.

-Soy una idiota...-

-Sí.- Sonrió mientras se sobaba su mentón por el golpe, hasta que vió la cara ofendida de la chica. -Quiero decir no.- Intentó arreglar la situación torpemente haciendo reír a la chica.

-Soy Mía.-

-Soy tuyo.- Dijo divertido Killua hasta que se dió cuenta de que era un mal chiste.

-No se te dan los chistes...-

-Y a tí no se te da la discreción, claramente pude notar que me chocaste a propo...-

-Ya lo sé, ya lo sé... ¿Killua cierto?-

-Espera... ¿Tú eres Mía? ¿La de la clase que tuvo la peor calificación?

-Bueno... Me gustaría decir que no, pero sí.

Killua la analizó bien, realmente era una chica linda, aunque torpe.

-Bueno... Ya que estamos en estas... ¿Te gustaría almorzar conmigo?- Sus mejillas se pusieron rojas haciéndola ver más linda de lo que ya era.

-Iba a comer con Gon, pero...-

-¿Gon es tu novia?-

No pudo evitar soltar una carcajada, Gon ni siquiera era nombre de chica. -Es mi mejor amigo.- Aclaró de forma agradable.

-Ohhh, que tonta soy.-

-Si tuviste la peor nota...-

-¡Oye!- Mía se veía bastante ofendida, pero luego comenzó a reír. Killua nunca había hablado con ella antes, pero se sentía realmente cómodo.

-Mía... Vamos a llegar tarde a clases.-
La chica abrió sus ojos y corrió al salón mientras Killua la miraba con una sonrisa. Tal vez debería darle otra oportunidad a su corazón.

Gon, no voy a poder comer contigo
hoy, después te cuento los detalles.

La clase pasó con normalidad, aunque Killua no pudo quitar sus ojos de Mía haciéndola sonrojar en todo momento.
Cuando el profesor abandonó la sala se dirigió a su puesto. -Y ¿A dónde vamos a comer?-

-La verdad no pensé que llegaría tan lejos...- Rascó avergonzada su cabeza mientras miraba el suelo.

-¿No tienes pensado un lugar?- Hizo una mueca de burla al ver a la chica pensativa.

-De hecho hay un lugar al que me gusta ir.-

Salieron de la sala caminando y hablando de temas al azar. A decir verdad se complementaban muy bien.

-¿Te gusta comer aquí?- Killua no se lo podía creer.

-Es que dan juguetitos.- Sonrió tiernamente haciendo que Killua cediera.

Entraron al local de comida rápida y pidieron dos cajitas felices. Sorprendentemente había un enorme catálogo de juguetitos y Mía comenzó a ver cuáles le faltaban.

-¿Vas a querer el juguete Killua?-

-Si tú lo quieres te lo doy.-

-¡Muchas gracias!- Sus ojos se iluminaron y le pidió al joven una pony y un superhéroe.

-¿Cuántos años tienes Mía?-

-19 ¿Y tú?-

-23.-

-¿Y por qué quieres ser arquitecto?-

-Soy perfeccionista y calculador, en este trabajo todo siempre debe quedar perfecto. ¿Y tú por qué quieres ser arquitecta?-

-Yo también soy perfeccionista.- Killua no se lo podía creer, pero comenzó a analizarla y vió su cabello perfectamente ordenado, sus uñas del mismo tamaño, su ropa combinada perfectamente y unos labios muy bonitos.
La chica no pudo evitar ponerse nerviosa al notar la insistente mirada que posaba Killua en sus labios.

-Sus cajitas jóvenes.- La llegada de la comida había roto la tensión que se había formado y comieron alegremente.

-Oye... ¿Y por qué decidiste chocarme hoy?-

-La verdad me parecías atractivo.-

Killua se atoró con una papa frita y comenzó a toser mientras Mía reía.
Cuando por fin pudo respirar bien, la miró con una mirada "seductora" haciéndola reír. -¿Y por qué me invitaste a comer? ¿Sólo por mi atractivo?-

-En realidad me pareciste gracioso.-

-¿Cuando hice el chiste?-

-Cuando me llamaste idiota.- Aclaró tomando un sorbo de bebida haciendo a Killua sonrojar.

-Eres rara...-

-Tú también.-

Terminaron de comer y salieron del lugar. Killua se puso demasiado nervioso cuando la chica lo invitó al cine.

-Mía... ¿Estamos en una cita?- Preguntó confundido.

-Sí tú quieres...- Respondió tímida y avergonzada.

-Sí quiero.- La chica tomó su mano sorpresivamente, haciéndolo sonrojar de sobremanera mientras su pulso cardíaco aumentaba al doble.

Se perdieron entre las calles con las demás personas.